En Uvalde, Texas, vuelven a encarar el dolor. Se lleva un peso en el pecho y cuesta imaginar cómo fueron los últimos minutos de vida de 19 alumnos y dos de sus profesoras, víctimas de un impresionante tiroteo registrado en una institución educativa.
La Escuela Primaria Robb en Uvalde fue el doloroso escenario de la muerte a manos de un joven. También es el nombre que resume errores y contradicciones policiales. La supuesta descoordinación y la respuesta tardía ante semejante suceso, no la olvidan los padres de los fallecidos.
Mientras, los uniformados tardaron más de una hora en decidir qué hacer, en un aula una maestra se erigió como escudo humano. Quiso ofrecer su vida, para salvar a sus estudiantes. La masacre de Uvalde dejó su peor balance, pero también el ejemplo heroico de Irma García, quien ejerció la docencia por más de 20 años.
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A un año de esta masacre, en el que como recuerda CNN en Español, acabaron con la vida de niños y niñas que soñaban con ser abogados, biólogos, policías o bailarines, las respuestas no calman el dolor, no son suficientes… peor aún, quizás nunca lo sean.
Today, one year ago > May 24, 2022
— Michael Barthel 🟧 🦕 (Fly Eagles Fly 🦅) (@RealMiBaWi) May 24, 2023
A #massshooting occurred at Robb Elementary School in #Uvalde, #Texas, where former student Salvador Ramos (18) fatally shot nineteen students and two teachers, while seventeen others were injured.#Remember#Remembering#Policefailure pic.twitter.com/UyvhHrMU36
El gatillero de Uvalde
Salvador Ramos. Así fue identificado el joven, de 18 años, que segó la vida de escolares que tenían entre 7 y 11 años de edad.
Antes de irrumpir con un rifle de asalto en la Escuela Primaria Robb se tomó el tiempo de dar señales de lo que pensaba hacer.
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Ramos, informaba EFE hace un año, publicó fotos de sus armas en Instagram y le envió un mensaje a una persona extraña insinuando que estaba planeando un ataque.
Pero antes de cometer la masacre, Ramos disparó e hirió a su abuela y antes de entrar a la institución educativa, chocó un automóvil.
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Para cuando la policía logró abatirlo era tarde. Dolorosamente tarde. Luego se conocieron los impactantes detalles de la pesadilla vivida en el aula.
Entró y se agachó un poco y dijo, dijo: Es hora de morir
Narró un sobreviviente sobre lo hecho y dicho por Ramos
Exactly 1 year ago today; 5/24/22
— stanza (@antinatalism4L) May 24, 2023
Salvador Ramos gunned down 19 children, and 2 adults during his rampage at Robb Elementary School, Uvalde, TX. #UvaldeMassacre #UvaldeStrong #SalvadorRamos
Rest In Peace Salv… gone too soon 💔 pic.twitter.com/xvzZf6E976
Frustrados y dolidos
“Estoy enfadada y frustrada porque todo es igual, nada ha cambiado, no se ha hecho nada”, respondió a EFE, el martes 23 de mayo de 2023, Sandra Torres, madre de Eliahna Cruz Torres, una de las niñas asesinadas.
Un error tras error parece haber cometido… Tres policías locales, narra CNN en Español, fueron los primeros en entrar a la escuela después del tirador. Estaban armados con dos rifles.
El coronel Steven McCraw “culpó al comandante del incidente, el jefe de la policía de las escuelas de Uvalde, Pedro “Pete” Arredondo, por la demora”.
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A year ago today, 18-year-old Salvador Ramos killed 19 students and two teachers in his former fourth-grade classroom at Robb Elementary in Uvalde. https://t.co/uSAzeabXYu
— KWTX News 10 (@kwtx) May 24, 2023
Arredondo, quien fue despedido de su cargo tres meses después, “le dijo a los investigadores que estaba más preocupado por salvar a los estudiantes en otras aulas que por detener a un hombre armado que ya había disparado contra niños y maestros. Pero, ha dicho que no se consideraba el comandante del incidente el 24 de mayo de 2022″, explica la cadena estadounidense.
Para los padres de Alithia, quien tenía 10 años, escuchar una sirena, ver una patrulla de policía, les remueve el dolor. Eso era lo que sentían en Uvalde a diario y decidieron marcharse a otra localidad.
Jessica y Ryan Ramírez, los papás, conservan peluches y dibujos de la niña, contaron a BBC Mundo.
Al medio describieron lo que sienten: “Rabia”.
“Para ellos es inexplicable que 376 uniformados bien armados”, señala el medio británico, “permanecieran parados en un pasillo en las afueras del salón de Alithia durante 77 minutos, mientras el perpetrador asesinaba a los niños, antes de que decidieran tirar abajo la puerta y neutralizarlo”.
Las balas no callan
La masacre cambió y enlutó a todos en Texas. En muchas puertas de las casas de Uvalde, una ciudad de 15 mil habitantes, señala EFE, “cuelga un cartel de “Uvalde Strong” (Fuerza Uvalde). “Pocas cosas han cambiado en los últimos 12 meses, en los que muchos de los familiares de los niños fallecidos se han convertido en activistas en pro de un control más exhaustivo de las armas”.
No solo Texas sufre. Los tiroteos masivos se han convertido en algo común en los Estados Unidos, con al menos 199 en lo que va de 2023, la mayor cantidad en este punto del año desde al menos 2016, según Gun Violence Archive, publica La Voz de América.
El pasado 8 de mayo, tras un ataque en un centro comercial de Texas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, volvió a pedir al Congreso que apruebe proyectos de ley de control de armas. No luce fácil, ni rápido. (I)