A diferencia de los años 90, en que los ecuatorianos, que huían de la crisis social y económica, salían en barco desde las costas del país hacia Centroamérica, para llegar a Guatemala y cruzar la frontera a Estados Unidos, la actual ola migratoria que vive Ecuador se concentra en cinco rutas irregulares o clandestinas, todas peligrosas y algunas hasta mortales. La mayoría de ellas derivadas de las restricciones migratorias impuestas por Estados Unidos, analiza William Murillo, presidente de la empresa 1800 Migrantes, dedicada a brindar asesoría a migrantes de Latinoamérica.

“Cuando pusieron las restricciones de visa a México y Guatemala, la migración de ecuatorianos bajó en un 75 %, pero eso fue temporal. Lo que pasó fue que les dieron tiempo a las redes de tráfico para que encuentren nuevas rutas y al siguiente año explotó la migración con un crecimiento del 450 %”, comentó Murillo al pronosticar que con las recientes medidas de EE. UU. para restringir la concesión de asilos, “en los próximos meses el número de migrantes ecuatorianos va a bajar drásticamente”, pero luego nuevas rutas nacerán y las cifras volverán a incrementarse.

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La primera ruta, que se la ofrece como ‘segura y rápida’ parte desde Ecuador, por vía aérea hasta Panamá y desde ahí a Bahamas, donde finalmente los viajeros se trasladan en embarcaciones de menor tamaño hacia Miami, Estados Unidos.

A Manuel Chimborazo y Rocío Tenezaca el coyotero les propuso esta vía a cambio de $ 18.000. “Esta tarifa les permitía llegar a los Estados Unidos en un tiempo menor a seis días y consistía en que deberían salir desde el aeropuerto de Guayaquil a la República de Bahamas, hospedarse en un hotel y en un par de días después, por vía marítima, viajar hasta las costas de Miami”, consta en el testimonio que ambos dieron ante el juez para denunciar al traficante Carlos Rudecindo, quien no les cumplió la promesa de llevarlos a suelo americano.

Fuente: Plan de Acción contra el Tráfico Ilícito del Migrantes 2024-2030 del Ministerio del Interior y Función Judicial

Las víctimas pagaron $ 5.000 como anticipo del viaje, $ 2.500 por cada uno, “dinero que a decir del procesado sería para la obtención de pasaportes y compra de boletos de avión”. Luego de haber entregado el dinero, “ambos viajaron desde Cañar a Guayaquil para trasladarse por vía aérea a la República de Bahamas en la aerolínea Copa y cuando llegaron a este país, el procesado se contactó con los familiares de las víctimas para que le entreguen $ 5.800 por cada uno, dinero que fue entregado en la ciudad de Cañar en presencia de testigos”.

Una vez en Bahamas, el coyotero les pidió $ 1.200 más a cada uno para hospedaje y $ 150 semanales para alimentación, por el lapso de dos meses y 26 días en que estuvieron encerrados en una casa. Luego, el traficante les exigió $ 10.000 para cruzarlos a Estados Unidos. “Pero, lastimosamente, esta persona, luego de recibir el dinero, les abandonó en ese país, y fueron detenidos por migración, retornando al Ecuador”.

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En esta ruta desaparecieron cinco de los quince migrantes reportados por sus familiares en 2021. El Plan de acción contra el tráfico ilícito de migrantes 2024-2030, elaborado por el Ministerio del Interior, señala que el costo de esta vía oscila entre $ 18.000 y $ 20.000.

La segunda ruta, mayormente terrestre, puede costar menos de $ 15.000. El viaje comienza en Guayaquil, desde donde avanzan por vía terrestre hacia Tulcán y a ciudades de Colombia como Ipiales, Cali, Medellín, Necoclí hasta llegar a Nicaragua, donde coyoteros locales asumen el resto del viaje hacia México y Estados Unidos.

Fuente: Plan de acción contra el tráfico ilícito de migrantes 2024-2030, del Ministerio del Interior y Función Judicial.

Rodrigo Naula inició este peregrinaje luego de pactar con el coyotero el pago de $ 11.000. “Debían ser pagados de esta manera: la primera cuota de $ 3.500 cuando el viajero llegue a Guatemala, igual suma de dinero al llegar a México y la restante cantidad cuando llegue a Estados Unidos”, relató la Fiscalía en el proceso judicial iniciado por Naula cuando el coyotero incumplió su compromiso.

Rodrigo llegó a Colombia por tierra y ahí abordó un avión con destino a Honduras y luego, por vía terrestre, avanzó a Guatemala. “Desde ahí se contactó con su madre y pidió que entregara la suma de $ 3.500. Cuando llega a México nuevamente depositan los $ 3.500 para que continúe el viaje, mas resulta que al llegar a la frontera es interceptado por las autoridades migratorias y deportado, sin que haya alcanzado a llegar a su destino que era Estados Unidos”.

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La tercera ruta, atravesando la selva del Darién, en Panamá, es la más peligrosa. En ella han desaparecido siete de los diez migrantes reportados por sus familiares en 2022, y cinco de las doce desapariciones registradas hasta octubre del 2023, señaló un informe del Ministerio del Interior del gobierno de Daniel Noboa. El trazado comprende localidades colombianas como Urabá, Necoclí y en barco por el golfo de Urabá hasta Acandí con destino a Capurganá, el último poblado antes de penetrar la peligrosa selva del Darién.

“Este paso constituye uno de los más riesgosos, por las mafias que operan allí, como el Tren de Aragua y el clan del Golfo. Al interno del Darién, la ruta va por Carreto-Lajas-Blancas-Metetí y de allí a Panamá”, recalca el informe migratorio gubernamental.

La selva del Darién registra un incremento de migrantes en el periodo 2022-2023, en el que pasó de 248.284 a 348.857 viajeros. “La mayoría provenientes de Venezuela, Ecuador, Haití, China y Colombia, de los cuales 77.835 son menores de edad”.

Fuente: Plan de acción contra el tráfico ilícito de migrantes 2024-2030, del Ministerio del Interior y Función Judicial.

Hasta Capurganá llegó el ecuatoriano Luis, de 17 años, por vía terrestre. Ahí descansó unas horas, en un hostal, antes de continuar su recorrido en un bote hacia Puerto Obaldía, pueblo fronterizo con Panamá. En ese punto, otra embarcación lo esperaba para trasladarlo hasta otra localidad panameña cercana, en donde tenía previsto viajar en avión hasta México. Sin embargo, el ayudante del coyote que le entregó el pasaje le indicó que no pasaría por el control migratorio por ser menor de edad.

La advertencia hizo que Luis replantee su camino hacia Estados Unidos. ¿Por qué no nos saca por la selva (del Darién)?, preguntó y la respuesta lo atemorizó: “Por ahí mucha gente muere”. Sin otra opción, el adolescente retornó al país y su familia cañarense denunció al coyote, al que le habían cancelado $ 14.000 por el viaje, por el delito de tráfico ilícito de migrantes. Lo sentenciaron a diez años de prisión en 2018, pero no cumplió la condena y hoy está prófugo.

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Diana Carolina T., una joven de 17 años, emprendió la ruta del Darién junto con otras cinco personas el 20 de marzo del 2024. “Alias el Doctor nos dijo que por la pasada nos cobraba $ 2.500 por persona, nos dijo que el viaje era garantizado, que no nos preocupemos”, contó Luis Ernesto G., uno de los seis migrantes que iniciaron el viaje en Riobamba, guiados por un coyotero venezolano que les mostró videos de otros ecuatorianos que supuestamente ya se encontraban en Estados Unidos.

Otra migrante, Adela Liliana O., novia de Luis Ernesto, declaró que el coyotero les garantizó que el viaje era seguro. “Me dijo que sí, que siempre se van por la selva del Darién y se pasa en canoa, y ahí quedamos de acuerdo. Cuando llegamos al puente Rumichaca, a Migración, hasta ahí llegamos”, contó la riobambeña al relatar que todo el grupo fue detenido por la Policía.

Fuente: Plan de acción contra el tráfico ilícito de migrantes 2024-2030, del Ministerio del Interior y Función Judicial.

La cuarta ruta la siguió María al dejar su natal ciudad de El Tambo (Cañar) para trasladarse a Guayaquil, en donde tomó un avión hacia Panamá. Desde ahí, el camino fue por vía terrestre por algunos países de Centroamérica hasta llegar a México. En ese país recorrió varias ciudades y avanzó por el desierto hasta la frontera del país azteca con Estados Unidos. El coyote, que ofreció llevarla a Norteamérica por $ 14.000, la recogió en un taxi cerca de la estación del tren de su ciudad, el 10 de octubre de 2017. Al día siguiente acudió al aeropuerto José Joaquín de Olmedo de Guayaquil para movilizarse hasta su primer punto: Panamá. Ahí se alojó en un hostal durante una noche y, al siguiente día, empezó una ‘odisea’ con caminatas y recorridos extenuantes en buses por localidades de Costa Rica y Nicaragua.

En ese último país permaneció tres días, antes de retomar el camino hasta la frontera con Honduras. Su recorrido continuó hacia el norte de ese país, pasó por San Pedro Sula y siguió a Guatemala, en donde el grupo con el que viajaba hizo otra pausa en la noche antes de continuar hasta la capital (Guatemala). En esa ciudad permanecieron seis días hasta que el ‘guía’ los recogió para avanzar a San Pedro Soloma, poblado fronterizo de Guatemala con México.

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Tres días más permaneció en ese país hasta la siguiente parada: Gracia De Dios, localidad mexicana donde estuvo dos días más. “Viajamos en carro por seis horas hasta una casa y nos escondieron por tres días”, recuerda la ecuatoriana. Luego, se movilizaron en una camioneta durante tres días más y, los siguientes días, avanzaron por Puebla, Ciudad de México, Santa Ana hasta Ciudad Juárez, en donde fueron escondidos en una bodega durante doce días.

“Nos llevaron a un sector denominado Cruz Blanca, nos dejaron en un desierto y nos indicaron cómo cruzar la frontera. Caminamos por la noche y en la madrugada nos cogió migración”, narra María, quien permaneció meses detenida hasta que el 17 de marzo de 2018 fue deportada al país. Al llegar, denunció al coyote por tráfico ilícito de migrantes, quien fue declarado inocente en 2023 luego que la fiscal se abstuviera de acusar porque la víctima -alegó- no compareció en el juicio.

La quinta ruta, más aérea que terrestre, comprende Ecuador-Colombia-Honduras-Guatemala y desde este punto, por tierra, a México y por el desierto de Arizona hacia Estados Unidos. Un grupo de cuatro cañarenses –dos hombres y dos mujeres- optó por esta vía a fines de julio del 2022, pero solamente las mujeres llegaron a Estados Unidos. De los hombres, uno se encuentra desaparecido y otro falleció, mientras que las mujeres pidieron ayuda a la Patrulla Fronteriza de EE. UU. para que las rescatara en medio del desierto de Arizona, un estado al occidente de ese país.

Fuente: Plan de acción contra el tráfico ilícito de migrantes 2024-2030 del Ministerio del Interior y Función Judicial.

“Salieron de Ambato hasta cruzar la frontera de Ecuador y Colombia, hasta Pasto, se trasladaron en avión a Cali, a Panamá, a Nicaragua y luego a México con destino final a Estados Unidos”, expuso la fiscal del caso, en el que se logró una sentencia de 22 años de prisión para la coyotera que llevó al grupo de jóvenes.

Al coyote Jonathan Fabián J. también lo condenaron a prisión, en 2019, al confirmarse su participación en el traslado de un joven cuencano, de 28 años, a Norteamérica, a cambio de $ 10.900. En un carro se movilizó de Cuenca a Tulcán y de ahí pasó a Colombia, país donde abordó un avión para seguir la ruta hacia Honduras.

Al arribar a este país centroamericano, el camino continuó por vía terrestre por varios días hasta llegar a poblados mexicanos. “Cuando se encontraba en la frontera México-Estados Unidos fue detenido y deportado al Ecuador”, dice la Fiscalía en un informe, en el que se detalla que su acusación está sustentada en pruebas, como el movimiento migratorio y los certificados de depósitos y transferencias.

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En la búsqueda del llamado ‘sueño americano’, nuevas rutas surgen a diario, muchas irregulares, clandestinas, peligrosas y mortales. “Las rutas son cambiantes, pero hay unas establecidas, como la del Darién, Panamá, Costa Rica, la ruta de El Salvador, antes México y Guatemala. Todos tienen que llegar a México, hay la ruta de las Bahamas, que quieren subir hasta Florida (Miami), la ruta fluvial de Bahamas, de México, de Nicaragua. El principal punto es Ecuador, El Salvador, Honduras, Guatemala, México. Y hay rutas que cuando son menores de edad salen por Perú, por el tema de los permisos de salida, es más fácil pagar plata a los policías en la frontera con Perú”, reveló William Murillo, de la empresa 1800 Migrantes.

En la información que maneja Murillo, la ruta de El Salvador tiene más importancia. “Tenemos un número extraordinario de ecuatorianos que están saliendo por El Salvador, me atrevo a decir que el próximo país que va a pedir visa a los ecuatorianos será El Salvador”. (I)