Nota de la Redacción: Reproducimos el pódcast ‘Entre dos’, de EL UNIVERSO, con Wilson Cañizares, alcalde de Daule, para quienes prefieren leer. También puede verlo en nuestra cuenta de YouTube.

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La Aurora, parroquia de Daule, es un polo de desarrollo urbanístico que genera trabajo, ingresos por impuestos al municipio del cantón vecino de Guayaquil, pero también alta demanda de servicios y obras. El alcalde de la jurisdicción, Wilson Cañizares, estuvo en el pódcast Entre Dos para hablar de las necesidades y soluciones que su Administración plantea a problemas que reconoce pero que, advierte, vienen del pasado.

El agua potable es uno de los mayores inconvenientes que se afrontan en la zona, porque constantemente se queda sin servicio y, sin embargo, las tarifas son elevadas, según las quejas ciudadanas. El alcalde de Daule prevé que para octubre esté operativa una planta de agua potable que construye, lo que evitará los cortes, pero no aliviará los valores en la planilla de consumo. Explica que, aunque inicialmente se lo planteó, no será posible en virtud de que por la potencia del agua de una infraestructura nueva se generan roturas de tubería y otros daños que requerirán gastos, y la empresa que entrega el servicio deberá seguirlos asumiendo.

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En lo que respecta al pago de contribuciones por el puente que une Guayaquil con Daule por la zona de La Joya, dijo que el contrato lo contempla por doce años, de los cuales ya han corrido tres, y que él ha cargado con la inconformidad de la población, más allá de que la decisión no correspondió a su gestión. Cañizares anunció que su decisión es no poner nuevas tasas por obras en el sector hasta que se termine de pagar lo que corresponde a la infraestructura carrozable.

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Daule pasó de 119.719 habitantes a 222.446 entre el año 2010 y el último censo del 2022, un crecimiento del 85 % en población. El mayor crecimiento está en el sector de La Aurora. ¿Cómo se maneja la atención de un alcalde que tiene un polo de desarrollo de urbanizaciones distante de lo que es su cabecera cantonal?

Daule ha crecido mucho en los últimos años, y yo creo que en esas cifras del INEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos) nos quedamos cortos, porque mire usted que en los últimos años, en esa cifra del 2010, donde aparecemos casi 120.000 habitantes, solo se reflejaban 10.000 habitantes en La Aurora, aproximadamente. De momento tenemos 45.000 predios en La Aurora que, multiplicados por cuatro personas como mínimo o cinco, serían más de 160.000 los que viven solo en La Aurora. Y si Daule urbano y rural no ha crecido nada, 160.000 más 110.000 ya serían 270.000 los habitantes de Daule y no 222.000 como dice el censo. Pero, en fin, nosotros hemos tratado de aportar también. Yo siempre digo que el sector público debe de aportar lo suyo y el sector privado también debe aportar con lo suyo.

Además, las personas que habitan en este sector se han convertido en un peso económico importante a través de sus impuestos.

Correcto. Por eso es que el sector público, en este caso el Municipio, en estos cinco años que estamos al frente hemos tenido que hacernos más eficientes, más eficaces, combatir la corrupción, dar seguridad jurídica, aperturarnos a la inversión, dar las facilidades para simplificar los trámites, para que todos estos permisos de desarrollo urbanístico se den en el menor tiempo. Antiguamente, un proyecto urbanístico se demoraba tres años para que lo aprueben; ahora la distancia es de un mes. Entonces, eso ha brindado también esa confianza al sector privado para que digan: “Ándate a Daule, ahí hay facilidades, ahí hay credibilidad y confianza”.

Wilson Cañizares, alcalde de Daule, durante el pódcast Entre Dos. Foto. Jorge Lozada.

¿Hay un crecimiento industrial a la par del crecimiento urbanístico?

Bueno, no tanto industrial, si bien es cierto ya existía un crecimiento industrial más de tipo agrícola. Pero ahorita el industrial o el comercial serían más las plazas comerciales, los centros comerciales, que también generan plazas de trabajo. Entonces, mire usted que en este tiempo que estamos al frente se han desarrollado 56 nuevos proyectos urbanísticos y 58 plazas comerciales.

Y estos 56 centros urbanísticos también le representan exigencias y atención a la Alcaldía. Hay una inversión de más de 4 millones de dólares en algunas urbanizaciones cerradas, tengo entendido que por 14 contratos. ¿Qué es puntualmente lo que se está haciendo con estos recursos?

Claro, ahí viene también la confianza, tanto del ciudadano como del sector privado, porque La Aurora crece en 3.000 viviendas por año y lógicamente vienen a dar recursos al Municipio con los impuestos prediales, las tasas, contribuciones. Todos esos trámites generan recursos al Municipio, y esos recursos han sido repartidos equitativamente para todo el territorio, tanto urbano como rural. Antes, de pronto, había mucha bronca en el hecho de que sí, que La Aurora aporta y no es atendida, y precisamente en estos cinco años han recibido la atención.

El 90 % de los ciudadanos que viven en La Aurora, ¿dónde viven? Dentro de las urbanizaciones. Pero ellos también tienen necesidades porque las urbanizaciones ya tienen diez, ocho, cinco años, y ya en diez años la cancha se destrozó, el parque se destrozó, en el asfaltado se hicieron huecos, las avenidas están deterioradas; entonces, la gente que vive dentro de una urbanización dice: “Bueno, pues, yo estoy pagando impuestos”. Y van a tocar la puerta del Municipio, porque el espacio físico es municipal. Cuando la constructora termina la urbanización, la entrega, pero el 35 % del suelo de la urbanización es municipal: las vías, las aceras y bordillos, los parques, las canchas, la planta de tratamiento de aguas residuales, todo eso, alumbrado público, la red de alcantarillado, las redes de agua potable, todo eso entregado al sector público. CNEL recoge sus líneas de electricidad; Amagua, sus líneas de agua potable, alcantarillado; el municipio coge sus calles, sus aceras, bordillos, su cancha, sus áreas verdes. Todo eso es municipal y, por lo tanto, tiene la necesidad el ciudadano de exigir las obras y el Municipio tiene la obligación de atenderlas.

Concretamente, entonces, estos casi $ 5 millones que se están invirtiendo en 14 contratos son contratos de reparación de vías, de parques y de canchas deportivas...

Sea reparación, repotenciación, o sea, canchas nuevas, o sea, asfaltado de las vías, o sea, equipamiento de las vías, todo en espacios públicos. Y es la prioridad que cada uno de los representantes y comité de la urbanización ha ido a solicitar. Nosotros tenemos más de 100 solicitudes y no han sido todas atendidas, porque no se puede de un solo año o con un presupuesto atender a todos.

¿Cómo se canalizan los pedidos de quienes habitan en este sector si usted menciona que tiene más de 100?

Son tantas las necesidades en todos los sectores y uno no puede decir: “Eso no me compete”. Por ejemplo, la avenida León Febres-Cordero, que fue motivo de dos años de darme palo la ciudadanía, bueno, llegó una prefecta nueva (Marcela Aguiñaga), porque yo tampoco puedo asumir una competencia que no me corresponde y no tengo los recursos para ello. Entonces, nos unimos (con la prefecta), solicitamos una reunión con el ministro para que nos dé permiso para intervenir. Lo íbamos a hacer a medias el asfaltado, pero dije: “No, pues, porque ya nosotros en dos años hemos elaborado una consultoría, hemos construido una consultoría para regenerar la vía León Febres-Cordero, y esa consultoría de los 7,2 kilómetros de la vía cuesta $ 35 millones”.

Si bien es cierto la Prefectura de Guayas va a gastar o está gastando $ 4 millones en la carpeta asfáltica, pero no hay aceras, no hay bordillos, no hay ciclovía, no hay áreas verdes, no hay soterramiento de los cables, y eso es muy caro; o sea, soterrar los cables, incluso los de alta tensión, meterlos por debajo de la tierra, en tuberías, es muy caro. Entonces, ese estudio vale 35 millones de dólares que el Municipio de Daule tampoco tiene en un solo año para contratar la obra. Entonces, lo vamos a hacer en etapas. Ya contratamos dos etapas que van desde el kilómetro diez hasta la entrada a Villa Club.

Pero ¿cómo se prioriza, como usted me preguntaba, si usted tiene 100, 200 solicitudes? Las escuelas, por ejemplo: tengo 100 solicitudes de repotenciación de escuelas fiscales, y hemos repotenciado 17 pidiéndole permiso al Ministerio de Educación. ¿Y cómo prioriza? Si tengo una escuela que atiende a mil niños y tengo una solicitud de una escuela donde hay 50 niños, ¿a quién tengo que atender primero? A la que tiene mil, y la escuelita que tiene 50, qué pena, pero hay que priorizar. Hemos gastado millones de dólares en repotenciar 17 establecimientos educativos, pidiéndole permiso al Ministerio de Educación, por ejemplo.

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Hablando de recursos, ¿cómo se nutre el Municipio de Daule? ¿Cuánto recibe como aporte estatal como parte del Gobierno que les corresponde a todos los municipios y cuánto es el aporte de la ciudadanía a través de sus impuestos?

El presupuesto del Municipio es de entre 55 y 60 millones de dólares cada año. Conversábamos con el ministro de Economía, porque también le fuimos a solicitar la garantía soberana para un crédito con la CAF de 35 millones de dólares que está a las puertas de que nos den, porque ya aprobaron la capacidad de pago.

El alcalde de Daule, Wilson Cañizares, afirma que para octubre se prevé que esté operativa la planta de agua potable que servirá a La Aurora. Foto: Jorge Lozada

¿Para qué obra?

Justamente para las obras necesarias. Quizás para unos es prioritario, para otros no, pero como estamos en el desarrollo que nos da más ingresos al Municipio también, esos 35 millones de dólares van a servir para regenerar la parte que ya ahorita está contratada, la parte de la regeneración del kilómetro diez a la entrada Villa Club, pero falta de la entrada de Villa Club hacia el puente de Pascuales Vicente Rocafuerte; entonces, son cinco kilómetros más que faltan de regenerar. ¿Cuánto cuesta esa etapa? 20 millones de dólares, por un lado. Tenemos también la construcción del malecón de La Aurora. ¿Cuánto cuesta ese malecón? 12 millones de dólares. Pero también tenemos que no solo atender a La Aurora; tenemos que atender a la cabecera cantonal; dos etapas de regeneración nos faltan: la una cuesta 5 millones, la otra cuesta 4 millones. Y también continuar con otras obras en el sector rural.

Se sigue manejando la medida de la contribución para obras especiales por sectores. ¿Cuándo los habitantes de una zona de La Aurora van a terminar, por ejemplo, de pagar el puente que une Guayaquil con Daule, por el área de La Joya, vía contribución?

Mire, y como quedó trunca la respuesta del presupuesto, conversábamos con el ministro de Economía y le decía: “El presupuesto del Municipio de Daule es $ 60 millones por año, ¿y cuánto le llega de la asignación del Gobierno que le corresponde? 14 millones de dólares”. Y tenían la computadora y me dice el asistente del ministro: “No, 13 millones y pico”. Entonces dice el ministro. “Pero eso es algo extraordinario, que de 60 millones al año que usted tiene de ingresos solo 13 le llegan del Gobierno”. Quiere decir que Daule tiene entre el 70 % y el 80 % de recursos propios y que no depende de la asignación del Gobierno. Efectivamente, eso se debe al crecimiento de este sector urbanístico de La Aurora, que cada día crece y que con funcionamientos, tasas, contribuciones, impuestos prediales ha elevado el ingreso del Municipio. Y eso nos ha permitido no solamente atender a La Aurora, sino atender a la cabecera, a las parroquias y a los recintos, porque hemos distribuido equitativamente el recurso.

Alcalde, le preguntaba hace un rato: ¿cuándo se termina de pagar el puente que une Guayaquil con Daule en la zona de La Joya?

Esa obra fue contratada en el año 2017. Yo encontré en el año 2019 a medio talle la construcción. Nos tocó en medio de la pandemia terminar la obra. Y ya cuando estuvo terminada y entregada, yo afronté prácticamente el rechazo de la ciudadanía por pagar una contribución que fue estipulada en el momento del contrato. Entonces, para aliviar la presión, el reclamo de la ciudadanía, porque estaba estipulado que van a pagar un dos por mil del predio de su casa, nosotros tratamos de bajar la aportación del dos por mil al 1,33 y avanzamos un poquito más para disminuir el gasto; o sea, quedamos en que eran 12 años la contribución y a 1,33, de los cuales ya la ciudadanía ha pagado tres años; o sea, quiera o no, ya han pasado tres años del pago del puente y ya faltan nueve años por culminar.

Pero, así mismo, estaban con la idea de que ahora tenemos 20 millones de dólares en la planta de agua potable (nueva); ahora tenemos $ 35 millones de la regeneración de la León Febres-Cordero. “Y también vamos a pagar nosotros”, decía la ciudadanía. Y digo: “No, pues; o sea, mientras nosotros estemos al frente, es un compromiso de que, mientras ellos estén pagando esa contribución (del puente), no habrá otra contribución”.

No habrá nuevas contribuciones especiales.

No, por mucho que hayamos construido 5 millones de dólares en obras en las urbanizaciones, por mucho que gastemos 35 millones de dólares en la León Febres-Cordero, por mucho que gastemos 12 millones en el malecón, no hay más contribuciones hasta que no se termine de pagar el puente, por lo menos en mi periodo. Puede venir otra Administración que tome otras decisiones; pero, mientras nosotros estemos, ese compromiso hemos asumido con la ciudadanía.

La planta de agua potable nueva significa que los habitantes de Daule y de La Aurora ya no van a sufrir los constantes cortes cada vez que hay un problema con la planta La Toma. ¿Van a bajar los costos del agua, que son elevados en la zona?

Va a servir de mucho. Primero, que asegura agua de calidad por muchos años. Segundo, que no van a tener esos cortes permanentes, porque, cuando hay problemas de mantenimiento en Guayaquil, al primero que le cortan el agua es a La Aurora y La Puntilla; o sea, nos cortan el agua y a veces no hay agua varios días, y cada vez y cuando pasa lo mismo. Entonces, si ya tenemos una planta propia con varios módulos, que así sea por mantenimiento sigue funcionando el uno aunque esté en mantenimiento el otro, no vamos a tener esos cortes constantes y permanentes.

¿Y en las tarifas también va a sentirse una alivio?

Esa era una de mis aspiraciones, de disminuir el precio del metro cúbico a la ciudadanía. Y no me estoy retractando, pero en esta transición no va a ser posible, porque acuérdese usted de que va a haber una planta nueva, un tanque elevado alto, que va a aumentar la presión, que va a mejorar el servicio, pero va a haber complicaciones. ¿Y cuáles son las complicaciones iniciales? Que va a haber ruptura de tuberías por un lado, por otro lado, por otro lado. Entonces, los que han usufructuado el recurso de la ciudadanía de Daule, pues, ahorita en la transición, que no es de un día para otro, tienen que afrontar esos gastos. Va a mejorar el servicio con la presión, con el agua; pero, digamos, el metro cúbico va a valer lo mismo, porque no lo podemos todavía nosotros asumir, nuestra empresa pública, la comercialización.

¿Cuándo ya va a estar operativa la planta?

Mire, esa planta estaba prevista para ser entregada ya hace unos meses, pero a veces los problemas del invierno... Acuérdense de que decían que el fenómeno de El Niño venía, que no venía, y no vino, pero todas esas cosas fueron limitantes para terminar la obra. Se tuvo que hacer un rediseño de la captación porque justo donde estaba previsto es un meandro que se comenzó —desde que se hizo el estudio hasta que llegó a contratarse la obra— a deslizar. Entonces, hubo que hacer un rediseño para ponerla en otro sitio. Y ese otro sitio implicaba expropiar otro terreno. La obra que estaba contratada y que el BEDE dio un presupuesto de 14 millones y medio en el camino debió considerar otros temas, y se hicieron contratos complementarios que superaron el margen permitido por la ley, por lo que debí pedir permiso a la Contraloría para gastar más recursos, y la Contraloría se demoró seis meses para respondernos, cosa que no estaba presupuestado en el tiempo.

Entonces, no hay una fecha prevista para la entrega.

Por supuesto, ya hemos ido solventando todos esos retrasos y estamos ya casi que terminando. O sea, ya la planta se encuentra en el 98 % de construcción, e incluso tuvimos que hacer otro contrato para una nueva subestación eléctrica para asegurar la energía y el buen funcionamiento de la planta, que también ya está construida. Solamente están a la espera de unos equipos que son del exterior y que demoraban meses por llegar; entiendo que ya están llegando, y el constructor dice que en el mes de septiembre —estamos a agosto— comienzan a hacer ya las pruebas y, según el contrato, son dos meses de pruebas hasta conseguir el óptimo resultado del agua de calidad.

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En fin de año entonces ya estará disponible...

Nos han dicho que en octubre. Entre septiembre y octubre se hacen las pruebas. Y que estaría ya funcionando la planta en el mes de octubre.

Antes de cerrar el programa, cuéntenos cuál es la obra emblemática que usted aspira a entregar antes de terminar su gestión.

La obra emblemática es justamente que funcione la planta de agua potable. Que estén regenerados los 7,2 kilómetros de la avenida León Febres-Cordero, que es la puerta de entrada al desarrollo urbanístico de Daule. Que esté terminado el malecón, en el que sueño ver a 10.000 personas los fines de semana.

En la cabecera cantonal, que la etapa tres y cuatro de la regeneración esté terminada. Que todo el casco comercial de Daule, cabecera cantonal, se encuentre bonito, iluminado, incluso con las luces navideñas en los postes y los árboles de Navidad; que, aunque para uno no es prioridad, creo que a la gente le gusta. Que en cada una de las cabeceras parroquiales se terminen las obras emblemáticas. Ya entregamos una obra emblemática como el mercado en Laurel; otra obra emblemática como la plaza turística gastronómica en Limonal; estamos por entregar el 27 de agosto un parque polifuncional que tiene juegos acuáticos, juegos infantiles y canchas de uso múltiple, máquinas biosaludables para los adultos, juegos infantiles para los niños, ágora para eventos culturales en Juan Bautista Aguirre, y que Los Lojas, que aspira a su malecón también, queremos dejarlo terminado. O sea, hay obras emblemáticas importantes en cada sector. (I)