Silvio Rigoberto B. V., quien era el teniente político de Puerto Quito, en Pichincha, fue sentenciado a 22 años de prisión por violar a su hijastra.

La audiencia de juzgamiento se reinstaló en el Complejo Judicial Norte, este 8 de junio de 2020. Hugo Pérez Noboa, fiscal del cantón Pedro Vicente Maldonado, presentó más de diez pruebas obtenidas en la investigación de este caso. Además, se reprodujo el testimonio anticipado de la víctima.

La adolescente detalló la agresión sexual de la que fue objeto, desde 2016, cuando tenía apenas 12 años.

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Francisca Trinidad C. M., madre de la menor, quien cumplía presentaciones periódicas ante la autoridad, fue declarada inocente de los cargos presentados en su contra por Fiscalía como coautora del hecho, pues el fiscal sostuvo que ella no conocía de las violaciones contra su hija por parte de su conviviente.

El Tribunal de Garantías Penales, presidido por el juez Marcelo Narváez, la declaró inocente argumentando que “si bien es reprochable la acción por omisión, esta no alcanza la categoría para sancionarla penalmente”.

El fiscal Hugo Pérez Noboa apeló verbalmente la sentencia de inocencia de la madre.

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El ex teniente político fue sentenciado con base en el artículo 171, inciso segundo, numeral tercero del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

Mientras tanto, en Francisco de Orellana, un juez sentenció a 34 años y 8 meses de prisión a Leonel Ramón Licuy, al hallarlo culpable del asesinato de su hermana Rita Judith Licuy.

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El crimen ocurrió el 18 de septiembre de 2019 en la parroquia La Belleza (Orellana).

El fiscal Vicente Chamba confirmó que Leonel, de 29 años, le disparó en el cuello a su hermana de 21 cuando ella iba a la casa de su abuela para recoger su uniforme y asistir a clases. La víctima y el victimario son kichwas.

Chamba señaló que la víctima venía siendo ultrajada sexualmente por su hermano desde la edad de 14 años.

“La última vez que sucede, Leonel después de violarla le introduce ají en la vagina como un medio de castigo hacia ella, porque además tenía celos”, manifestó el fiscal.

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Luego de esta última agresión sexual, Rita decidió romper el silencio que había guardado por siete años y puso una denuncia en contra de su hermano, lo que generó la reacción violenta de Leonel que, en venganza, planificó acabar con la vida de ella.

Además de los casi 35 años de prisión, el victimario debe pagar una multa de $10 000 como reparación integral a la familia de la víctima y 800 salarios básicos unificados a favor del Estado. (I)