Un mes antes de que se desatara la emergencia sanitaria por el COVID-19, el argentino Mariano Smith llegó a Guayaquil para dirigir las operaciones de Unilever en Ecuador. La multinacional, que tiene una fábrica de helados y detergentes en la ciudad, funciona con una parte de su plantilla laborando desde sus hogares y otro grupo esencial en las factorías. Smith, quien gerencia una empresa que en el país tiene ingresos por encima de los $ 330 millones, señala que este modo de laborar tal vez perdure en lo que resta del año. Esa nueva forma de trabajo es uno los desafíos que impone convivir con una pandemia, que también ha generado cambios en el consumidor. El ejecutivo indica que allí también hay otros retos para las empresas.