Eliminar ambigüedades del proyecto de Ley para la Defensa de los Animales es una de las sugerencias del sector productivo. Si bien varios textos fueron eliminados del proyecto ante los múltiples cuestionamientos, desde el sector indican que todavía quedan temas que generan preocupación, por ejemplo, en la cadena productiva del cuy.
El pasado 15 de julio fue aprobado el informe del proyecto de Ley Orgánica para la Protección y Defensa de los Derechos de los Animales en la Comisión de Biodiversidad y Recursos Naturales para primer debate en el pleno de la Asamblea Nacional.
Del proyecto original se eliminaron 49 textos que hacían parte de 45 numerales contenidos en once artículos y cuatro disposiciones. Esto generó el reclamo del colectivo LOA (Ley Orgánica Animal). Entre lo que se eliminó están:
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- Prohibiciones específicas de exhibir las carcasas enteras de animales no humanos recién faenados, colgados o cocinados en el espacio público, vitrinas o locales comerciales
- Cocinar o colocar animales no humanos vivos vertebrados o invertebrados en recipientes de agua hirviendo.
- Comercialización, importación o producción industrial de productos que contengan pluma, carcasas, caparazones, piel, cuero o pelaje de animales no humanos.
Rodrigo Gómez de la Torre, representante del Colectivo Bienestar Animal, indica que el informe de la Comisión “es bastante más equilibrado” y que “si bien se han retirado muchas de las distorsiones, en realidad todavía quedan ciertos temas que están generando cierta preocupación” y están en el proceso de identificarlos.
El informe “tiene una visión mucho más integral que la propuesta inicial y que conjuga diversos principios alrededor de un escenario, que como siempre lo dijimos es multidimensional y no solo involucra el dominio de lo animal”, indicaron en un comunicado desde el sector productivo, entre ellos, la Asociación de Productores de Alimentos Balanceados (Aprobal), la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave) y la Cámara de Industrias y Producción.
De los temas ya identificados, Gómez de la Torre señala que lo primero que se debe eliminar del proyecto son las ambigüedades, esto porque a su criterio no puede quedar a la discreción, a la discrecionalidad de una autoridad de turno los principios rectores con respecto a derechos de los animales, eso sí, siempre tener claro el mandato de la Corte Constitucional, los derechos de los animales no son equiparables de los derechos de los seres humanos.
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Esto porque -dice- que uno de los temas que se pretendió hacer con el primer proyecto de ley presentado por la Defensoría del Pueblo era a través del lenguaje y articulado equiparar entre humanos y animales.
Entre las otras observaciones del proyecto, según Gómez de la Torre, son:
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- El tema de transporte de animales, lo cual considera que se requiere mucho trabajo.
- Le preocupa de sobremanera definiciones no claras, todo lo que tiene que ver con fauna marina y acuática, sea esta silvestre o para consumo y cree que ahí todavía mucho trabajo que hacer en este documento. “Es una mejora sustancial a lo que teníamos anteriormente, pero todavía encontramos algunas contradicciones”.
- Los temas que tienen que ver con indeterminaciones en la ley o aspectos que no queden perfectamente claros son puertas abiertas para atentar contra cualquier tipo de actividad económica.
- La ley todavía mantiene prohibiciones generales, cuando se debería determinar prohibiciones específicas de acuerdo a cada clasificación de animales de acuerdo a su destino.
El tema de las prohibiciones también genera preocupación al representante legal de la empresa Mr. Cuy, Galo Tenezaca, quien indica que ha revisado los 49 textos que se han retirado de la ley, pero se siguen manteniendo prohibiciones para animales de consumo.
Ecuador apuesta por cuy fresco para ganar el mercado que tiene este producto en Estados Unidos
Tenezaca explica que en la cadena productiva del cuy la partida arancelaria que tiene Estados Unidos para exportar este producto uno de los requisitos es el control de la salmonelosis, que es un problema sanitario que tienen los cuyes, cuando no se cuidan ciertos parámetros, y al no poder controlar esto -porque requiere el uso de antibióticos y otras sustancias y se prohíbe en el proyecto- les afectaría.
“No podría controlar, cumplir, cuidar, sobre esta problemática que tiene el cuy y al no poder cumplir esto, lamentablemente no voy a poder continuar exportando el cuy, esto es puntual”. Y agrega que han pedido a los asambleístas de Azuay que les permita comparecer ante la Comisión Biodiversidad y Recursos Naturales de la Asamblea Nacional y exponer sus argumentos.
Tenezaca comenta que ha solicitando una ley actual sobre centros de faenamiento, pero desde un carácter técnico y no ideológico, para así evitar estas confrontaciones, “por no haber sido partícipes todos quienes están involucrados en el tema de este tipo de leyes que llegan a regular y afectan las cadenas productivas, en este caso la cadena productiva del cuy que es algo que está iniciando y tener este tipo de trabas” sí afecta.
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El sector productivo, en su comunicado que también incluye la academia, gremios de profesionales y distintas organizaciones relacionadas con el comercio, bienes y servicios, exhortan a la ciudadanía “para que permanezca alerta a la evolución de este proceso que devendrá en la creación de una ley orgánica que debe garantizar el respeto a los derechos de los animales, al igual que el respeto a la seguridad alimentaria, la lucha contra la desnutrición infantil, la generación y el cuidado del empleo, la seguridad jurídica y la identidad cultural de la nación y el concepto de una sola salud”. (I)
