Emilio Guayaquil, Diego Ponce, Danilo Gutiérrez y Melany Albán tenían que presentar un proyecto como parte de la carrera de ingeniería, donde analizan mecatrónica y pensaron en algo ligado a la movilidad sostenible y gestión inteligente de residuos en el hogar.
Luego de un debate, los alumnos, entre 19 y 21 años, llegaron a la conclusión de crear a Robopopper, un brazo robótico para la limpieza de desechos animales.
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“Hemos trabajado juntos en diversos proyectos a lo largo de nuestra carrera. La experiencia de convivir con mascotas nos llevó a identificar un problema cotidiano: la recolección de sus desechos. Y nosotros inspirados por este desafío personal y por el concurso anual de la semana de la ingeniería, decidimos aplicar los conocimientos adquiridos en materias como Industria 4.0, Robótica industrial, Sistemas mecatrónicos y Visión artificial para desarrollar una solución innovadora que optimice la gestión de residuos en el hogar”, explica Albán, quien estudia en la Universidad Internacional SEK.
El desarrollo de Robopopper se realizó durante una semana de trabajo “intensivo” y surgió en paralelo a la tesis de grado de cada integrante del equipo. “Con el fin de optimizar recursos y tiempo, se optó por utilizar tecnología disponible en el laboratorio de electrónica de la universidad. Así, el chasis se construyó con piezas VEX V5, el control y la programación se basaron en un microcontrolador ESP32, la visión artificial se implementó mediante una ESP32 CAM, y el desarrollo de la aplicación IoT se llevó a cabo en MIT App Inventor”, explica Albán.
El chasis es básicamente el esqueleto del automóvil o la estructura interna que aporta sostén y rigidez. Es el encargado de conectar las cuatro ruedas y el sistema de dirección.
Con todas estas piezas, se incorporó el brazo robótico a la plataforma móvil, que obtiene un asistente doméstico inteligente capaz de manipular objetos con destreza y depositar los desechos en un contenedor designado.
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“Nuestro objetivo es desarrollar soluciones tecnológicas que simplifiquen las tareas cotidianas y mejoren la higiene en el hogar. Este robot, diseñado para recoger los excrementos de mascotas de manera autónoma, es un ejemplo de cómo la ingeniería puede abordar problemas concretos. Si bien este es un primer prototipo, representa un gran potencial para el desarrollo de sistemas de limpieza doméstica más inteligentes y eficientes en el futuro”, sostiene Albán.
¿Cómo se activa?
La idea es maximizar la autonomía y eficiencia energética y por eso el robot cuenta con un sistema de doble batería. “Esta solución permite alimentar de forma independiente los motores VEX y los componentes electrónicos basados en el ESP32. Gracias a esta configuración, el robot puede operar de manera autónoma durante varias horas y ser recargado en un tiempo relativamente corto entre una y tres horas”, menciona Albán y agrega que esta flexibilidad lo hace ideal para su uso en diferentes tipos de hogares.
Al momento Robopopper está en su primera versión. Solo se encarga de recolectar los desechos de manera autónoma y almacenarlos en un recipiente interno.
“No obstante, la tarea de retirar y desechar la bolsa llena aún recae en el usuario. A pesar de esta limitación, el prototipo demuestra la viabilidad de un sistema de recolección automatizado y sienta las bases para futuras interacciones más completas”, argumenta Albán.
Los estudiantes no lo ven como un negocio, por ahora es su trabajo universitario. Pero, quieren seguir potenciando su investigación y fomentar este tipo de creación a más jóvenes.
“Este proyecto tiene un carácter experimental y exploratorio. Al ser un trabajo de fin de semestre, su objetivo principal es fomentar la investigación y el desarrollo de habilidades prácticas en el campo de la mecatrónica”, explica Albán.
Detalle de las partes de Robopopper:
- VEX V5: en su conjunto diseñado para producir el mismo rendimiento del motor a cualquier nivel de carga de la batería.
- ESP32: tarjeta de desarrollo.
- ESP32 CAM: es un microcontrolador que integra tecnologías wifi y bluetooth, que le proporcionan conectividad con internet u otros dispositivos.
- MIT App Inventor: es una plataforma de Google Labs para crear aplicaciones de software para Android.
Virus y bacterias
Las heces de gatos, perros, caballos y otros animales domésticos pueden contener bacterias dañinas, virus y nutrientes que pueden ser peligrosos para los residentes y medioambiente, según investigaciones en esa área.
Esa contaminación bacteriana puede provocar infecciones como la toxocariasis, producida por el parásito denominado Toxocara canis, transmitida por la materia fecal de los perros y su fase larvaria se encuentra en las heces.
Esa fase tiene que incubarse en el ambiente y al dejar el excremento expuesto a las condiciones de oxígeno, humedad y tierra, provoca que la fase infectante de un parásito pueda ser ingerida por el humano, explica la doctora Yazmín Alcalá Canto en una investigación publicada por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Entonces, los niños, al jugar en parques o jardines, pueden ingerir el parásito cuando ingieren tierra.
Por eso los estudiantes resaltan la importante de recoger las heces de las mascotas, no solo por mal aspecto sino por higiene y evitar enfermedades. (I)
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