IBARRA
Un deslave de gran proporción en el km 114, a la altura de El Guadual, obstruyó la tarde de este domingo 4 de abril la carretera Ibarra-San Lorenzo (Esmeraldas).
Turistas y viajeros frecuentes están atrapados a los dos lados de la vía, a la espera de que equipo pesado limpie la calzada.
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Ellos retornaban a sus localidades, luego de pasar días de relajamiento en sitios turísticos en este feriado.
Las autoridades de la parroquia La Carolina y técnicos señalaron que los últimos temblores y el invierno mantienen sentida la montaña en la parte alta, que vuelven frágil el talud.
Según análisis realizados, en este sitio existen fallas geológicas y se requiere de la construcción de terrazas como una medida de remediación.
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Este domingo, vehículos y una moto cuando intentaban pasar por este tramo peligroso fueron advertidos sobre el descenso de piedras, tierra y palos desde la elevación.
El sonido generado por el desprendimiento de una parte de la montaña generó gritos y nervios en los ocupantes de los vehículos que retornaban después de las 16:30 por este lugar, desde Esmeraldas hacia la Sierra norte y central, y de aquellos que se dirigían hacia varias poblaciones esmeraldeñas.
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Los conductores vivieron momentos de inquietud, ya que unos debieron superar este trecho a gran velocidad, en cambio que otros decidieron aplicar reversa y ponerse a buen recaudo.
Turistas de Carchi, Imbabura, Pichincha, que aprovecharon el feriado para visitar Las Peñas, Atacames, Tonsupa, Súa, quedaron varados a los dos lados del deslave, con infantes y personas de la tercera edad.
Jairo Rosero, oriundo de Tulcán, indicó que están desesperados, porque este lunes 5 de mayo deben retornar a sus labores de trabajo y sus hijos asistir a clases.
Tras este evento, al lugar se desplazaron dos maquinarias, una del Gobierno Parroquial de La Carolina y otra del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, que permanecen permanentemente para enfrentar cualquier contingencia.
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Decenas de personas han optado por cruzar caminando por un sendero paralelo a la vía, sobrepasando este trecho de aproximadamente unos 100 metros, con equipajes, cajas y canastas.
Ya en el otro lado de la E 10, en el km 114, deben esperar un bus de las operadoras que ofertan este servicio que une a la Sierra con la Costa, para realizar un trasbordo.
Una pala mecánica se encarga de abrir una vía alterna para posibilitar el paso de vehículos livianos.
Se espera que en las próximas horas sean evacuados las rocas y escombros y se habilite un carril.
El paso vehicular no permite acelerar los trabajos, por lo que se pidió la presencia de policías para poner orden y facilitar el trabajo de los maquinistas.
Se estima que hay unos 500 automotores atascados a los dos lados de esta transitada arteria. (I)