Loja
La fe movilizó este fin de semana a Loja a miles de seguidores de la Virgen del Cisne. De diferentes provincias llegaron fieles para unirse este sábado al último tramo desde Catamayo a Loja.
La imagen salió el pasado 17 de agosto desde su Santuario en El Cisne acompañada de miles de devotos que recorrieron caminando tres tramos: El Cisne - San Pedro de la Bendita, con una noche de descanso, San Pedro de la Bendita - Catamayo con dos noches de descanso y Catamayo - Loja que suman alrededor de 72 kilómetros de distancia.
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José Torres llegó desde Quito para acompañar la romería. Arribó la noche del viernes y se quedó en Catamayo para salir temprano y encontrarse con el paso de La Churonita.
Una eucaristía de despedida se desarrolló en los exteriores de la iglesia María Auxiliadora de Catamayo a las 05:00 de este 20 de agosto y luego de una hora la urna celosamente custodiada salió rumbo a Loja.
Vestida de un traje blanco que lleva en su delantera el escudo de Ecuador, la imagen fue transportada en hombros en una urna de cristal y aluminio, bajo el custodio de la Policía Nacional y los denominados “gancheros” oriundos de la parroquia El Cisne.
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Hay seguidores que iniciaron la peregrinación desde el mismo 17 y este sábado seguía con fervor la ruta.
Un número mucho mayor abarrotó desde ayer los andenes y exteriores de la Terminal Terrestre en Loja tratando de abordar un transporte que los lleve a Catamayo para pernoctar ahí y salir muy temprano acompañando a La Churonita.
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En las vías desde Loja a Catamayo, en horas de la mañana, cientos de caminantes pretendían llegar al menos a su encuentro, ya que no pudieron llegar a Catamayo.
Para esta jornada se estimaba que cerca de medio millón de personas se unan a la romería.
“Quisimos llegar a Catamayo, pero ya no pudimos, estamos caminando desde la madrugada, ojalá podamos encontrarla y verla”, dijo Mari Condoy.
Esther Manosalvas, quien llegó del centro del país, se unió por primera vez a la romería y dijo que lo hacía para agradecer por la salud. Indicó que prometieron acudir a la procesión durante 10 años.
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En el camino de empinadas curvas, el frío se iba sintiendo más cuando se llegaba a la geografía de más altura. El cansancio se refleja en los rostros de los caminantes, pero lo hacían para cumplir una penitencia o simplemente por fe.
Toda la vía desde Catamayo a Loja fue cerrada al tránsito vehicular desde la medianoche para facilitar el caminar de los romeriantes.
Pasadas las 13:00 empezó nuevamente la caminata, y es en este tramo donde se veían la mayor parte del trabajo de las entidades de socorro, pues debían ayudar a los caminantes que trataban de sobrellevar el frío y el cansancio.
Las historias de devoción por necesidad, agradecimiento o tradición se han repetido en toda la romería.
La imagen tenía previsto llegar a Loja a las 17:00 y ser recibida por el alto mando de las Fuerzas Armadas en esta región. En la Zona Militar, en un pequeño pero imponente acto, recibe los más altos honores castrenses como “Generalísima” de las Fuerzas Armadas.
Luego de una misa en el lugar, el plan es trasladarla hasta la Puerta de entrada a la ciudad, y hacer su entrada triunfal en medio del aplauso de los presentes y la entonación de cánticos religiosos.
Allí se la cambiará en su vestimenta de viajera e iniciará su recorrido por la calle 18 de noviembre, cuyos vecinos han engalanado sus balcones y entradas para recibirle como una reina. (I)