Las dos gigantescas esferas de acero de 3.200 toneladas de GLP (gas licuado de petróleo) cada una que se asientan en lo alto del sector de Chaullabamba, en Cuenca, y que presentan riesgo de hundimiento, serán trasladadas al sector del terminal de El Chorrillo, a cinco kilómetros de Pascuales, en la provincia del Guayas, en los próximos meses.