Ipiales

Luego de cinco días de protestas originadas por el alza del precio del diésel en Colombia, el paro camionero llegó a su final este viernes 6 de agosto, después de las 06:00.

La radical medida que se oponía al incremento de 2.000 pesos ($ 0.50) al galón de este derivado, bloqueó carreteras, vías de acceso y avenidas de las principales ciudades colombianas.

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A pesar de que no se cumplió el anuncio de obstruir el puente internacional de Rumichaca, las exportaciones e importaciones permanecieron represadas en Tulcán (Ecuador), debido a que en la vía a Ipiales y Pasto se registraron más de una decena de bloqueos.

El Ministerio y Superintendencia de Transporte y los Ministerios de Hacienda y Crédito Público, Trabajo, Minas y Energía y del Interior lideraron las negociaciones en las que se elaboró un documento con 15 puntos que permiten levantar la medida y dar paso al desbloqueo de vías.

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Las protestas en las que participaron camioneros, transportistas de carga y pasajeros, sobresaltó la tranquilidad del pueblo colombiano, que vio paralizado el transporte público, los servicios de salud, producción, educación, comercio internacional, entre otros.

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El anuncio de los voceros del presidente Gustavo Petro dio tranquilidad a los colombianos que desde el pasado miércoles comenzaron a sentir el desabastecimiento de combustibles, alimentos, medicinas y bloqueó a ambulancias.

Al momento se realiza el proceso de habilitación de vías, las clases volverán a la normalidad desde la próxima semana y los servicios de salud empiezan a normalizarse, dijo Amilcar Pantoja, alcalde de Ipiales, quien aseguró que las pérdidas son incuantificables.

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En Ipiales la gasolina se agotó, incluso las ambulancia del Cuerpo de Bomberos y del hospital Civil permanecieron estacionadas ante la falta del carburante. La escasez disparó el contrabando de gasolina ecuatoriana desde Tulcán.

Largas filas de vehículos en los exteriores de las estaciones de combustible en Tulcán ante desabastecimiento de gasolina en Ipiales y poblaciones fronterizas colombianas, el derivado estaría fugando al vecino país. Foto: Ricardo Cabezas

En Tulcán, largas filas de vehículos desde la madrugada de hoy se evidenciaban en las estaciones de combustible, a la espera de acceder a gasolina o diésel, que se estaría fugando por estos días a varios municipios fronterizos de Nariño, en Colombia, frente a Carchi.

Varios vehículos vetustos, que se dedican al contrabando de gasolina entre las ciudades de Tulcán e Ipiales, fueron denunciados esta mañana de cargar entre $ 60 y $ 80, evidenciando que tienen tanques adaptados en los que realizan este tipo de almacenamiento.

Luego de los acuerdos se advierte para este viernes una gran congestión de tractocamiones con mercaderías que corresponden a exportaciones e importaciones que están represadas a los dos lados del puente internacional de Rumichaca.

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Allí los conductores deben realizar los trámites aduaneros. Abastecerse este día implica entre hora y media y dos, señalaron los usuarios.

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Se estima que más de un millar de vehículos pesados intentarán circular hacia ambas naciones con estas cargas, se desconoce si el fin de semana habrá atención para agilizar el paso de productos perecibles que corren el riesgo de dañarse.

Los acuerdos

Entre los acuerdos a los que llegaron manifestantes y autoridades colombianas constan el archivo de los procesos penales y la cancelación de las sanciones administrativas y contravencionales que se hayan impuesto con ocasión del ejercicio del derecho legítimo a la protesta.

Modificar la resolución 40350 del 29 de agosto, expedida por los Ministerios de Minas y Energía, y Hacienda y Crédito Público con el fin de determinar que el incremento acordado en estas mesas de trabajo en el costo del galón de diésel, es de ochocientos pesos ($ 0.,20) al consumidor final en este año.

Se dispondrá así: 400 pesos ($ 0,10) que entran a regir a partir de la modificación de la resolución antes citada (próximas horas) y otros 400 pesos que entrarán en vigencia desde el 1 de diciembre. Es decir, se abolirán los 2.000 pesos ($ 0,50) que se empezaron a cobrar desde el pasado 1 de septiembre.

Se suspenderán las alzas de combustible tipo diésel hasta tanto no se logren las transformaciones estructurales en las relaciones económicas en el transporte de carga y en la modalidad del servicio especial y de pasajeros que recojan las problemáticas descritas en las mesas adelantadas en la negociación.

Se suspenderán además los incrementos anunciados por el Gobierno de 4.000 pesos ($ 1) adicionales, en el 2025. Se espera en un tiempo, no menor de ocho días, que las mesas técnicas estructuren el sistema de costos eficientes para otros prestadores del servicio público de transporte de carga (volquetas, líquidos, carga liviana, refrigerados, grúas y niñeras).

En la agenda de compromisos también el Ministerio de Trabajo se compromete a llevar a la reforma laboral una proposición que incluye un artículo especial para el sector transportador, que recoja las necesidades planteadas por los representantes de los conductores, en las que consta el aseguramiento y sistema de pensiones.

El Ministerio de Transporte se compromete a revisar la regulación actual del Registro Nacional de Carga, para implementar mejoras en los manifiestos de carga que deberán cumplir la función de un título valor conforme al establecido en el Código de Comercio y el Código general del proceso.

En los puntos restantes están inmersos las problemáticas del transporte público de pasajeros especial, servicio de transporte público colectivo y maquinaria pesada.

Y, control en costos eficientes y justos por parte de los generadores y empresas de transporte de carga, revisión y modificación de la política de reposición vehicular, presentación del proyecto de Ley del Régimen Sancionatorio al sector del transporte. (I)