La Transformación Digital se refiere al acelerado proceso de adopción, adaptación y uso intensivo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para mejorar la eficiencia, alcance y eficacia de procesos existentes, así como para la creación de nuevos bienes, servicios o mercados. Esto genera una creciente demanda de profesionales capacitados. ¿Dónde y cómo se forman estos profesionales en Ecuador?
En el ámbito de las TIC, es común la obtención de certificaciones o la realización de cursos especializados de corta duración, que se convierten en una norma a lo largo de la carrera profesional. Sin embargo, Ecuador también cuenta con una amplia oferta académica formal en este campo. Según el Consejo de Educación Superior (CES), existen 645 programas de educación superior en TIC, con una mayor concentración en Tecnologías Superiores (238) y Maestrías (171). Sin embargo, solo hay cuatro programas de doctorado, lo que limita la generación de conocimiento.
Como parte de una investigación iniciada en 2022, cuyos resultados se encuentran en el artículo científico “Ampliando la brecha, recargando la dependencia: la economía política de los datos y la construcción de capacidades de IA en América Latina” publicado en la revista Globalizations, se identificaron diversos desafíos en la formación de especialistas en IA en Ecuador.
1. Deficiencias en conocimientos previos de matemáticas y estadística.
2. Enfoque limitado en la enseñanza de programación.
3. Limitaciones en acceso a infraestructura y datos.
4. Ausencia de formación en el impacto social y ético de la IA.
Para países como Ecuador, que no se encuentran en la frontera del nuevo conocimiento, estas deficiencias representan un obstáculo comparable a la falta de formación en estadística. La carencia de herramientas conceptuales y experiencia en la toma de decisiones con criterios éticos y legales puede tener consecuencias significativas en el desarrollo de la IA. No se trata solo de que los especialistas en IA tomen decisiones sobre datos personales, sino de que, por ejemplo, comprendan la necesidad de realizar pruebas unitarias en un código generado por IA para evitar comportamientos inesperados o de que no confíen ciegamente en herramientas automatizadas sin documentar adecuadamente los proyectos. Además, sin un entorno donde la formación se conecte con la investigación, dificilmente se podrán generar profesionales competitivos. En ese sentido, el reto es claro: fortalecer la formación en IA no solo desde lo técnico, sino también desde una perspectiva crítica y ética, para generar más innovación.