“Indios salvajes”, “blanquitos acomodados”, “quiteños de bien”, “pelucones”, “que las ciudades mueran de hambre”, estas son varias de las expresiones que abundaron en los 18 días de paro al que convocó la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) hasta finales de junio de 2022. Esto es una clara demostración de que el racismo, el odio y el clasismo se ahondaron en la sociedad ecuatoriana por el vandalismo que generó una facción de los protestantes, según analistas consultados.