Los emprendimientos sostenibles son aquellos que tienen en cuenta los aspectos ambientales, sociales y económicos en su toma de decisiones y operaciones, buscando minimizar su impacto negativo y maximizar su impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.

Nos referimos a la creación y desarrollo de empresas que no solo consideran su rentabilidad económica, sino que también priorizan otros tipos de beneficios, como el impacto social y ambiental. En este sentido, el emprendimiento sostenible intenta equilibrar tres aspectos fundamentales: la Creación de valor económico, la protección del medio ambiente, y la promoción de la equidad social.

El enfoque de estos negocios suele estar alineado con el tema social, por ejemplo, cuando el negocio se centra en la resolución de problemas sociales como la pobreza, la falta de acceso a servicios básicos, la exclusión social o la discriminación, etc.

Pero también existen negocios que se alinean mucho más con la parte ambiental, en esta categoría entrarían los emprendimientos basados en la protección del medio ambiente y la conservación de los recursos naturales. Los emprendimientos sostenibles de este tipo tienen por objetivo reducir la huella ecológica en sus negocios, promoviendo además prácticas sostenibles en sus actividades.

Varias empresas en el Ecuador están interesadas en promover el nacimiento y fortalecimiento de este tipo de negocios, pues en el mediano y largo plazo podrían formar parte de su cadena de suministro. Por otra parte existe una creciente ola de recursos financieros orientados a la sostenibilidad, se enmarcan los créditos “verdes” que progresivamente han venido impulsando los ecosistemas institucionales de financiamiento, y que en América Latina cada día son ofrecidos por un mayor número de instituciones.