El incendio, de la noche del lunes, en un hospital del sur de Irak dedicado a enfermos de COVID-19, que se ha saldado con al menos 92 muertos, desencadenó este martes la ira contra el Gobierno iraquí, acusado otra vez de negligencia y mala gestión después de que hace tres meses un incidente similar en Bagdad dejara 82 fallecidos.