En mayo de 2024 pacientes derivados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) fueron atendidos en la clínica privada José Sacoto de Guayaquil por sus afecciones oculares, en este sitio se les inyectó el medicamento Avastin. El fármaco ocasionó la pérdida de la visión de varias personas, algunas de ellas han realizado una denuncia pública y en la Fiscalía General del Estado.