La escalada de violencia en Ecuador llegó a un nuevo nivel: utilización de cápsulas explosivas de uso militar conocidas como RDX instaladas en pendrives. Estas memorias USB fueron enviadas a medios de comunicación y periodistas con el objetivo claro de intimidar a sus receptores.

A esto se suma la ola de asesinatos, secuestros, robos y extorsiones que viven de forma constante los ecuatorianos. Debido a este alto índice de criminalidad (25 muertes por cada 100.000 habitantes) muchos ciudadanos han empezado a afirmar que Ecuador ya se “convirtió” en la Colombia de la década del 80 cuando el narcotraficante Pablo Escobar sembró el terror en esa nación.

Cápsula explosiva de uso militar se habría instalado en paquete que detonó en Ecuavisa

Pero ¿cuán verdadera es esta afirmación? Para Julio César Cueva, abogado penalista, “hace rato” el país vive una situación de inseguridad similar a la vivida por Colombia. Indica que el tema de los pendrives explosivos es una situación que solo se la veía en las llamadas narcoseries, pero que ahora son reales.

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Esto no lo armas en la calle. Esta gente tiene especialistas en explosivos. Se dice que Pablo Escobar llevó a Colombia integrantes de ETA (grupo terrorista vasco) para enseñarles a armar explosivos a su gente y con eso volar a media Colombia. Ya estamos viviendo una época de estas, una imitación. Están generando terror en Ecuador poniendo bombas”, afirma. De hecho, a Escobar se le atribuye el “innovar” con técnicas de explosiones de carros bomba a control remoto. En el país ya se han detonado vehículos de forma parecida.

1989 es uno de los años considerados de mayor “terror” en la nación cafetera. En aquella época Escobar hizo explotar un avión comercial en pleno vuelo para tratar de matar al político César Gaviria, que luego fue presidente. Murieron 107 personas.

En aquel año todos los meses el narcotraficante asesinó al menos a una autoridad que trataba de enfrentarse al tráfico de drogas. Mató a aspirantes presidenciales, periodistas y realizó varios ataques narcoterroristas con dinamita por toda Colombia.

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En Ecuador, afirma Cueva, ya se han registrado muertes de candidatos a dignidades populares, de jueces y fiscales, y de periodistas vinculados a bandas delincuenciales, ya se usa el terror psicológico para tener sometida a la población.

No se ha matado a candidatos presidenciales porque no ha habido elecciones, pero ya se conoce que han financiado campañas electorales. En dos años que se den las presidenciales habría que ver qué va a pasar”, añade.

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Jorge Villacreses, experto en seguridad, concuerda en que Ecuador está en la misma situación que la Colombia de Escobar. El manejo de explosivos que se está viendo es una acción bastante beligerante. Además, la situación de los secuestros también demuestra el rango de acción de estas bandas.

Ha habido muchos secuestros. Solo unos cuantos son los que conocemos porque se hacen virales o se tratan por los medios de comunicación, pero hay mucha gente de clase media-baja que ha pagado para que sus familiares sean liberados. Y esto pasó en la Colombia de Pablo Escobar y todavía se sigue dando en esa nación”, indica.

Una granada fue hallada en la UPC ubicada junto a la maternidad del Guasmo

A esto se suma que las bombas o alertas de estas ya se han instalado en centros comerciales, lugares de distracción, entidades públicas o zonas altamente concurridas. Y son tantas las alertas que las unidades de explosivos o secuestros del país no pueden atenderlas a todas al mismo tiempo.

Villacreses señala que otro escenario que ha sido caldo de cultivo para la situación actual es la crisis social que se vive en el país. Niños y jóvenes sin educación de calidad, pocas o nulas fuentes de trabajo, escasas opciones de sano esparcimiento han obligado a muchas personas a optar por pertenecer a estos grupos delictivos. De este tipo de escenarios también se aprovechó Escobar para formar su ejército de sicarios.

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Escobar regalaba casas, vituallas, útiles escolares, alimentos a estas poblaciones pobres de Medellín y suplió al Estado. Esto está pasando en Ecuador también. En la actualidad en los llamados anillos de control de las bandas narcodelictivas hay muchachos de 12 hasta 16 años que están en las esquinas drogándose y son los que por radio o teléfono advierten de la presencial policial”, afirma.

Abraham Correa, experto en seguridad y general en servicio pasivo, indica que para que Ecuador haya llegado a este punto es porque se allanó el terreno a los narcodelincuentes desde hace varios años y que se fue ahondando por la falta de recursos a la fuerza pública. El mismo cuadro que se repitió en Colombia.

Fueron pininos que se fueron dando para fortalecer a la delincuencia común y organizada año tras año. Esto ha sido una bola de nieve que cada vez se hace más grande. En Colombia asesinaban policías, les pusieron precio y eso ya pasa en Ecuador”, indica.

Además, estas bandas delictivas con el tiempo también se han ido introduciendo en las esferas de poder tanto públicas como privadas. De allí que también haya políticos con nexos con narcocriminales y una Función Judicial endeble que en la mayoría de los casos falla a favor de los delincuentes, agrega Correa.

El problema en Ecuador, indica Cueva, es que existe una reacción tardía por parte del Estado para enfrentar a estas fuerzas delictivas que han sembrado la desesperanza en la población que ve cómo la Policía y las Fuerzas Armadas pierden la batalla todos los días.

Hay que declarar en emergencia a la Policía. No puede ser que por respetar procedimientos se evite armar a la Policía. Estos procedimientos sería más cortos con la emergencia. Los policías andan a pie porque no hay patrulleros, sin chalecos, sin armas o en el mejor de los casos tienen una oxidada y se les pide que combatan a delincuentes que tienen fusiles, municiones para regalar, granadas, carros blindados”, dice.

Para Villacreses, otro de los inconvenientes es la “falta de palabra” de autoridades como el presidente de la República, ya que lo único que se ha observado es que al suscitarse actos violentos se decretan estados de excepción que no han funcionado.

¿Qué hacer ante una amenaza de explosivos? Este es el protocolo sugerido por la Policía

Ha prometido carros blindados para la Policía, chalecos de alta resistencia balística, armamento desde Israel, pero esto no se ha concretado porque supuestamente se quiere ser transparente y se busca respetar los procesos. ¿Usted va a creer en un presidente que ni siquiera tiene palabra y tampoco ha entregado los recursos necesarios a la Policía? No hay plan se seguridad concreto”, indica.

En diciembre del año pasado el Gobierno entregó 580 vehículos a la Policía y que se destinan a patrullar la zona 8 (Guayaquil, Samborondón y Durán). El pasado 21 de marzo, en cambio, entregó 94 autos blindados a la fuerza pública y que serán utilizados para proteger a generales y directores de centros carcelarios.

Una de las recomendaciones que dan los especialistas es cortar el financiamiento de los grupos narcodelictivos, ya que esto evitará que se armen, que compren impunidad y que tengan el apoyo de sicarios.

Por ejemplo, investigaciones periodísticas han revelado que los delincuentes usan cuentas bancarias para recibir los depósitos de las extorsiones, en especial, las que se hacen desde las cárceles, pero estas cuentas siguen operando.

¿Dónde están los controles de los bancos?, ¿dónde está la Unidad de Análisis Financiero y Económico? Hay autos circulando en el país que cuestan $ 850.000 y que pagan $ 30.000 por matrícula. Ahora ya no ves a delincuentes en autos comunes. Actualmente uno ya ve un carro de $ 120.000 y se preocupa porque allí andan, pero nadie hace nada”, afirma Cueva. (I)