“Este proyecto va en dedicatoria a todos los niños que nunca encajaron y, quizá, fueron vistos como raros porque siempre soñaron con hacer inventos para ayudar a las personas. A ellos les digo que es complicado, pero que sí se puede aunque no se tenga dinero”.

Con esa frase finalizó la entrevista con EL UNIVERSO Fabricio Rodríguez, joven ecuatoriano que inventó un generador de energía que funciona con alcohol o velas y que purifica agua. Al hablar de su prototipo se llena de orgullo, en especial por lo que le ha costado tener un artefacto funcional.

Fabricio cree que su generador podría ayudar a miles de ecuatorianos que no tienen energía eléctrica en sus casas, y a muy bajo costo. Tanto cree en su idea que se mudó a áreas alejadas de Cuenca para optimizar gastos y seguir invirtiendo en su proyecto, llamado “El mundo de Mindy”.

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Este generador está diseñado para ser portátil y de bajo costo. Necesita una pequeña fuente de calor (alcohol al 90 % o una vela).

Cuenta que el fallecimiento de su perrita, el 15 de enero del 2025, lo llevó a reflexionar sobre el propósito de su vida. Se llenó de valentía y apostó por su sueño truncado: la creación de máquinas.

“Tras la última sequía (estiaje) que pasamos, en mi mente estaba una pequeña solución. Desde allí empecé a tomar las cosas en serio, y seis meses me tomó llegar a este prototipo funcional de un generador que no funciona ni con gasolina ni con diésel. No emite gases tóxicos, está hecho con materiales reciclables y, además, purifica agua al mismo tiempo”, dice.

Este generador está diseñado para ser portátil y de bajo costo. Necesita una pequeña fuente de calor (alcohol al 90 % o una vela). El prototipo tiene conceptos de economía circular en su armazón, en la parte eléctrica y su mechero: “Todo tipo de contaminación la convertimos en combustible”.

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“Toma agua contaminada, pasa por el sistema y en el proceso se genera energía eléctrica gracias a la pequeña fuente de calor, que está diseñada para funcionar por diez horas por cada litro de alcohol”, afirma.

Para descontaminar el agua, el líquido pasa por un filtro primario donde se quedan los contaminantes, y luego el agua empieza a recircular en el sistema, que está fabricado para seguir quitando los contaminantes de forma continua. El volumen del agua no cambia y los desechos quedan dentro del filtro.

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Fabricio cuenta que al comenzar con el armado del prototipo invirtió todos su ahorros y se quedó sin recursos, por lo que no ha podido acceder a laboratorios técnicos que le ayuden con las pruebas suficientes para determinar el nivel de potabilización con la que sale el agua.

El joven, estudiante de la Universidad de Cuenca, indica que ha logrado tener certeza de que el agua se está descontaminando al realizar comparaciones físicas. El agua que ingresa al generador está con colores extraños y mohosa; y, cuando esta sale, ya no tiene estas características y cambia de sabor.

“Lo que hice, y que no recomiendo porque no es ortodoxo, es ingerir el agua y ver cómo reaccionaba mi cuerpo. Al inicio fue algo muy intenso, porque el agua me hizo vomitar. De allí fui mejorando el filtro; el agua fue mejorando hasta llegar al punto de no sufrir ningún síntoma cuando la consumía”.

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El prototipo es capaz de prender focos de linternas, focos leds y los de uso doméstico (de 7 vatios). Esto quiere decir que el generador ya está consolidando 120 voltios. Mejorando la potencia estaría listo para encender focos de 40 vatios, cargar una laptop o un celular. Todo esto con una autonomía de diez horas.

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En busca de recursos

Al no tener dinero para importar piezas, Fabricio las ha fabricado a través de impresiones 3D, cuyos costos fueron elevados. También acudió a vertederos para sacar partes de artefactos electrónicos.

El cuencano ha buscado varios empleos nocturnos para poder solventar su diseño y, a la par, mantener el pago de servicios básicos y su alimentación. Empezó a mostrar su idea en redes sociales.

El prototipo es capaz de prender focos de linternas, leds y los de uso doméstico (7 vatios).

Ahora busca recursos para mejorar el generador: “Me da vergüenza pedir algún tipo de donación. Sabía que esto me iba a costar bastante para mejorarlo y patentarlo. Solo me falta mejorarlo un poco más. Por eso, me estoy acercando a los medios de comunicación. Mi objetivo es dar energía eléctrica y agua potable con un solo artefacto”.

Además, ha empezado dos emprendimientos, en el área de la construcción y en la confección de ropa, para obtener el dinero que necesita.

También ha diseñado procesos para la producción de cada pieza del generador y que no requieren maquinarias especializadas.

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“Fui a tocar puertas a mi universidad, pero no tienen una plataforma como tal para invertir en esta clase de proyectos. Sin embargo, hace poco se abrió una convocatoria para septiembre y pienso presentar el proyecto. También estoy realizando la inscripción del programa Misión Emprende 593, donde podré conocer a varios inversores. Es una plataforma de incubación como tal. Allí es donde le estoy apuntando”, afirma Fabricio.

Para dar algún tipo de ayuda, pueden contactarlo a través de las redes sociales de “El mundo de Mindy”. (I)