En enero de 2008 se colocó la primera piedra del complejo hidroeléctrico Toachi Pilatón, una obra que ha afrontado múltiples retrasos e inconvenientes por problemas con contratistas, así como aumentos de presupuestos. La construcción oficial arrancó en 2011, pero el proceso se interrumpió. Catorce años después, este jueves 10 de abril de 2025 el proyecto es inaugurado oficialmente.
El viceministerio de Electricidad y Energía Renovable, Fabián Calero, dijo que todo el complejo entró en operación comercial desde el 1 de abril. Indicó que el proyecto terminó costando alrededor de $ 1.000 millones desde que se inició, incluyendo todos los incrementos de presupuestos que se dieron a lo largo de los años.
El viceministro también destacó que el año pasado el Gobierno retomó el proyecto que estaba prácticamente paralizado y abandonado. Para reactivar las obras se negoció con la empresa rusa Tyazhmash y se reprogramaron los cronogramas. Afirmó que desde entonces se cumplieron los plazos.
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Además, señaló que hubo que superar problemas técnicos, operativos, con conflictos legales y administrativos, así como reclamos de contratistas. Responsabilizó que los problemas se dieron por la terminación unilateral del contrato en marzo de 2017.
“Contra todo pronóstico de los agoreros del desastre, muchos de los cuales son los responsables de que este proyecto se haya tardado casi quince años en su construcción, el nuevo complejo hidroeléctrico Toachi Pilatón ya es una realidad y se encuentra al servicio de los ecuatorianos aportando con 254,4 megavatios al Sistema Nacional Interconectado”, resaltó.
Toachi Pilatón fue concebido en la década de 1960. Se encuentra entre las provincias de Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas y Cotopaxi. Aprovecha las aguas de los ríos Pilatón y Toachi, que se encuentran en la vertiente occidental de la cordillera de los Andes. Su ubicación es estratégica, ya que complementa a la cuenca oriental.
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El complejo en total tiene una capacidad de generación de 254,4 megavatios (MW) y está compuesto por las centrales:
- Sarapullo: 49 MW con tres turbinas de 16,3 MW cada una.
- Alluriquín: 204 MW con tres turbinas de 68 MW cada una.
- Minicentral Toachi: 1,4 MW.
La primera en entrar en operación comercial fue la central Sarapullo, en marzo de 2023.
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A finales de noviembre de 2024 se realizaron las pruebas mecánicas de la primera turbina de la central Alluriquín. En diciembre empezaron a producir energía dos turbinas y para enero de 2025 ingresó la tercera. Calero confirmó en la inauguración que la minicentral también está operativa.
Gustavo Sánchez, gerente general subrogante de la Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec), agregó que el proyecto se retomó gracias a la intervención de la Procuraduría General del Estado (PGE), lo que permitió llegar a acuerdos con los contratistas y acelerar los tiempos de entrega.
Dijo que la conclusión de los trabajos también incluyó el cumplimiento de las observaciones establecidas por la Contraloría, como fue la impermeabilización de la presa Toachi, la corrección del tramo del túnel de carga Alluriquín, la reparación de la chimenea de equilibrio Alluriquín, entre otras. “Fueron fallas constructivas que no se observaron por los gobiernos del pasado ni por la excontratista”, señaló.
Desde que la central entró en operación comercial, el 1 de abril, hasta el momento ha generado más de 191.306 MWh de energía, lo que equivale a un promedio mensual de 67.768 MWh, indicó Sánchez.
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“Las terminaciones unilaterales de los contratos también derivaron en cuantiosas demandas”, describió el gerente de Celec sobre las complicaciones legales que ha tenido el desarrollo del complejo hidroeléctrico.
Azat Satikov, gerente y representante legal de la empresa rusa Tyazhmash, reiteró que los cronogramas se pudieron adelantar al menos cinco meses antes del plazo previsto.
Explicó que el complejo posee protecciones especiales para grandes sedimentos, que contribuyen a que la central opere sin riesgo de paralización. Aclaró que el proyecto no ha tenido problemas por sedimentos.
Problemas con contratistas dilataron la obra
El primer contrato para el desarrollo del complejo se firmó en diciembre de 2007 entre la empresa Hidrotoapi S. A. y la constructora brasileña Norberto Odebrecht, por un monto de $ 336 millones. El proyecto estaba pensado con una capacidad de generación de 228 MW.
Las obras preliminares se iniciaron en enero de 2008 y se estimaba que terminen en cuatro años. Pero en septiembre de ese mismo año el entonces presidente Rafael Correa expulsó del país a Odebrecht, por fallas en la central hidroeléctrica San Francisco, que también estaba a cargo de la firma.
Central Sarapullo, parte de Toachi Pilatón, produjo 168.840 MWh en su primer año
Hidrotoapi terminó la relación con la constructora brasileña en 2009. Luego contrató a la compañía Lombardi, que realizó los estudios definitivos del proyecto, de acuerdo con información de la Celec.
Hidrotoapi se convierte en empresa pública y en octubre de 2010 firmó un contrato con la empresa estatal rusa Inter Rao para las obras electro e hidromecánicas, cuya ejecución se inició en septiembre de 2011.
Para las obras civiles, Celec, a través de Hidrotoapi, contrató en diciembre de 2010 a la empresa China International Water & Electric Corp. (CWE), que empezó los trabajos en mayo de 2011, los cuales debían culminar en 2014.
Hubo varias prórrogas. En 2022 Celec decidió terminar unilateralmente el contrato con CWE, luego de haberse detectado fallas estructurales. La Corporación declaró a la empresa como contratista incumplida al no resolver los inconvenientes.
Para ese año las obras civiles presentaban un avance de más del 80 %. Tras la salida de la compañía china, en 2023 Celec adjudicó el proyecto al Cuerpo de Ingenieros Civiles del Ejército, que continuó con los trabajos pendientes.
Con Inter Rao la relación se rompió en 2017, cuando la empresa quedó fuera del proyecto después de que Correa dispuso la terminación unilateral del contrato debido a demoras en los trabajos. La compañía rusa emprendió un proceso de arbitraje internacional contra el Estado.
En 2019 Ecuador firmó con la empresa rusa Tyazhmash un contrato para terminar la construcción y el equipamiento técnico de la central hidroeléctrica, que para entonces llevaba abandonada más de dos años.
En ese momento Toachi Pilatón presentaba un avance del 98 % en la obra civil y del 65 % en el equipamiento hidroeléctrico y mecánico.
A inicios de 2024, Tyazhmash pidió un incremento en el precio del contrato, pactado previamente, comprometiendo la continuidad de las obras.
Para septiembre de 2024 Celec, a través de Hidrotoapi, firmó un acuerdo parcial con Tyazhmash para culminar la construcción. El complejo tenía un avance del 96,03 % en la obra civil y 96,74 % en la instalación de componentes electromecánicos.
La Contraloría General del Estado (CGE) ha realizado varios exámenes especiales, en los que ha encontrado numerosas irregularidades en torno al proyecto hidroeléctrico Toachi Pilatón. En abril de 2024, la entidad informó que identificó un posible perjuicio al Estado por casi $ 1 millón.
La entidad “predeterminó responsabilidades civiles culposas” valoradas en $ 974.568 en contra de tres funcionarios y un contratista que prestaron servicios entre el 1 de enero de 2017 y el 31 de diciembre de 2020 en la Corporación Eléctrica del Ecuador. (I)