Son dos casos que han asombrado, uno ocurrió en Cuenca, y otro, en Guayaquil. Fue el 8 de junio cuando una niña ingresó en una casa de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por una fractura en la epífisis de la extremidad izquierda.

La epífisis es una zona en el extremo de un hueso largo y está separada de la parte principal del hueso por una placa de crecimiento.

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La menor nunca fue operada en esa pierna, sino en la derecha. La familia de la niña denunció la supuesta mala práctica médica que realizaron los doctores en Cuenca.

Finalmente, la menor fue operada de la pierna izquierda al siguiente día del error, es decir, el domingo 9 de junio.

El IESS se pronunció y, entre otras cosas, dijo que se brindarán las facilidades a los organismos competentes para esclarecer los hechos e identificar a los responsables.

El otro caso denunciado ocurrió en la urbe porteña, con la diferencia de que en esta ocasión la paciente falleció. Se trató de la joven médico guayaquileña Valeria Sacoto, quien se sometió a una cirugía de mamoplastia y lipoescultura en una clínica ubicada en la ciudadela Kennedy Norte.

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Ese día la recibieron sus médicos, un cirujano y un anestesiólogo para empezar la intervención quirúrgica. Sin embargo, luego de unas horas, la situación “se complicó” y la vida de la joven estuvo en riesgo, por eso ambos médicos, junto con una secretaria, decidieron trasladarla a una clínica cercana para recibir todas las atenciones. En aquel lugar no lograron estabilizarla y falleció.

Más de 170 denuncias

El homicidio culposo por mala práctica profesional está tipificado en el artículo 146 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) y menciona que la persona que al infringir un deber objetivo de cuidado, en el ejercicio o práctica de su profesión, ocasione la muerte de otra será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años.

Además, si la muerte se produce por acciones innecesarias, peligrosas e ilegítimas, hay prisión de tres a cinco años. Para la determinación de la infracción, se debe concurrir lo siguiente:

  1. La mera producción del resultado no configura infracción al deber objetivo de cuidado.
  2. La inobservancia de leyes, reglamentos, ordenanzas, manuales, reglas técnicas o lex artis aplicables a la profesión.
  3. El resultado dañoso debe provenir directamente de la infracción al deber objetivo de cuidado y no de otras circunstancias independientes o conexas.
  4. Se analizará en cada caso la diligencia, el grado de formación profesional, las condiciones objetivas, la previsibilidad y evitabilidad del hecho.

Según datos de la Fiscalía General del Estado (FGE), en 2023 hubo 110 noticias del delito (NDD), de las cuales 98 fueron por delito consumado y 12 por tentativa. De enero al 21 de junio de 2024 van 65 NDD (51 consumado y 14 por tentativa). Ambos periodos suman 175 denuncias.

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La mayor concentración, entre 2023 y 2024, está en Guayas con 64 NDD, seguido de Pichincha con 21, y 11 en Los Ríos, al igual que en Azuay. También hay provincias que tienen solo un caso, como Chimborazo, Orellana y Carchi.

Top de ciudades con más noticias de delitos (2023-2024)

  1. Guayaquil (54)
  2. Quito (20)
  3. Cuenca (11)
  4. Machala (6)
  5. Ambato (6)
  6. Lago Agrio (5)
  7. Tena (4)
  8. Santo Domingo (4)
  9. Esmeraldas (3)
  10. Ibarra (3)

El abogado Jorge Domínguez menciona que la principal forma de determinar una mala práctica médica es en la violación o inobservancia al deber objetivo de cuidado. “Esto hace referencia a los protocolos, leyes, prácticas, etc., que el profesional debe tomar en cuenta al realizar su trabajo”, sostiene.

Agrega que se excluye como delito aquellas lesiones que se deriven de una actividad terapéutica y hayan tenido como eje de acción el principio de necesidad y la salud del paciente.

Según Domínguez, se ha “criminalizado el accionar del médico”. ¿En qué situaciones? “Haciendo que toda operación en la cual no haya éxito se catalogue como mala práctica médica, lo cual no es correcto, ya que es impensable que todo médico diligente tenga siempre resultados de éxito. Dando como resultado que la figura penal se vea mal utilizada y, por lo tanto, irrespetada y desgastada”, opina Domínguez.

La Fiscalía registra entre 2023 y 2024 aproximadamente 145 víctimas fallecidas por el delito de homicidio culposo por mala práctica profesional. La mayoría de decesos ocurren en personas de entre 30 y 64 años y hay 19 categorizadas como ‘sin información’. Esto último es cuando la víctima o fallecido no ha sido identificado plenamente o cuando los denunciantes no cuentan con toda la información.

Fuente: Fiscalía.

¿Por qué hay mala práctica médica?, ¿qué pasa en la preparación?

Fernando Sacoto, director de la maestría en Salud Pública de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), señala que el campo de “una enfermedad” es muy amplio y un médico recién graduado debería tener competencias para prevenir, diagnosticar y tratar los problemas de mayor frecuencia en el país.

“Partiendo de dicha premisa es posible que tal situación dependa de factores externos, tales como deficiencias institucionales en las que ejerce su práctica profesional. Es también posible que determinadas praxis médicas sean potencialmente calificadas como negligencia, impericia o imprudencia. Tales situaciones, que claramente son excepcionales, deben ser comprobadas por medio de actuaciones médico-jurídicas sustentadas”, opina Sacoto.

Mientras que para Irene Carrillo, directora de la carrera de Medicina de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), indica que es la falta de formación y de pericia. “El médico está capacitado para resolver cosas que están a su alcance. Cuando ya el médico se ve que no tiene la capacidad resolutiva, que puede ser, por ejemplo, que no tiene la implementación, la medicación o incluso la formación, se ve obligado a derivar, llevar a otro colega o a otro hospital para que el paciente adquiera un mejor tratamiento y atención”, dice y agrega que también es la falta de valores.

¿Caben los errores?

“La medicina, en tanto ciencia y arte, no es una disciplina exacta, ciertamente no está exenta de posibles errores. De hecho, algunas investigaciones en Estados Unidos revelan que la iatrogenia (daño no deseado ni buscado) constituye una importante causa de muerte. Tal fenómeno es atribuible a una multiplicidad de factores, muchos de ellos relacionados con intereses económicos comerciales en los que la medicina es más un negocio que un ejercicio universal de derechos”, apunta Sacoto.

Por eso indica que la formación médica en Ecuador debería tener parámetros uniformes de calidad en todas las universidades. “No hay que olvidar que el adecuado ejercicio de la medicina requiere de equipos multidisciplinarios de salud. La garantía de cumplimiento de estos parámetros de calidad debe ser responsabilidad de las autoridades sanitarias y de educación superior”, argumenta Sacoto.

No obstante, Carrillo señala que la sobrecarga laboral puede generar errores. “Supongamos que tienen demasiados pacientes, tienen mucho trabajo y esos errores pueden ser por eso. Otros tipos de errores pueden ser por una falta de pericia, no tener la habilidad clínica y quirúrgica para hacer algo y, como no lo tengo, eso me lleva al error”, afirma Carrillo, quien añade que estas situaciones se pueden evitar.

“La solución debería ser mayor tiempo de atención, contratar más médicos, formarse, ir a cursos de capacitación, de entrenamientos, etc. Otra forma de evitar es reconocer que somos limitados y decir que no puedo”, expresa Carrillo. (I)

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