Hace exactamente un siglo circuló por primera vez EL UNIVERSO. Nació del interés por los problemas del país; del convencimiento de la necesidad de los ciudadanos de poder ejercer sin trabas su derecho a la información; del papel que la prensa debe asumir en una sociedad democrática; de la entrega, la responsabilidad y el entusiasmo de Ismael Pérez Pazmiño.

Han pasado cien años y cuatro generaciones. Hemos registrado, como lo dice el texto de nuestra misión, “lo acontecido en nuestra ciudad, en el país y en el mundo”, con la colaboración de valiosos periodistas y el apoyo del personal técnico que la tarea requiere.

No ha sido fácil, hubo que afrontar la clausura de un gobierno dictatorial, atentados, presiones y un juicio contra los directores, la empresa y el editor de Opinión. Pero el compromiso con los principios que conservamos desde el primer día y con nuestros lectores fue fundamental para mantenernos “En la brecha”, como lo señala el editorial de la primera edición.

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Hoy, los cambios tecnológicos que tantas veces presentamos en nuestras páginas nos abren nuevos caminos. Llegamos a nuestros lectores no solo cada veinticuatro horas, sino tan pronto suceden los hechos que reseñamos, lo cual ha requerido y requiere nuevas herramientas, nuevos procesos de trabajo, nueva organización, pero al mismo tiempo, una profunda reflexión acerca de lo que debemos conservar, para ofrecer a nuestros lectores en el nuevo siglo, que empezamos hoy, El UNIVERSO, al día con los adelantos de la época y los que vendrán, pero el de siempre, en su respeto a valores, que consideramos fundamentales: verdad, libertad, honestidad, justicia, respeto a la dignidad humana, lealtad al país, defensa de la libertad de expresión y de prensa.

Nos proyectamos al futuro con entusiasmo y con apego a lo expresado por el fundador: " Para este periódico todo género de intereses es secundario a los intereses de la nación”.

Guayaquil, 16 de septiembre 2021