La Maná, COTOPAXI

“Este pueblo tranquilo cualquier rato se convertirá en un infierno por todo lo que está pasando”, dice Juan Carlos Díaz, habitante del cantón La Maná, donde la noche del martes una turba de más de 2.000 manifestantes protestó en la parte exterior de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC).

El grupo llegó decidido para ajusticiar a cinco presuntos delincuentes acusados de extorsionar a un médico y pedía a los uniformados que los entreguen.

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Los lamanenses dicen estar cansados de los secuestros y extorsiones. “La gota que derramó el vaso” fue el secuestro de un médico de la localidad, ocurrido la noche del lunes. Según vecinos del cantón, los delincuentes pedían 20.000 dólares por su liberación.

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Los delincuentes habían estudiado la rutina del médico y se lo llevaron a la fuerza cuando llegaba a un gimnasio ubicado en la calle 19 de Mayo.

Agentes de la Unidad Antisecuestro, al conocer del caso, se activaron y durante el rescate del médico, realizado la tarde del martes, lograron la captura de un adolescente en la avenida Amazonas y San Pablo, y otros cuatro hombres para averiguaciones.

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Pablo Velásquez, coronel de la Policía de La Maná, indicó que existe desinformación sobre lo que realmente aconteció.

El agente dijo que de los cinco hombres que fueron aprehendidos en el momento del rescate del médico, solo el adolescente estaría, al parecer, involucrado en el secuestro.

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Los otros cuatro ciudadanos que fueron detenidos para investigaciones habrían sido “curiosos que estaban en el lugar en el momento del operativo, debido a ello se los puso en libertad, solo el menor permanece aprehendido a orden de la autoridad competente por el delito de secuestro y extorsión”, precisó el uniformado.

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Velasco además aclaró que los secuestradores no pedían 20.000 dólares, pero sí la entrega de una caja fuerte, situación que conoce la Unase.

“Pese a que se les explicó a la comunidad que el menor no estaba en la UPC, ellos insistieron en que se lo entregue y reaccionaron agresivamente lanzando piedras y palos”, dijo Velasco, precisando que fue necesario el apoyo de la Unidad de Amotinamiento del Orden (UMO) de Quevedo y militares del GFE 26 Cenepa de Quevedo.

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Sobre lo ocurrido, los comerciantes de La Maná prefieren no hablar de manera abierta, temen las represalias, sin embargo, extraoficialmente indican que los secuestros y extorsiones son recurrentes.

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Juan Carlos, ciudadano lamanense, dice que se debe perder el miedo y unirse para evitar que crezca este tipo de delitos.

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“Si el pueblo fuera unido, nadie tuviera miedo de hablar, se expondría lo que realmente está pasando (…). Ayer otra persona fue secuestrada, pero la gente no pone la denuncia porque las autoridades no hacen nada y si la Policía los detiene, fiscales y jueces los sacan en libertad”, indicó Juan Carlos.

El nuevo secuestro expuesto por Juan Carlos fue confirmado por el coronel Pablo Velásquez, aunque la Policía investiga el caso como una desaparición.

Esta vez, la víctima estaba realizando trabajos de albañilería cuando fue llevada a la fuerza por sujetos que se movilizaban en un auto, el caso ocurrió la tarde del martes cerca de la Universidad del Cotopaxi.

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“La gente dice que existen bastantes extorsiones, pero en la Fiscalía no consta este tipo de denuncias, la ciudadanía prefiere negociar con los delincuentes”, refirió Velásquez, quien hace un llamado a la comunidad para que denuncie los hechos.

En redes sociales se divulgó la noche del martes, horas después del incidente en la UPC, sobre los disparos que un hombre realiza contra una vivienda ubicada en el sector La Virgen.

Sobre esto, la Policía dijo que se trataría de un caso de intimidación debido a que el dueño de casa estaría, presuntamente, recibiendo amenazas y extorsiones. (I)