Los cinco migrantes que salieron de la provincia del Cañar a inicios de marzo continúan desaparecidos. Los han buscado en cárceles y hospitales, pero no han tenido éxito. Ellos viajaron por mar y se perdieron en Las Bahamas.

Los viajeros no aparecen desde el 7 de marzo y recién el 11 de ese mismo mes dieron aviso a las autoridades. Sin embargo, Íngrid Ordóñez, coordinadora zonal 6 del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, comentó que aún no se sabe dónde están.

Dijo que mantienen constantes comunicaciones con los consulados de Ecuador en Miami, República Dominicana, Bahamas y Cuba, pero hasta ahora no les han dicho si están presos, detenidos o en el peor de los casos, fallecidos.

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De los cinco migrantes desaparecidos, cuatro pertenecen a la misma familia que reside en las comunidades de Zhizhiquin, Llimpy y Sageo, de los cantones Azogues y Biblián. La otra persona que no aparece residía en el cantón La Troncal.

El viaje pactado entre los coyotes y los ciudadanos consistió en llevarlos desde Guayaquil hasta Panamá, avanzar hasta Las Bahamas y de ahí a Miami. Todo esto con el objetivo de evitar que crucen a pie la frontera entre México y Estados Unidos.

Según Ordóñez, a diario están en contacto con la familia de los migrantes desaparecidos quienes se muestran desesperados ante la incertidumbre por desconocer el paradero de sus allegados.

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Operativo

La madrugada de este lunes cinco ciudadanos que viven en Cuenca, Loja y Quito fueron detenidos por estar presuntamente involucrados en el delito de tráfico ilegal de migrantes o coyoterismo.

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Leonardo Amoroso, fiscal del Azuay, contó que un caso corresponde al año 2018 por la muerte de Johnatan José Sánchez Andrade, de 20 años de edad, quien salió desde la provincia del Cañar luego de pagar al coyote $ 14.500.

A los pocos días de iniciado el viaje Miguel Ángel S. llamó a Magdalena Andrade, madre del joven migrante, para decirle que su hijo se quedó a cuatro horas de Houston, Texas. Luego una patrulla fronteriza reportó el hallazgo de una billetera y unos restos que luego de los exámenes de ADN se determinó que correspondían a Johnatan José Sánchez Andrade. El caso se inició por denuncia de la madre.

Mientras, los otros tres detenidos corresponden a una segunda investigación y fueron identificados como Manuel B.; Priscila B. e Iván J., quienes estarían involucrados en el viaje y posterior deportación de Álex Santiago Mejía, quien pagó $ 30.000 para viajar sin visa a Estados Unidos.

Según se conoció, Manuel B. habría sido el primer contacto y por eso se lo detuvo en su casa ubicada en la parroquia rural de Quingeo en Cuenca, mientras que Priscila B. e Iván B. habían sido los cobradores. Ellos vivían en Loja y Quito, respectivamente.

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Por ahora se está tomando su versión de los hechos para iniciar o no una etapa de juicio. (I)