El sector camaronero ecuatoriano ha llegado a un nivel de madurez tal que este año, de enero a agosto, exportó $ 300 millones más que el petróleo, que tradicionalmente es el primer producto de exportación del país. Su desarrollo es mostrado por el Gobierno como ejemplo ante otros productos. Sin embargo, esa misma madurez provoca un efecto contraproducente en el sector.

“No tienen precios oficiales ni de sustentación, van al mundo a competir, son resilientes, ni la mancha blanca ni la crisis de caídas de precios los han derrotado”, resaltó el ministro de Agricultura y Ganadería, Danilo Palacios, durante la inauguración de la Aquaexpo, en Guayaquil, donde el dinamismo del sector camaronero se ve reflejado en sus avances tecnológicos. La feria estará abierta hasta este jueves.

No obstante, José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA) -organizadora de la Aquaexpo-, analiza más a fondo la situación y dice que la salud de un sector económico no se mide únicamente por cuánto vende, sino por la capacidad de mantener márgenes de rentabilidad en el tiempo, y en estos momentos es justo a lo que la industria se le está haciendo más difícil a pesar de sus buenos números.

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Identifica este fenómeno que atraviesa el sector camaronero nacional como el efecto de rendimientos decrecientes.

Explica que cuando se aplican nuevas tecnologías, evidentemente, el camaronero es más eficiente y se vuelve más productivo. Sin embargo, cuando un sector llega a un cierto nivel de madurez, esas eficiencias le producen cada vez un rendimiento menor.

“Tenemos casos de productores camaroneros que a pesar de toda la tecnología que han implementado, han incrementado su volumen de producción, han incrementado su facturación en ventas, hoy su rentabilidad por libra es menor que hace tres años. ¿Qué quiere decir? Que a pesar de que produzco más, que a pesar de que invierto y que introduzco nueva tecnología, yo gano menos por cada libra que produzco”, comentó Camposano.

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En otras palabras, si el sector no hubiera invertido al nivel que lo ha venido haciendo, posiblemente hoy estarían a pérdida.

Esto es una señal de alerta porque significa que si se continúan incrementando costos, llegará un momento en que por estos rendimientos decrecientes la industria no pueda hacer frente al incremento y empiece a perder competitividad y en el caso de algunos productores estarán enfrentando pérdidas económicas.

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¿Cuáles son estos costos que suman y enfrenta el sector?

El titular de la CNA indica que a lo largo de la historia del sector camaronero han venido acumulando nuevos costos: el incremento en la mano de obra, combustibles, tarifa eléctrica y otros; sumado a que Ecuador tiene una moneda dura como el dólar que no se puede devaluar y por tanto “no pueden licuar esos costos como se hacía hace 30 años”.

José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), destacó las inversiones del sector camaronero, pero advirtió que los costos de producción se siguen sumando. Foto: Peter Tavra Franco

A pesar de ese encarecimiento señala que el sector ha respondido desde la inversión privada a través de la eficiencia que se logra mediante la implementación de nueva tecnología, aunque reitera que hay productores que a pesar de estas eficiencias, cada nueva inversión que realizan les rinde menos, aunque aclara que el efecto de los costos varía de productor en productor.

Sin embargo, indica que no hay que esperar a que los productores presenten pérdidas para tomar los correctivos.

Impacto de eliminación de los subsidios del diésel

La eliminación del subsidio al diésel automotor “es un golpe para toda la economía, pero había que hacerlo porque con un déficit fiscal no podemos operar. Ahora, es importante que las decisiones que se tomen de aquí a futuro consideren cuánto estamos afectando a los sectores económicos”, analiza Camposano.

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Este no es el primer impacto al sector que viene desde los combustibles, en el gobierno de Guillermo Lasso se eliminó el subsidio al diésel para la industria camaronera, así como a la pesquera. Eso, recuerda, le representa al sector un incremento de costos de entre $ 0,07 y $ 0,12 por cada libra producida de camarón. En tanto que la reciente eliminación de la subvención para el diésel automotor, que lo afecta por el lado del encarecimiento del transporte, suma entre $ 0,015 y $ 0,03 a cada libra producida.

“Tiene el impacto directo de la movilización de mercancías, como por ejemplo el camarón de una pesca a una empacadora, pero de ahí tiene el efecto dominó que implica en toda la cadena de valor todos los insumos que se movilizan y que tienen de alguna u otra forma al diésel como insumo y que han ido incrementando 2 %, 3 %, 5 %, etcétera”, explica.

¿Dónde Ecuador tiene costos excesivos y debe corregir?

Camposano pone de ejemplo al sector energético al asegurar que ha quedado demostrado que la inversión estatal “es lo peor que le pudo pasar”.

“Porque cuando entramos en problemas económicos en términos de las cifras fiscales, no hubo inversión en energía y tuvimos crisis energéticas. Ahí es donde el sector privado tiene que entrar a hacer las inversiones y el Estado salirse, para manejar un sistema energético, un servicio energético eficiente”, recomienda.

Agrega: “Hasta ahora el Ecuador ha sido muy reacio en soltar, y no me refiero a esta administración nueva. En soltar las amarras de sectores en los que ha quedado demostrado que el Estado ha sido ineficiente y esas ineficiencias son parte de los costos que tiene que asumir el sector privado”, concluyó. (I)