En los últimos días se reactivaron las preocupaciones de organismos ambientales sobre la presencia de flota extranjera en aguas del océano Pacífico, cerca de la Zona Económica Exclusiva de las islas Galápagos.

Anualmente se ha vuelto un evento recurrente por el impacto ambiental que tendría en el archipiélago.

En 2017, un barco chino de la flota pesquera fue confiscado y su tripulación detenida por haber ingresado en la reserva marina de Galápagos con una enorme carga ilegal de varias especies de tiburones en peligro de extinción.

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En agosto del año pasado hubo más de 320 barcos cerca de la reserva marina.

Comité del Mar analizó la situación de embarcaciones extranjeras en las cercanías de Galápagos

El pasado viernes, las autoridades diplomáticas ecuatorianas y chinas sostuvieron una reunión virtual para hablar de la situación. La delegación extranjera reiteró su voluntad de respetar los acuerdos internacionales, la soberanía de Ecuador y mantener un estricto control sobre sus naves.

En un comunicado de la Cancillería se indicó que Ecuador propuso establecer un mecanismo de intercambio de información científica entre expertos de ambos países para coadyuvar el proceso de toma de decisiones sobre implementaciones de moratorias y otras medidas de protección de los recursos marinos, así como la de ampliar la cooperación para incluir el tema de manejo de desechos en las islas.

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Otro de los puntos tratados fue sobre las propuestas de Ecuador en la Organización de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur (OROP-PS) con respecto al incremento de observadores a bordo en las embarcaciones en altamar.

“El mecanismo de diálogo diplomático y técnico establecido con China y el excelente estado de las relaciones bilaterales permiten un diálogo sincero y constructivo entre ambos países, en el marco de la asociación estratégica integral para la búsqueda de soluciones con respecto a los intereses del Estado ecuatoriano”, indicó la Cancillería.

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A fines de junio, el ministro del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Gustavo Manrique, señaló que en caso de que los barcos irrumpan los límites se los identificará y se tomarán acciones pertinentes. También dijo que el Gobierno monitorea de manera permanente las embarcaciones y realiza controles aéreos, náuticos y tecnológicos.

La presencia en altamar de flota extranjera no es ajena a otros países ya que esta se moviliza por la región en diferentes temporadas del año dependiendo de la migración de los peces.

¿Qué pueden hacer los países ante la presencia de flota extranjera pesquera en altamar?

En mayo pasado, en entrevista con Diario EL UNIVERSO, el canciller Mauricio Montalvo había señalado que se debía expresar la preocupación “en el diálogo bilateral con ellos y también en los foros multilaterales. El punto es que, de acuerdo con la Convemar, el régimen de las aguas internacionales es régimen internacional, que no nos permite aplicar sanciones”.

La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar) indica en su artículo 87 que la altamar está abierta a todos los Estados, sean ribereños o sin litoral y que estos tienen derecho a libertad de pesca, navegación, sobrevuelo, tender cables submarinos, entre otros. Mientras que el artículo 118 establece que los Estados “cooperarán entre sí en la conservación y administración de los recursos vivos en las zonas de la altamar”.

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Para Infobae, el abogado César Llivichuzca refirió que se puede crear un área marina fuera de la jurisdicción estatal que permita proteger las especies, sin embargo, este instrumento legal aún no ha sido aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

La Cámara Nacional de Pesquería plantea tres medidas para frenar la pesca ilegal, una de estas es prohibir los trasbordos en altamar, observadores a bordo y prohibir barcos suministradores. (I)