Caminan por las calles enfrentando el peligro, de ser maltratados, insultados y hasta atropellados. Buscan algún rastro de comida entre la basura donde se mezcla con todo tipo de desperdicios, lo cual puede enfermarlo.

La soledad los abraza a cada instante y en las noches se refugian en esquinas de casas, parques o cualquier vereda fría. Así es un poco resumida la vida de una mascota en las calles, algunas que nacen en ese entorno y otras son abandonadas.

Eso lo experimentó Julita, quien afortunadamente fue rescatada por Katiuska Delgado, presidenta de la Fundación Refugio PANA en Guayaquil.

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‘Ponte en mis patas’, una campaña de concientización sobre el abandono animal, se aborda a través de la experiencia sensorial

“Ella fue abandonada en una mecánica con solo dos meses de edad en Sauces, vivía en la calle y pedía comida todo el día de puerta en puerta, así hasta que cumplió un año. Luego fue atropellada y quedó mal de una patita, pero con mucha paciencia, dedicación y rehabilitación no le quedaron secuelas”, cuenta Delgado.

Julita tiene dos años. Foto: Cortesía Refugio Pana.

A pesar de esa vivencia, Julita, ahora con dos años, es una perrita muy relajada, tranquila y amorosa. Sin duda, afirma Delgado, se merece una familia. Actualmete está en un hogar temporal, pero no es lo ideal, sostiene la rescatista: necesita un sitio permanente.

Esta es solo una de las historias que Diario El UNIVERSO contará a través del segmento ‘Busco un hogar’, cuyo objetivo es promover la adopción de las mascotas.

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Panchito, el juguetón

Otras de las mascotas con el mismo objetivo es Panchito, también tiene dos años. Su historia es algo similar a la de Julita porque ambos fueron encontrados en Sauces en 2022.

“Panchito fue rescatado en situación de abandono con solo dos meses. Era un cachorro demasiado tímido y asustadizo, además de que se encontraba muy delgado, deshidratado, con pulgas y garrapatas, pero ahora es un perrito por demás cariñoso, muy juguetón y obediente”, dice Delgado y agrega que a Panchito le encanta que lo abracen y rasquen su barriga.

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Panchito también tiene dos años. Foto: Cortesía Refugio Pana.

Panchito, al igual que Julita, aún no encuentran un hogar. “Merecen conocer la playa, salir a caminar cada día e ir al parque, de seguro será la mejor compañía”, afirma la rescatista, quien indica que ambos se llevan bien con otros perritos.

En Guayaquil hay cerca de 200.000 mascotas viviendo en las calles, según datos oficiales. En Quito hay 1,3 millones.

Además, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) contabiliza 7′601.269 perros y gatos que están en hogares ecuatorianos como animales de compañía; 5,2 millones son canes y 1,6 millones son felinos.

Delgado asegura que son miles de mascotas las que buscan un hogar y que lastimosamente hay más rescates que perros y gatos en hogares temporales.

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¿Cómo adoptar a Julita o Panchito?

Si deseas adoptar a Julita o Panchito puedes comunicarte con la Fundación Refugio Pana a través de estos canales:

En tanto, Fundación Refugio Pana recibe al menos 50 mensajes en su cuenta de Instagram, el principal canal de comunicación con la comunidad sobre pedidos de rescate a los animales.

“A nosotros nos escriben con 10.000 excusas, de que el niño es alérgico, que ya se cambian (de casa) y el discurso es, yo lo voy a botar a la calle, entonces vengan a verlo, y siempre les explicamos con mucha amabilidad y sutileza de que no es una opción el abandonar, porque se pueden enfrentar a tantas situaciones en la calle”, remarca Delgado.

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