La curva de contagios en las cárceles del país se ha logrado aplanar, según el general (sp) Edmundo Moncayo, director nacional del Servicio de Atención a Personas Privadas de Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI).

Hasta el momento, alrededor de 500 internos o privados de la libertad han sido confirmados con el virus.

En un acto de reconocimiento, que se realizó este viernes 18 a los agentes de seguridad penitenciaria del Centro de Rehabilitación Social (CRS) Ambato por la labor desplegada durante los días más críticos de la emergencia sanitaria por los contagios del COVID-19, Moncayo contó que en los centros se han tomado 3000 pruebas rápidas y cerca de 1000 PCR.

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Pero faltan realizar las segundas tomas para saber cuántos internos aún continúan con el virus, dijo.

Recordó que el CRS Ambato, donde se contagió casi todo el personal (en mayo se dio a conocer que más de 400 internos dieron positivo al COVID-19), mostró el camino de cómo se tenía que combatir e ir saliendo de la emergencia sanitaria.

En esta cárcel al momento no existen casos ni sospechosos de COVID-19, agregó.

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"No hemos bajado la guardia en ningún momento y por eso también hemos socializado con las PPL (personas privadas de la libertad) la parte afectiva de ellos, para que comprendan que en este momento las visitas serían muy peligrosas, no solo para los internos sino para las familias afuera. Sabemos que el virus aquí no hay (por el momento), pero que el virus desde la primera vez vino desde afuera", aseveró.

Comentó que se realizan borradores de protocolos y planes pilotos para que puedan presentarlo al COE nacional y que se autoricen cierta clases de visitas, muy selectivas, que ayuden a la parte afectiva que es importante para los internos.

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En el Centro de Rehabilitación Social (CRS) Ambato, en abril pasado, durante los días más críticos de la pandemia, se originó un amotinamiento por parte de los internos, que fue controlado. (I)