Caminar por los atractivos turísticos de Quito es encontrarse con una diversidad de personajes e historias que guardan secretos. Muchos de ellos se forjan en las calles de la capital y otros migran para encontrar un mejor futuro.
El bulevar de las Naciones Unidas, en el centro-norte de Quito, se ha convertido en un sector cultural, que es el lugar de trabajo de varios emprendedores y artistas. Ellos tratan de mostrar su talento o vender el mejor producto para llevar comida a sus familias.
Es el caso de Roland Luna, un portovejense que se enamoró de Quito hace un año y cuenta que por falta de recursos en su tierra natal tuvo que migrar para encontrar suerte en la ciudad.
Publicidad
19 personas resultaron heridas tras siniestro de bus de transporte público en el sur de Quito
“Tuve una gran necesidad en mi tierra y dije, me voy para Quito, allá me la rebusco como sea. No me ha ido tan bien ni tan mal, pero estoy haciendo lo que me gusta” indica Roland.
Su pasatiempo, que lo convirtió en profesión, es cantar. Con un sombrero rojo, tipo vaquero, una chaqueta negra, bufanda blanca y gafas, se pasea por los rincones de Quito entonando letras de Sandro y Elvis Presley, quienes han sido sus máximos ídolos.
“Vine a Quito por la música. Me encanta la música de antaño, esa de la vieja ola y supe que en la capital existe mucha gente que gusta de ese tipo de género, por eso los deleito con canciones del recuerdo” añade.
Publicidad
Con un parlante y un micrófono en las manos, Roland ubica un sombrero en la calle esperando que las personas le colaboren, mientras cuenta, por qué Quito le parece una ciudad mágica y espectacular.
“Me quedo con la comida, los quiteños comen delicioso y con la gente son muy amables y tienen algo que los hace especiales. Aparte las quiteñas son muy bonitas” manifiesta él.
Publicidad
El gallo de la Catedral será el símbolo guardián del Metro de Quito: esta es la leyenda
Mientras alista su celular para guiarse en la letra de la canción, dice que todas las personas guardan secretos dolorosos y felices. En su caso tuvo que soportar la muerte de su madre, mientras cantaba en las calles.
“Mientras cantaba en las calles mi madre falleció. No presté atención a nadie, el celular sonaba y yo no quería saber nada porque bastante gente me estaba prestando atención, después me dieron la noticia que murió” detalla.
Para él, este golpe fue significativo y doloroso a la par, porque su madre era fuente de inspiración y una de las razones por las que migró a Quito para poder ayudarla en su enfermedad.
Ahora se arrepiente de no haber podido estar en el velorio y entierro de su madre, pero la guarda en el corazón y en cada canción que entona, sabe que ella está presente y le permite seguir adelante en su profesión.
Publicidad
También se refiere a su vestimenta y a qué se debe la puesta en escena. Asimismo, asegura que la admiración profunda está en un músico estadounidense y otro argentino.
Tres sujetos armados atacaron a personas dentro de un vehículo, en el norte de Quito
“Yo trato de revivirlo a Elvis Presley. La gente me decía que me vista de otra manera y allí tomé esta moda. A la gente le encanta que cante sus canciones en español, por ello me llaman el Elvis Presley de Quito”, expresa.
Finalmente, dice que en un buen día logra sacar $ 30, pero en uno malo llega hasta los $ 5. Esto no lo desanima, pues sigue trabajando de 07:00 a 19:00, recorriendo el centro histórico y varios lugares de la capital. (I)
