Las ofertas saltan a la vista en épocas como Black Friday, que este año será el 25 de noviembre, y antes de las festividades navideñas con carteles y hasta letras en movimiento que anuncian regalos, 2x1 o lleve un artículo y pague el segundo a mitad de precio y se resaltan las facilidades de financiar con meses de gracia.

Pero detrás de la práctica del marketing de crear constantemente necesidades, a veces ficticias, ciertos mensajes publicitarios dejan dudas en los consumidores respecto de su conveniencia. De ahí que los expertos señalan que las compras deben ser parte de un proceso planificado para adquirir lo que efectivamente haga falta.

¿Cómo identificar que una oferta lo sea en realidad? Los almacenes tienen una forma específica de vender en Black Friday que es informar el precio de contado, pero también dan posibilidades de financiamiento a plazos con meses de gracia. En ese caso, si no se tiene el efectivo, la recomendación es pagar el precio de contado del artículo con la tarjeta de crédito, sostiene Guillermo Granja, profesional en finanzas personales y catedrático de la Universidad Ecotec de Guayaquil.

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¿Cree en las ofertas del Black Friday?, si su respuesta es negativa forma parte del 56 % de personas que en Ecuador duda de los descuentos por esta fecha (25 de noviembre)

“Es mejor hacerlo así y luego hacer el diferido internamente con la tarjeta de crédito. Allí sí se beneficiará en realidad de la oferta, porque normalmente cuando ya no se paga el de contado, le recargan los intereses y les dicen a los consumidores que no se preocupen, que saldrán cuotas pequeñas y que empezarán a pagar tres meses después, es decir, recién la primera cuota se pagará en febrero próximo, pero no se dan cuenta de que ya es un precio diferente, ya que incluyen el financiamiento, que será mayor mientras más largo sea el plazo que finalmente se decida, tres, seis, nueve o un año completo”.

El truco de estos anuncios de oferta está en frases como “y hasta un año” seguidamente de informar el precio de contado, que sí puede ser menor a lo que habitualmente ocurre.

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“Hay que entender la dinámica comercial, ya que primero hay el enganche con el Black Friday, pero luego vienen las promociones de diciembre por Navidad, que también incluyen el ofrecimiento de un diferido con tres meses de gracia, entonces después en 2023 se tiene una carga financiera fuerte para los meses de febrero (por la primera deuda) y en marzo se juntan las dos cuotas y allí se da el estrangulamiento”.

En los centros comerciales de Guayaquil, Samborondón y Daule las ofertas por el Black Friday y Black Month se exponen fuera de los locales.

El pago en efectivo siempre tendrá la ventaja de librar de intereses al comprador.

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Los meses de gracia que se ofrecen esconden en realidad un interés, entonces el precio final del producto, diferido en el tiempo, pues será mayor al del anunciado en la oferta, el de contado.

Otra táctica es conocer la fecha de corte de la tarjeta, indica Granja. Si es el 31 de octubre pues la compra debe hacerse desde el 1 de noviembre. Allí hay una prórroga que va desde un mes hasta 45 días para pagar la primera cuota, porque de la fecha tope se tienen quince días más para pagar.

“Puede ser un plazo de gracia de un mes y medio por conocer esta fecha de corte y saber usar bien, automáticamente son 45 días de gracia pagando el precio de oferta, de contado al utilizar la tarjeta de crédito”.

Al seguir esa forma de pago el diferimiento con la tarjeta de crédito debe ser de tres, seis o nueve meses como máximo en un bien que cueste hasta mil dólares. “Doce meses de plazo suena bien pero la tasa de interés será mucho más alta, el precio final del producto será mayor”, manifiesta Granja.

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Hay locales que presentan sus ofertas durante todo el mes con diferencias. La primera semana de noviembre ofrecen un descuento en toda la línea blanca, la segunda en la línea café y la tercera en los productos tecnológicos. En ese caso, dice Granja, hay que comprar de acuerdo a la promoción que esté vigente.

La vía de pago del precio de oferta con la tarjeta de crédito requiere tenerla al día y con su saldo liberado con el fin de beneficiarse de estas promociones.

Franklin Velasco, profesor de marketing de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), afirma que la cultura del consumidor ecuatoriano no ha avanzado hacia mejorar las finanzas personales. “El sistema de persuasión que utiliza el mercadeo es justamente la financiación, entonces no colocan el precio final del producto incluido el interés. O nos dicen que el pago es en ‘cuotitas’. Hay promociones de una motocicleta que dice que se puede pagar con $ 2,50 al día”.

La psicología del consumidor funciona con un número menor, ya que genera una mayor atención. El problema, dice el especialista, es que se pierde el enfoque de la temporalidad ya que nunca se hace el cálculo de cuánto significa ese $2,5 en la semana, el mes y peor durante todo el año.

“El cerebro funciona acorde a la parte más instintiva y primitiva, que en este caso es esa cuotita aparentemente menor, lo que me alcanza en el momento de la compra”, asegura Velasco.

El especialista recomienda aplicaciones disponibles de forma gratuita que hacen el cálculo de lo que se terminará pagando por ese producto, según el plazo que se difiera. “En estas se ingresa incluso el sueldo mensual con lo que calcula el gasto en alimentación y educación, que por lo general son los rubros más fuertes por cubrir en el país. A partir de eso te recomienda si es factible endeudarse o no”.

Una de las costumbres por cultivar es la de documentar la evolución real de los precios de los productos con el fin de hacer comparaciones. “Visitar varios sitios para comparar estas ofertas” es otro de los consejos.

El consumo debe ser más racional y buscar en más locales comerciales con el fin de ver cuál es la mejor opción de compra, resume Velasco

El concepto de una promoción en marketing es que sea un ejercicio aleatorio por lo que el consumidor desconocerá cuando se hará. En el caso del Black Friday si es distinto porque allí todos sabemos que habrá ofertas.

Velasco indica que uno de los derechos del consumidor es estar informado. “No hay ningún almacén que se diferencie en el sentido de comparar lo que se hace. Si se paga los mil dólares hoy se lleva el televisor, pero si se saca a plazos de dos años pues se termina pagando, por decir algo, 1.500 dólares. Esa información no se da al consumidor porque lo que se busca es que la compra se efectúe y empiece a rotar el inventario”.

Al comprar ciertos bienes, sobre todo los más costosos como adquirir una casa o un automóvil, el consumidor pide la tabla de amortización del préstamo. Allí se evidencia lo que se termina pagando en intereses y capital. “No hay que tener vergüenza de pedirla para cada una de las compras que se haga a plazos. El concepto de interés en nuestra mente no está innato por esta falta de cultura en finanzas personales. allí los consumidores terminan pagando mucho más de lo que deberían”, agrega el especialista.

Otro elemento que caracteriza a las ofertas nacionales es que tras informar el precio promocional, pagando en efectivo, se indica la frase: ‘aplica condiciones’. Entonces se difiere sin intereses con dos meses de gracia pero se cancela al menos el 50 % (entrada) del precio anunciado.

Larry Yumibanda, analista económico y presidente del Círculo de Economía de Guayaquil, indica que se debe realizar un análisis previo sobre las necesidades y las posibilidades reales de financiamiento antes de salir de compras y dejarse llevar por el marketing con letreros llamativos y números fraccionarios.

“Es importante evaluar las finanzas y tener un objetivo claro sobre qué es lo que se busca comprar y para qué. Cuando se trata de finanzas personales el futuro es tan importante como el presente, esto se aplica al momento de realizar el presupuesto personal o familiar, de ahorrar, de invertir, de gastar y por supuesto, también al identificar una oferta”.

Los consumidores deben crear estrategias que funcionen y permitan razonar antes de comprar, añade.

El especialista da tres recomendaciones que pueden ayudar en la identificación de una oferta efectiva. La primera es la verificación para establecer su veracidad. “Es común encontrar letreros que indican 70 %, 50 %, 20 % de descuento. Pero el letrero no es una garantía, se necesita verificar si el precio anterior era menor y corroborar la oferta, esta verificación puede ser tan sencilla como conocer el precio con anterioridad o realizar una simple averiguación en línea en otras tiendas para comparar los precios”, señala.

El segundo consejo es no renunciar a la calidad por el precio. “Una compra en oferta sigue siendo una transacción comercial, no se debería renunciar a la calidad de los productos, como por ejemplo, electrodomésticos o prendas de vestir por el precio. El cliente puede exigir que le entreguen un artículo de bodega”.

Y la tercera recomendación es tener fidelidad a los bienes y servicios que realmente se necesitan. Un hábito práctico que pueden aplicar los consumidores es hacer una lista de los artículos que en realidad se necesitan y ser fiel a ella, lo que permitirá no regresar con artículos que jamás se usarán.

“Hay que realizar un análisis expedito para comprar desde una casa, hasta una camisa y las decisiones no deben ser automáticas e impulsivas, es importante considerar que ofertas de pago, como por ejemplo, tres meses sin intereses o tres meses de gracia no significan que es gratis o es más barato, significa que debe pensar en el presente y en el futuro al mismo tiempo”.

Yumibanda indica que lo mejor será siempre no endeudarse, ahorrar y hacer un presupuesto para las compras estacionales como el Black Friday o la época navideña. “Si esto no es posible revisar cuál es la cuota de la tarjeta de crédito que puede pagar y realizar un autocompromiso de asumir con responsabilidad el endeudamiento. Las compras deben traerle bienestar, no preocupaciones”.

Origen del viernes negro

Este año el Black Friday cae 25 de noviembre. Se conmemora justo un día después de Acción de Gracias, que es cada cuarto jueves de noviembre. Esta tradición surgió durante la década del sesenta del siglo XX en Filadelfia, en Estados Unidos. La expresión Black Friday se empezó a usar con el sentido que hoy conocemos en 1961 cuando un boletín público alertaba del caos que se producía en las calles de la vía pública por las rebajas del día posterior a Acción de Gracias. Luego el término se extendió por todo Estados Unidos a partir de 1975.

¿Cómo funciona?

Los descuentos en Ecuador por Black Friday funcionan de forma distinta a lo que ocurre en Estados Unidos, donde se originó este día. En ese país se busca salir de todo el inventario de mercadería del año, lo que provoca que las promociones sean mucho más grandes que las que se ofrecen en el caso nacional, indica Granja.

“Allá sí hay precios de ganga, en Ecuador lo que sucede es que sí hacen rebajas, pero la estrategia es salir de todo el inventario en el Black Friday pero también en Navidad”. Incluso, en el país hay Black Weekend y Black Month.

Los días de oferta

En Ecuador el Black Friday se ha convertido en Black Weekend, es decir, todo un fin de semana de ofertas e incluso hay tiendas que ya apuestan a un Black Month o mes negro, presentando catálogos de descuento todo noviembre. Con esto se busca dar más tiempo a los consumidores de recorrer y comprar con mayor comodidad, aunque como estrategia advierten que algunos productos se pueden agotar.

Rastree las ofertas

Desde que se inicia noviembre es conveniente revisar los precios de los artículos que se aspira a adquirir. Lo puede hacer en línea o físicamente en los almacenes. Las tiendas por departamentos en Ecuador exponen precios y productos distintos en sus plataformas, así que es una opción que no debe descartar para comparar costos antes de decidir.

Tarjeta de crédito

Cuatro de cada diez ecuatorianos piensan hacer sus compras de Black Friday utilizando crédito. Aunque para la mayoría la prioridad será el pago en efectivo, utilizarán un sistema mixto si se les presenta una oferta atractiva. Los expertos recuerdan que el uso de la tarjeta de crédito tiene intereses que se deben considerar y que el crédito rotativo no es recomendable. (I)