El alcalde electo de Quito Pabel Muñoz se posesionará el próximo 14 de mayo y ya tiene definidas sus primeras acciones que las anunciará ese mismo día en su discurso. La primera, la declaratoria de regularización masiva de barrios de la capital, y cómo enfrentará la inseguridad.

Este último tema, dijo, lo abordará con el presidente Guillermo Lasso las veces que sean necesarias. Incluso apoya hacer una gran manifestación hacia los jueces quienes han permitido la excarcelación de líderes de mafias.

Muñoz, un hincha de la Liga de Quito, amante de la salsa y correísta declarado, evalúa a las administraciones anteriores de Mauricio Rodas, Jorge Yunda y Santiago Guarderas a los cuáles les tildó de “malas”.

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Asimismo, afirma que no está de acuerdo con el porte civil de armas, pero si con el juicio político contra el primer mandatario.

¿Qué es lo que ama de esta ciudad?

Amo su gente, amo su paisaje, amo los patrimonios.

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¿Qué significa para usted la Liga de Quito?

El equipo de mi corazón desde que soy chiquito. Se dice que en las pasiones, entre ellas el fútbol, uno nunca cambia de equipo, y el mío es la Liga de Quito

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¿Va al estadio cuando juega la Liga?

No siempre; antes iba mucho más. Desde que la política entró a mi vida de una manera más fuerte, ya no. Pero, en la necesidad de que mis hijos agarren la pasión alba, estoy volviendo al estadio.

¿Alguien rompe esa pasión liguista en su casa?

Sí, mi hermano es del Barcelona y mi papá del Aucas.

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Quienes conocen a Pabel Muñoz dicen que su otra pasión es la salsa.

Sí, sobre todo de la clásica y la que provenga de la Fania y lo que se desprendió de ahí. Creo que los años 70 y 80 en producción musical, al menos en salsa, es de lo más potente. Así que a quienes les gusta la salsa les recomiendo la Fania All-Stars.

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Y dicen también que le encantaban las corridas de toros.

De pequeño con mi abuela aprendí; pero ahora, si le digo eso a mi hija, me mata. Pero mi abuelita era secretaria del comisario norte y hacía la secretaría de las corridas de toros . En mi niñez viví con ella y mi madre, e iba acompañándola a las corridas; me sentaba a su lado y ella levantaba el acta. Me gustaba mucho de niño. Pero ahora ya no. Es un proceso de maduración, y Quito tomó una buena decisión de suspender las corridas de toros. Estoy evidentemente en contra de que regresen.

Usted incursionó en el periodismo. ¿Qué experiencia le dejó?

Poquito, pero me gustó. Cuando estudiaba Sociología, me pidieron que fuera redactor pasante en diario Hoy, en la sección económica, y fue un paso interesante y muy chévere. Pagaban muy mal, porque era una pasantía. Pero creo que tomé la decisión correcta porque, si me mantenía ahí, me hubiera quedado en el mundo del periodismo sin graduarme.

Pero también estuvo al frente de un programa de opinión, de entrevistas políticas.

Quisiera mantenerlo; ojalá pueda. Cerca de cinco años mantuve un programa que se llamó Frecuencia política. Y estuve en tres radios y luego en web. Más que un entrevistador, porque no lo era, eran conversaciones que algunas terminaron siendo productivas y enriquecedoras.

La sociología lo llevó a la comunicación y luego a la docencia. ¿Qué le hizo dar un salto a la política?

En el colegio y la universidad tenía inclinación a temas políticos. La inclinación vino también de mi abuelo paterno, pero es exactamente en las jornadas de abril (de 2005, en el gobierno de Lucio Gutiérrez), con el movimiento de los forajidos, donde yo ingreso e incursiono en la política, y desde ese día hasta acá no he parado.

En su perfil de Twitter tiene el #QuitoRenace: ¿qué significa?

Mucho. Ahí hay dos cosas que rescatar: primero, la fuerza de las y los quiteños. Esta ciudad no va a renacer porque hay un alcalde. A mí no me escogieron con una varita mágica para solucionar todos los problemas; soy un quiteño más de nacimiento y al que le han hecho un encargo, y ese encargo es trabajar por el bienestar y la mejora de calidad de vida de todos. ¿Cuál es el insumo principal? La fuerza de los quiteños. Y ¿cuál es el objetivo principal? Que Quito renazca. Ese renacimiento de Quito se debe dar en todos los ámbitos.

¿Cómo califica la gestión del exalcalde Jorge Yunda?

Creo que las últimas tres administraciones, de (Mauricio) Rodas, (Jorge) Yunda y (Santiago) Guarderas, han sido malas (...). Rodas dejó muchas cosas de lado, como el cuidado de las laderas. Yunda me parece que fue una especie de torre de Babel: quería responder y contestar a todos los lados y había perdido el enfoque incluso de donde fue electo. Sobre todo, hay una pérdida de horizonte.

¿Cómo califica la gestión del actual alcalde, Santiago Guarderas?

Ha faltado más liderazgo y comunicación. Ahora que estoy viendo el proceso de transición, veo que algo se ha hecho. Mi percepción era más dramática. Pero una comunicación ausente. En este momento tenemos retrasos de asignaciones presupuestarias del Gobierno nacional. Son $ 140 millones que no se han entregado y tenemos menos policías. El alcalde de Quito, póngale el nombre que quiera, no ha puesto el tono necesario para pedirle al Gobierno un país seguro, pero no a costa de la seguridad de la capital. Queremos un país con igualdad, pero no a costa de que se le quiten recursos a Quito. No hemos tenido alcalde que haya defendido ese sentido de capitalidad. En caso de Quito, defender una identidad. En los años 90, el país tenía una suerte de implosión de lo nacional y rescate de lo local, y los alcaldes de ese momento, Paco Moncayo en Quito y Jaime Nebot en Guayaquil, tenían altas valoraciones; eso se perdió. Hemos tenido alcaldes timoratos.

Pabel Muñoz es la persona que Quito necesita, junto a las y los quiteños logrará que renazca la Luz de América. El único y el mejor representante de la Revolución Ciudadana para nuestra querida capital. #PabelMuñoz #QuitoRenace #RevoluciónCiudadana

Posted by Rafael Correa - Comunidad on Wednesday, December 21, 2022

Pabel Muñoz, ¿correísta o socialista?

Yo me formo en las líneas del socialismo. Yo creo en el socialismo del buen vivir. A nosotros ingratamente se nos decía socialismo del siglo XXI. Pero el del buen vivir es el que nosotros trabajamos.

Sí, pero esa frase la instauró Rafael Correa...

Sí, en parte promovida por nosotros cuando yo estaba en la Secretaría de Planificación. Yo creo que, si uno quiere ver buena parte de nuestro pensamiento político, lo va a encontrar en la Constitución de Montecristi. Pero si usted me hace la pregunta de con qué me identifico, yo creo que con la palabra progresista, que viene mejor hoy; asociar mi pensamiento político más con progresista, que habla de equidad y justicia.

¿Qué significa para usted Rafael Correa?

El segundo mejor presidente o, mejor, el primer mejor presidente, como usted quiera ver. Eloy Alfaro y Rafael Correa son los mejores presidentes que ha tenido el Ecuador, porque su sentido de construcción de la patria es muy importante, y esto no tiene que ver con posición política ideológica. García Moreno también buscó la construcción de la patria. El modernismo de Isidro Ayora también va en ese sentido. Y curiosamente las dictaduras militares van en ese sentido.

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Entonces, ¿también es correísta?

Sí, también soy correísta.

¿En su Alcaldía será su asesor a distancia?

No, no, no me lo he planteado, no se lo ha planteado él. Pero fíjese lo que es para un alcalde tener la posibilidad de levantar el teléfono y llamarle al presidente que tuvo tantos logros en el manejo de la política ecuatoriana para decirle: “Compañero presidente, ¿cómo miras esto?”; “Compañero Rafael, ¿qué opinión tienes sobre esto?”. Si en algún momento tengo necesidad de hacerlo, no lo dudaré.

Los jóvenes que salen de las universidades están ávidos de trabajo. ¿Qué hará Pabel Muñoz para ayudar a generar fuentes de empleo para este sector?

Oportunidades laborales por al menos las siguientes vías. Capital para emprendimiento, que buscamos subir hasta $ 10 millones para inversiones. Lo segundo, la próxima semana salgo a Nueva York y México para presentar el programa de inversiones de Quito; hay que invertir en áreas nuevas, como innovación, ciencia y tecnología, donde ellos tienen mucha capacidad de conectarse. Hay que hacer la Zede (zona económica de desarrollo especial) alrededor del aeropuerto con énfasis en jóvenes. Y en términos de oportunidades para mejorar la capacidad de acceso al mundo laboral, es crear el instituto universitario con carreras técnicas y tecnológicas con dos sedes, en Chillogallo (sur) y Calderón (norte).

En febrero emitió un comunicado en el que señalaba que a su tiempo informará sobre su equipo de trabajo. ¿Ya lo tiene?

El 10 de mayo, espero llegar al 90 %. Lo que anunciaré es el gabinete de secretarios con el que contará Quito.

Cuando asuma la Alcaldía, ¿cuál será su primera decisión?

El día del discurso, el 14 de mayo, hablaré y presentaré la ordenanza para la regularización masiva de barrios. Y la segunda es tomar acciones sobre seguridad que estamos construyendo un importante equipo. También las inversiones y el relleno sanitario.

¿Qué hará con el relleno sanitario, que está al límite?

Hay que hacer tres cosas a la vez: el cierre ambiental de El Inga, pero con la construcción del nuevo cubeto; el tratamiento de los lixiviados, porque hoy tenemos una bomba de tiempo; segundo, hay que cambiar el modelo de gestión de los residuos sólidos; y construir el complejo ambiental de Quito. Ahí debemos tener un relleno sanitario más pequeño, y para eso necesitamos planta de reciclaje y mejor tratamiento de residuos sólidos.

Sobre fauna urbana, ¿la tiene en la mira?

Se dice mucho en términos de principio, pero siento que hay pocos programas efectivos y nos dedicaremos a buscarlos.

¿Y el polémico metro de Quito, que no termina de funcionar?

Alguien decía que se ha dilatado tanto que ya no es “metro”: es “kilómetro”, porque no nos dijeron la verdad. En este momento está en pruebas. El metro es sin duda la obra más grande de Quito. Mi estimación es que para el último trimestre de este año puede estar funcionando en términos comerciales, y me dedicaré para que esa obra, que es monumental, linda y moderna, pueda ser algo que nos dé orgullo y un pretexto importante para transformar todo el sistema de movilidad de la capital.

Pabel Muñoz, alcalde electo de Quito, durante una entrevista con EL UNIVERSO en su oficina, en el norte de Quito. Foto: Alfredo Cárdenas

Tendrá que lidiar con el poder del transporte público. Es un escollo que se vuelve político...

Es cierto, pero no creo que me hayan engañado. Me han dicho que están para colaborar, y siento buena predisposición. Hemos conversado con todos, y he dicho: “Prepárense, porque voy a mandarles más clientes”. Ellos nos han dicho que serán nuestros aliados, y yo les quiero creer y nos hemos dado la mano. Pero también les he dicho que, cuando no tengamos consenso, será la autoridad pública la que se ponga firme defendiendo los intereses no de un gremio, sino de la ciudad.

¿Extenderá las ciclovías?

Hay que seguir extendiéndolas, pero bien planificadas.

¿Mantendrá o modificará el pico y placa?

Tres meses tengo para hacer un estudio para tomar la decisión correcta. Yo creo que debemos extender el horario a todo el día. Pero también podemos generar un cobro para aquellos que quieran salir un determinado día; eso ya se ha hecho en algún lado. Estos fondos irán a mejorar el sistema de movilidad en su conjunto.

¿Y la regularización de los vendedores ambulantes?

Sí, con el respeto del derecho al trabajo, pero también haciendo una ciudad más ordenada. Que puedan entrar a centros comerciales, vuelvan a los mercados y generar una ordenanza para que, en una buena área a la redonda, se prohíba la venta ambulante, que la vamos a cuidar. Y a la venta ambulante que quede le dispondremos de espacios públicos, no en la calle, pero sí en espacios definidos. En algunos casos no lo descarto, vías para ferias.

¿Qué hará con la nómina de empleados más alta del país, más de 10.000?

La vamos a poner a dieta, pero una que no sea traumática. Pero, ¡cuidado!, no puede ser comparada con ninguna nómina del resto del país. Quito es la ciudad más poblada. No hay ningún otro municipio que tenga subsistemas metropolitanos de salud y educación. No solamente tenemos burocracia en las oficinas: tenemos maestros, médicos, una cantidad de vehículos para más agentes de tránsito que otras ciudades del país. No nos alarmemos más de lo necesario, porque la nómina está adaptada a las condiciones de la ciudad. Ahora esa nómina puede disminuir y ser más eficiente y brindar mejor calidad de servicio. La idea es que la nómina tenga musculatura, pero no exceso de peso en la administración municipal.

Desde el 1 de mayo estará al frente de Carondelet. ¿Cruzará para hablar con el presidente por el tema seguridad?

Cuando sea necesario, claro que lo haré. Sea por llamada del vecino presidente o por el vecino alcalde. Yo he dicho que mi predisposición con el presidente la dividiré en dos partes exactas: 50 % para un diálogo de mirar juntos los problemas y ver cómo enfrentamos la inseguridad de Quito; pero el otro 50 % será también del tono necesario para reclamar las cosas que necesita la ciudad.

Los municipios también tienen competencias en seguridad. ¿El de Quito tiene ya su plan de políticas públicas para enfrentar este problema?

Ya está trabajando el equipo para tener un plan. Pero quien tiene la penicilina para combatir el flagelo de la inseguridad es el Gobierno; nosotros, los paños de agua tibia, que también son útiles. Le voy a decir al Gobierno: “Mientras yo ataco lo elevado de la fiebre, usted ataca el problema del virus y de la bacteria”.

Nosotros tenemos (recursos) de las tasas de seguridad de $ 10 millones, que los volcaremos a senderos seguros, aumentar las cámaras del ECU911, colaborar con capacidad logística de la Policía y con alarmas comunitarias, pero con comités barriales, es decir, tecnología con organización barrial.

Los quiteños quieren mano dura contra la delincuencia: ¿usted la tiene?

Sí, pero sepamos hasta dónde llega la mano dura. Llega a ayudar a combatir el narcotráfico y el microtráfico, pero creo también que como ciudadanos tenemos un error. Ya estamos a puertas de irnos a hacer una gran manifestación hacia los jueces, no hacia los ámbitos ejecutivos. Se podría entender determinado miedo, pero ¿por qué están cediendo a dar excarcelación a personas que terminan siendo líderes de mafias? Puede ser el miedo, sí, y en términos humanos es comprensible, pero en términos institucionales no; porque si, por último, les ganó el miedo (a los jueces), deben renunciar. Pero la justicia tiene que ser proba, independiente y firme; si no, tenemos un problema: Policía capturando y justicia liberando. Esa debe ser también la mano firme.

¿Está de acuerdo en el porte civil de armas?

No, en lo absoluto. El porte de armas en el tipo de sociedad que tenemos me parece una barbaridad.

¿Está de acuerdo con el juicio político a Guillermo Lasso?

Estoy de acuerdo. Es un juicio y, por lo tanto, no es verificación de falta penal. Me parece que está mal concebido como está enfocado el tema. El informe de la Corte Constitucional creo que es fundamental. A la Corte le pasaron tres causales y desestimó dos, porque no había elementos de procedibilidad. ¿Hay indicios de que el tercero (peculado) se haya podido dar? ¿Sí? Entonces vaya a la Asamblea a encontrar responsabilidad política. Y la exploración que se está dando es por omisión más que por acción.

¿Apoya una muerte cruzada?

En este momento, no. El país está muy mal. (Pero) si la muerte cruzada, que es un mecanismo constitucional, se la usa para que el país resetee lo mal que está, estoy de acuerdo. Tanto el juicio político como la muerte cruzada son dos vías constitucionales. El juicio está iniciado. Y, para activar la muerte cruzada, debe haber causal; y, si no lo hay, ya sería un uso excesivo o abusivo de la Constitución.

Además, el día 15 (de mayo), un día después del juicio, la actitud debe ser otra, cualquiera sea: o el presidente renuncia, o el presidente es enjuiciado, o el presidente se salva o se activa la muerte cruzada. Después de estos escenarios, la disposición anímica de todo el país empezando por su fuerza política debe ser distinta.

¿Se ve como el próximo candidato a la Presidencia de Ecuador?

¡No!, me veo como el próximo alcalde de Quito, que empieza sus funciones el 14 de mayo, y que se entregará en alma, corazón y vida esos cuatro años para que Quito renazca. (I)