Esmeraldas

El desbordamiento de un río y las lluvias ocasionaron deslizamientos y socavón en caminos vecinales e inundación de viviendas en los cantones Atacames y Muisne, en el sur de la provincia de Esmeraldas.

Finqueros del recinto Antenas de Chipa reportaron deslizamientos de tierra en el camino vecinal Quitito-Galera, en Muisne.

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Simón Valdez, dirigente comunero, pidió al Gobierno Provincial de Esmeraldas la intervención de este camino rural que une a las parroquias Tonchigüe y Galera. Los bloqueos por deslizamientos impiden el tránsito en vehículos, principalmente a los agricultores y ganaderos de la zona.

Mientras, un socavón se ha originado por las lluvias en el recinto Abdón Calderón, en la carretera costanera Galera-Cabo de San Francisco.

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El tránsito vehicular permanece restringido con el riesgo de suspenderlo en caso de que se destruya la mesa asfáltica de este camino, según habitantes del lugar.

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A este daño se suma el colapso que sufrió el puente carrozable en el estero Cabo de San Francisco, el 3 de este mes.

Freddy Sosa, morador, subió en redes sociales un video en el que comenta las dificultades y riesgos de las personas que obligadamente pasan por unos tramos metálicos y madera acumulada sobre el puente cuando la marea está baja.

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“Los habitantes de Tongora, Tongorachí, Caimito y otros recintos estamos incomunicados con la ciudad de Muisne y las autoridades no hacen nada para reparar el puente”, se escucha en el video.

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Las lluvias en Muisne ocasionaron también la suspensión del servicio eléctrico por veinte horas y se restableció la noche de este jueves, relató Jairo Chila, morador.

La novedad se produjo por un deslizamiento con caída de árboles que averió la línea de transmisión entre las subestaciones El Salto y Muisne, informó CNEL EP.

Mientras, en Súa, Tonchigüe y Atacames algunas casas se inundaron por la creciente de los ríos y acumulación de aguas lluvias.

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Oswaldo Pinargote, dirigente del barrio Colinas del Sol, de Tonchigüe, dijo que el agua ingresó a las casas, como ha sucedido en otros inviernos.

En Quinindé se ha organizado la recolección de ayuda humanitaria para las familias que sufrieron inundaciones por la creciente del río Blanco, el lunes de esta semana.

Una de las zonas afectadas fue el recinto Bola de Oro, donde el agua subió un promedio de tres metros, según Alicia Rosado, quien con su esposo y sus tres hijos subieron a una parte alta del terreno donde viven para salvarse.

Las familias Vivanco Baloy, Valencia Segura, Valencia Huerta y Segura Valencia dijeron haber perdido gallinas, cerdos, sembríos de cacao, plátano, maracuyá y otros.

Stalin Valencia Segura (66 años), otro de los afectados, reveló que con sus cinco hijos lograron salvarse con llantas que las usaron como flotadores salvavidas.

El Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas atendió un promedio de 70 emergencias por inundaciones y las lluvias, reveló Miguel Perea, jefe provincial bomberil.

Las alertas se reportaron a través del ECU911 en las islas Luis Vargas Torres, Roberto Luis Cervantes, Pianguapí, El Pan, El Mono, barrio Lindo, Minas, Chigüe y en Quinindé, donde los bomberos trabajaron con dos embarcaciones anfibias para el traslado de las familias en riesgo por el desbordamiento del río Blanco.

Marco Girón, jefe político, dijo que se canaliza la ayuda humanitaria con la Secretaría de Gestión de Riesgos y el MIES, pero no hay un dato oficial de familias damnificadas por la emergencia de esta semana. (I)