‘El que persevera alcanza’: mujer que consiguió empleo como mecánica de un avión es parte de los más de 200.000 contratos indefinidos firmados el año pasado en Ecuador

Trabajar en lo que te gusta es un deseo que no todos pueden cumplir lastimosamente. La tecnóloga en mecánica aeronáutica con mención en motores Tatiana Borja asegura que su camino no ha sido por suerte, sino por esfuerzo.

Ella estudió tres años para ser técnico de mantenimiento en la Universidad de las Fuerzas Armadas. Así obtuvo su título tecnólogo y luego estudió dos años más para sacar una licencia aeronáutica.

Cuando concluyó, buscó empleo y empezó en una labor de aviación menor formando a pilotos. “Esto no fue nada fácil porque es una carrera técnica que siempre ha sido liderada por hombres y entonces para una mujer sí es complicado, pero no ha sido imposible”, cuenta Tatiana, de 29 años.

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Mientras estaba en ese puesto de trabajo, la mujer postuló en otra compañía porque quería “crecer profesionalmente”. Realizó exámenes, entrevistas, pruebas hasta que consiguió un trabajo como técnico de mantenimiento C en Latam Airlines Ecuador. Ya con esa seguridad, decidió renunciar al anterior trabajo.

“Fue un proceso de seis meses, conocimientos y es mi primera experiencia en aviación mayor. Es un gran reto, creo que es un trabajo en donde técnicos y profesionales en aviación quisiéramos estar. Además, uno siempre busca crecer como cualquier profesión. No buscas quedarte sino seguir avanzando”, señala la mujer, que inspecciona entre siete y diez aeronaves al día antes de que vuelen. De hecho, ha habido situaciones en que a un avión se le apaga el motor y es cuando intervienen para arreglarlo.

“Me gusta mi trabajo, me apasiona mucho solucionar problemas, creo que esa es la parte más emocionante”, dice Tatiana, quien, en su círculo social, tiene compañeros que desafortunadamente no encuentran empleo y estudiaron lo mismo. Es consciente de la falta de oportunidades, pero también sostiene que cuando se quiere, se puede.

“El que persevera alcanza. Yo los invito a buscar porque sí hay llamados para pilotos, tripulantes, mecánicos. Es verdad que el proceso es largo y complejo”, dice y agrega que hay que ser muy pacientes.

“Hay algunos colegas, compañeros que están sin empleo por distintas razones. Tal vez porque cerraron alguna aerolínea. Pero sí hay llamados para pilotos, tripulantes, mecánicos, yo veo que sí hay oportunidades de trabajo (en mi profesión)”, menciona.

La ecuatoriana es parte de 205.677 contratos indefinidos que registra el Ministerio del Trabajo hasta el 15 de diciembre de 2023. Y que representan el 38,44 % de los contratos generales.

Cada año, de acuerdo a estos datos, ha ido incrementando este tipo de contratación. En 2022 fueron 193.127, en 2021 con 149.177 y en 2020, año de pandemia, con 96.403.

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Solo en el año anterior, la mayoría se concentró en el área de comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos automotores y motocicletas con 45.432 contratos; en agricultura, ganadería, silvicultura y pesca fueron 28.975 y en industrias manufactureras unos 22.777.

Luego están otras actividades de servicio con 20.824 contratos; de servicios administrativos con 16.920; actividades profesionales con 14.126; financieras y de seguros con 10.594 y enseñanza con 10.443.

El abogado David Norero explica que el artículo 8 del Código del Trabajo detalla la definición del contrato individual, en el cual una persona se compromete con otras a prestar sus servicios lícitos y personales, bajo su dependencia, por una remuneración fijada.

Y entre los tipos de contrato está el indefinido, aquel que establece una garantía o seguridad para el trabajador, destaca Norero. Este contrato, por primera vez, se inicia con un periodo de prueba de 90 días y cuando se lo pasa, automáticamente se convierte en indefinido.

Idel Salgado, docente de la Facultad de Ciencias del Trabajo y Comportamiento Humano de la UISEK, indica que con este contrato se sabe cuándo empieza, pero no su finalización. “La fecha de terminación depende de la voluntad del trabajador o del empleador, si por cualquier motivo no justificado quiere terminar el contrato, debe hacerlo pagando una indemnización y eso puede hacerlo en cualquier momento, pero cancelando esta indemnización”, explica Salgado.

“Si lo incumplen las empresas obviamente pueden ser sancionadas”, enfatiza Norero, quien sostiene que la terminación de un contrato indefinido se efectúa también por visto bueno. “El trabajador tiene derecho a una indemnización porque se considera despido intempestivo o cuando renuncia el trabajador se aplica el desahucio”, resalta Norero.

¿Cómo es el cálculo?

Salgado afirma que si una persona trabaja de 1 a 3 años se pagan tres sueldos, es decir, la última remuneración del trabajador multiplicada por tres.

Si se trata de una persona que lleva más de tres años en un puesto laboral se calcula la última remuneración por cada año de servicio completo o incompleto. Por ejemplo, si una persona trabaja tres años y dos meses se considera como si fueran cuatro años, explica Salgado.

“Un día de trabajo en un año significa, para efectos de la indemnización por despido intempestivo, un año completo”, expresa.

El Ministerio del Trabajo registra 35.235 actas de finiquito por despido intempestivo en 2023, 11,91 % más que en 2022 cuando fueron 31.037. (I)