El costo de la rifa que está impulsando María Graciela Borja, creadora de la Chica Bahía en Ecuador y que se ha dado a conocer en redes sociales por su emprendimiento de personal shopper es de 2 dólares. Ella fue parte, en el 2022, del segmento ‘Así se emprende en Ecuador’ de este Diario.

Con lo recaudado, Borja espera recuperar el dinero de sus clientas que fue robado a través de la modalidad de secuestro exprés que sufrió el pasado 11 de abril en Guayaquil.

Ese día, Borja se encontraba en el sector de la Bahía realizando un trabajo publicitario para una marca. Eran las 18:00 y ya quería regresar a su casa para estar con sus hijos. Entonces, llamó al taxista de confianza, pero este no podía en ese momento. Decidió ir hasta la calle Olmedo y tomar una unidad cualquiera.

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“Había una fila de taxis amarillos, a lo que yo veo otro carro y empieza a pitar y pensé que era de la misma fila”, cuenta Borja, quien iba a acompañada de su asistente. Ambas se subieron al vehículo y nunca sospecharon, puesto que la carrera era de $ 4, el valor que suelen cancelar.

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Cuando estaba pasando por la avenida de las Américas el conductor se parqueó en un lugar oscuro e inmediatamente se subieron tres hombres. A Borja, que iba en el asiento de adelante, la hicieron pasar atrás con su asistente. Con ellas iban dos delincuentes y adelante otro.Los insusltos no estuvieron ausentes en ‘el paseo’ de terror.

“El chico que iba en el volante sí me conocía, decía: ‘la china es publicista´, era como que el chico ya me había analizado y decía: ‘yo tengo buen ojo’. Me colocaron un líquido en la cara y una venda en los ojos”, menciona Borja.

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En ese instante le quitaron cuatro celulares, que usa por su trabajo, abrieron las aplicaciones móviles de sus cuentas bancarias, usaron su huella para desbloquear y hasta el sistema biométrico para el reconocimiento del rostro. Los delincuentes retiraron el dinero mediante efectivo móvil, una opción que tienen las entidades bancarias para sacarlo sin necesidad de la tarjeta de débito.

“Yo nunca fui a un cajero. Me decían: ‘Te vamos a matar, quédate tranquila, que me golpearían en el tabique’. Yo le dije: ‘Mira brother, yo les colaboro, pero no me griten. Si tú me gritas, yo me bloqueo. ¿Quieres la clave del cajero? Es esta sino es esta otra. Llévate todo. Y si consideras algo, déjame los pañales de mi hija porque me vas a dejar sin dinero y no tengo pañales. El (hombre) que estaba al volante dijo: ‘Apoyemos a la china’”, relata Borja, a quien le lesionaron la rodilla.

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Luego de eso, los secuestradores vieron que la asistente de Borja quería lanzarse del vehículo y estos la amenazaron: ‘Cuidado con lo que haces porque el de la moto está armado’. Y es cuando ambas supieron que había otro delincuente que seguía al automotor y también una camioneta atrás.

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Durante esas más de dos horas que Borja y su asistente estuvieron secuestradas escuchaban las conversaciones de los delincuentes. “Un ladrón le preguntó al otro: ‘¿por qué saliste a trabajar en bermuda?’ y respondía el otro: ‘es que llamó el patrón y cogí una camiseta y salí´”, a lo que Borja a manera de broma expresó: “Con razón yo te iba a preguntar sobre ese outfit porque no te combina y se reían”. Así la Chica Bahía intentaba calmar su tensión y la de los secuentradores.

Pero, después se pusieron agresivos y le repetían que se callara y que la iban a matar. Borja vio como contaban frente a ella el dinero de sus clientes y lo repartían. Luego le decían: “Nosotros sabemos que vas a recuperar rápido todo lo que has perdido, y otro le decía: tranquila que lo material se recupera”.

Esa amarga experiencia culminó pasadas las 21:00 en Mapasingue este. Le devolvieron sus documentos, los pañales de su hija y $ 10. Pero, no fue lo único, también le dejaron una advertencia. “Te vamos a volver a ver en la Bahía”.

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Luego de eso, María Graciela se acercó a un patrullero, pero prefirió no denunciar. Ella quería regresar a casa con sus hijos. Esa noche no durmió, vomitó de la ansiedad y dijo: “¡Dios mío!, estoy con vida, pero ahora qué hago”.

Al siguiente día su asistente la buscó y afirma que eso le dio más fuerza. “Yo no creí que fuera a levantarse ese día y venga hasta acá. Ella me dio el aliento de esperanza, yo no podía ni bajar, ni comprar un aceite”, cuenta y agrega que el sonido de las motos la agobiaba, pero hoy se siente agradecida.

La Chica Bahía compartió un poco de esos momentos en sus redes sociales y la ayuda no se hizo esperar. Le regalaron un celular para que pueda trabajar, una señora de 65 años le obsequió víveres y así más se sumaban.

Ella asegura que no va a dejar su marca porque siente que tiene un gran propósito. “Sí me costaron los primeros días. Me cuesta entender que soy influencer, hay una parte buena que la gente te quiera, te admire, te sigue, te apoye y otra parte cuando pasan estas cosas y no sabes qué elegir, si quedarte en una vida reservada o ir a la expuesta, es una decisión dificil, pero no puedo dejar lo que estoy haciendo. Lo que sí sé es que Dios no me ha abandonado, me ha mandado por un buen propósito”, señala y añade que durante ese secuestro exprés a su mente venía el pensamiento de cómo iba a morir.

A menos de un mes de ese horrible día, Borja está entusiasma con la rifa para retormar el rumbo de su negocio y cumplir con sus clientes, que comprendieron la situación y la van a esperar. “Soy una persona que no veo maldad, yo he hecho muchas cosas buenas, porque soy del concepto de vida que uno tiene que ser acomedido en la vida para llegar a un lugar. Uno tiene que dar sin recibir nada a cambio y está más que comprobado con lo que viví”, indica.

La rifa cuesta $ 2 y hay más de 50 premios, entre estos kits llamados los buenos somos más, queremos trabajar sin miedo y unidos podemos contra la delincuencia. Se puede adquirir en la página web de rifarito y el pago es vía transferencia. El sorteo es el 20 de mayo a las 20:00. (I)