Mujeres buscan la igualdad salarial y oportunidad laboral

Este Diario viene presentando información sobre los Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), que son un llamado a la acción global para acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas disfruten de paz y prosperidad. En esta edición abordaremos los ODS 5, 8 y 10.

La igualdad entre géneros no es solo un derecho fundamental, sino la base para conseguir un mundo próspero y equitativo; además es fundamental para el desarrollo sostenible de la sociedad. Sin embargo, a pesar de los avances en las últimas décadas, las mujeres y niñas siguen sin experimentar una igualdad de derechos real.

Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 busca alcanzar educación de calidad, un verdadero desafío por cumplir

Ellas siguen careciendo de una representación igualitaria en la vida política, económica y pública, y continúan siendo objeto de discriminación. Teniendo en cuenta estos antecedentes, el ODS 5 busca lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.

En los últimos años se han logrado avances en materia de igualdad de género mediante la creación y la reforma de la legislación en muchos países. Pese a eso, los recursos y presupuestos para conseguir los compromisos contraídos para los derechos de la mujer aún no son suficientes.

Una de cada cinco mujeres y niñas en el mundo ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja en los últimos doce meses, y 200 millones de mujeres siguen siendo víctimas de prácticas lesivas, como la mutilación genital femenina, y enfrentando obstáculos respecto a sus derechos sexuales y reproductivos.

El ODS 5 pretende facilitar a las mujeres y niñas igualdad en el acceso a la educación y atención médica, en las oportunidades para conseguir un trabajo digno y en la representación en los procesos de adopción de decisiones políticas y económicas.

Lisseth Loor Pita, activista feminista y licenciada en ciencias políticas y relaciones internacionales, hace un análisis vinculado con la situación del Ecuador. Según ella, a lo largo de la historia el país ha sido gobernado por hombres y para hombres, es una nación donde aún se marca una gran desigualdad y discriminación, pero donde surgían y continúan surgiendo mujeres y colectivos resistentes a un sistema con el que no están conformes.

Loor señala que cada día se suman mujeres con grandes aspiraciones, sueños y convicciones por tener un país más justo. Mujeres diversas, desde todos los territorios, con diferencias, pero con un mismo propósito colectivo: “El avance de nuestros derechos”. Cree que el feminismo, tan criticado por muchos y comprendido por pocos, significa eso: luchar individual y colectivamente por las mujeres y por su vida.

Sobre las leyes en el Ecuador, vinculadas a este tema, la especialista considera que cada día se avanza un poco más. “Buscamos esa igualdad salarial, las mismas condiciones y oportunidades laborales. Queremos vivir en un Ecuador de paz, donde no tengamos miedo de ser violadas o asesinadas por ser mujer”, dice.

Para pactomundial.org, las empresas juegan un rol clave en este sentido, debiendo adoptar a nivel interno políticas y procedimientos para garantizar los mismos derechos y oportunidades laborales a la mujer e invirtiendo a nivel externo en programas de empoderamiento económico.

ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico para todos hasta el año 2030

Promover el crecimiento económico sostenido, incluyente y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos es, de forma general, lo que busca este objetivo.

Entre las metas está que se debe mantener el crecimiento económico per cápita de conformidad con las circunstancias nacionales y, en particular, un crecimiento del producto interno bruto de al menos el 7 % anual en los países menos adelantados.

Ecuador tiene perspectivas de crecimiento que todavía son bajas, y las revisiones que han venido realizado varios organismos no han sido alentadoras, según el análisis de David Gutiérrez, experto de la consultora económica Oikonomics.

En términos de empleo, cumplir con este ODS es posiblemente más difícil por las pocas políticas que se han implementado y por las condiciones laborales que se han mantenido en los últimos años.

David Gutiérrez, consultora económica Oikonomics

Con respecto a la reforma laboral, las propuestas o espacios de discusión sobre políticas de empleo técnicas han sido escasos, siendo el incremento del salario básico unificado la única medida constante año a año.

Para el economista, el enfoque que debería prevalecer es garantizar la ocupación de la mayor proporción de población, que son los adultos jóvenes. Entre las evidencias está la falta de cambios sustanciales en las condiciones del mercado laboral, en donde todavía los menores de 30 años, las mujeres y otros segmentos, que concentran un grupo considerable de la población, tienen condiciones de empleo que no garantizan la productividad y la formalización.

Pobreza y hambre: ¿cuál es el panorama del Ecuador frente a los primeros ODS?

Además, hace falta mayor preocupación sobre la calidad de empleo que tienen las personas, sin que esto signifique un desincentivo o un impedimento a la contratación de personal.

Una manera de identificar estas áreas de mejora, según el experto, es priorizar las industrias en las que se encuentran ocupadas las personas, y trabajar en políticas de generación de empleo y de mejora de las condiciones laborales sectorizadas, incluso geográficamente, en función de una política económica más amplia y orientada a la inclusión y sostenibilidad.

ODS 10: Reducir desigualdad en los países y entre ellos

Los desafíos son grandes con relación al Objetivo de Desarrollo Sostenible 10 (reducción de las desigualdades), sumados a la pandemia del COVID-19, que intensificó las desigualdades existentes afectando a las personas en situación de vulnerabilidad.

Existe un consenso cada vez mayor en que el crecimiento económico no es suficiente para reducir la pobreza si este no es inclusivo ni tiene en cuenta las dimensiones económica, social y ambiental.

Afortunadamente, según menciona el sitio web www.smartland.utpl.edu.ec, la desigualdad de ingresos se ha reducido tanto entre países como dentro de ellos.

Con el fin de reducir la desigualdad, se ha recomendado la aplicación de políticas universales que presten también especial atención a las necesidades de las poblaciones desfavorecidas y marginadas.

Entre las metas se busca, hasta el año 2030, potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, origen, religión o situación económica u otra condición.

También facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas, y reducir a menos del 3 % los costos de transacción de las remesas de los migrantes. (I)