Daniel Lema busca con una pala a su familia bajo toneladas de tierra y rocas que cayeron de montaña en Alausí

Alausí, CHIMBORAZO

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Daniel Lema estaba estudiando en Riobamba cuando el cerro ubicado atrás de su casa, en Alausí, cedió y aplastó a once miembros de su familia.

La desgracia ocurrió la noche del domingo y sepultó casas de la periferia de este cantón de Chimborazo. Siete personas fallecieron y 64 están desaparecidas.

El universitario tomó un carro e inmediatamente se trasladó al barrio Nuevo Alausí, pero cuando llegó solo encontró toneladas de escombros donde estaba su vivienda.

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Sus padres, sus hermanos, su cuñada y sus cuatro sobrinos estarían bajo los escombros. No hay rastros de ellos.

Daniel busca con desesperación. Trata de contener las lágrimas mientras sube al cerro y empieza a remover la tierra donde calcula estaba su casa.

Él, su cuñada Yolanda y la hija mayor de ella son los únicos allegados que le quedan.

Yolanda está desde hace tres años en Estados Unidos, no tiene papeles y a distancia llora porque entre los escombros están su esposo, Javier Lema, y sus niños Andrés, de 12 años, y Juan José, de 7.

Yolanda tiene contacto con su hija adolescente, Andrea Vallejo, quien vivía a unos 50 metros, en la casa de su hermana.

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La joven sobrevivió milagrosamente con su tía. Su casa de tres pisos quedó en escombros.

“Escuchamos la alarma y bajamos para salir de la casa, pero antes de llegar a la planta baja ya nos cayeron las rocas y tuvimos que regresar arriba. Al final salimos por la terraza”, relata Andrea mientras abraza a su tía Mercedes.

Ellas rezan para que Andrés y Juan José estén vivos.

Andrea dice que su madre está destrozada.

Se cree que hay 50 millones de metros cúbicos de tierra que cayeron por el deslave.

Los bomberos que han llegado de diferentes partes del país rastrean a los desaparecidos en un área de 250 hectáreas.

En medio de la desesperación, familias de desaparecidos piden que se trasladen maquinarias para poder sacar los escombros. (I)