Ambato
El Municipio de Ambato trabaja en el análisis de las quebradas de esta localidad con el propósito de identificar cuáles son las más afectadas. Adicionalmente el cabildo prevé contratar una consultoría para obtener un diagnóstico de las 17 quebradas que pasan por el casco urbano y que significarían algún riesgo para la población.
Así lo dio a conocer Miriam Tapia, jefa (s) de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) del Municipio de Ambato, quien señaló que con la consultoría se verificarán amenazas y se verán vulnerabilidades.
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Ella contó que en el 2020 se hizo un diagnóstico en tres quebradas principales, en las que se determinaron problemas como hundimiento de la calzada o infraestructura con poco de desplazamiento.
De ahí, dijo ella, nace la necesidad de hacer la consultoría de todas las que entran al casco urbano.
La funcionaria lamentó que por los rellenos, las quebradas se hayan perdido en el casco urbano de la ciudad, pero no así en las partes altas.
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“Por esa razón queremos mitigar los riesgos, queremos evitar que pase lo que pasó con el aluvión en La Gasca, Quito, porque al pasar por el casco urbano hay asentamientos humanos que están sobre los rellenos de las quebradas, queremos adelantarnos antes de un evento”, expresó Tapia.
Los resultados de la consultoría estarían en unos ocho meses, luego se harán zonificaciones, campañas y se implementarán sistemas de alerta temprana con sensores pluviométricos para trabajar en conjunto con la comunidad, para que cuando se vea que sube el cauce de las quebradas se activen las alarmas con el fin de evacuar.
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A base de los rellenos antitécnicos de las quebradas lo que buscan los propietarios de las viviendas colindantes es aumentar las áreas de los terrenos, lo cual a futuro es causa de riesgo, problema y vulnerabilidad, aseveró la funcionaria.
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Fernando Ruiz, presidente del barrio Colinas del Norte, aseguró que en la quebrada Pisocucho se hizo un colector, pero advirtió que hay algunas fallas, porque al ingreso del canal el diámetro es muy pequeño, por eso temen que con una lluvia fuerte no vaya a ser suficiente para recoger el caudal de agua pluvial.
“Esto en algún momento va a ser un problema como pasó en La Gasca, porque sabemos que las quebradas tienen memoria y en algún momento las aguas lluvias van a buscar el cauce natural. Ya nos pasó hace unos cinco años que hubo un colapso con inundación, por esa razón pedimos que no se deje el metro y medio en el comienzo del canal, sino los 3 metros como es en otras partes”, refirió él.
El dirigente añadió que aunque se dividió el sistema sanitario para que por una parte vaya el alcantarillado de las aguas servidas y por otro la corriente pluvial, eso no mitiga los problemas que hay.
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“Por eso incluso como moradores aparte de la canalización normal pusimos tubos más grandes para reducir los riesgos de un colapso”, aseveró al lamentarse que al filo de la quebrada Pisocucho hay incluso casas que fueron construidas hace muchos años. (I)
