Aunque a diario trabaja en un laboratorio para luchar contra el coronavirus, este científico de 33 años está enfrentado a una posible expulsión de Estados Unidos.

Se trata de Edison Suasnavas, quien fue llevado a Estados Unidos a los 13 años por sus padres. Estudió en universidades estadounidenses hasta volverse un oncólogo molecular y desde un laboratorio ayuda a enfermos de cáncer que contraen el coronavirus. Pero su estancia en el país corre riesgo.

Suasnavas puede trabajar gracias a DACA, un programa de alivio migratorio temporal para personas que fueron traídas ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños o que llegaron con sus familias al país, pero tienen visados que expiraron. La Corte Suprema estadounidense, sin embargo, podría eliminar el programa este año.

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El ecuatoriano analiza en un laboratorio clínico muestras de sangre de la medula ósea, líquido ocular y hasta pedazos de huesos de pacientes con cáncer para ver sus mutaciones. Después habla con patólogos para reportarles esa información y que se pueda decidir el tipo de medicina que necesita el paciente.

Es muy importante que sigamos haciendo este trabajo porque los pacientes de cáncer tienen el sistema inmunológico más comprometido, dijo en referencia al peligro de que pacientes de cáncer contraigan el coronavirus.

Por ello, a la par de su trabajo en laboratorio sigue hablando en conferencias telefónicas y participando en campañas, lucha por mantener vivo el programa de alivio migratorio, conocido como DACA.

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“Tengo la esperanza de que historias como la mía lleguen a oídos de los jueces (de la Corte Suprema)”, dijo Suasnavas, que vive en Utah, junto a su esposa mexicana y dos hijos.

“Estamos en una guerra contra un enemigo invisible (el coronavirus). Ahora la comunidad médica necesita la mayor ayuda posible. Inmigrantes como nosotros podemos ayudar”.

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El expresidente Barack Obama creó el programa llamado Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), en 2012 para ofrecer números de seguridad social, permisos de trabajo y protección de la deportación a jóvenes que en muchos casos no tienen casi recuerdos de sus países natales porque llevan muchos años en Estados Unidos.

Se calcula que DACA protege a más de 660 000 jóvenes en el país, que son conocidos como “dreamers”. (I)