La bolsa de Nueva York caía duramente el lunes en la apertura, en un movimiento de pánico tras un derrumbe de mercados bursátiles en el mundo por temores de recesión en Estados Unidos y el fortalecimiento del yen.

El índice Dow Jones perdía casi 3%, el Nasdaq 5,50% y el S&P 500 4% en los primeros intercambios en Wall Street, en tanto las tasas de los bonos caían.

La debilidad del mercado laboral en julio en Estados Unidos “señala que la Fed (la Reserva Federal, el banco central estadounidense) esperó demasiado para bajar sus tasas” de interés, estimó Pantheon Macroeconomics, que destacó que el dato se conoció dos días después que la entidad decidiera mantener sin cambios sus tasas.

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La Fed mantiene en niveles inéditos en más de dos décadas sus tasas de interés (5,25-5,50%), que subió para enfriar la economía ante una elevada inflación. Tasas de interés altas encarecen el crédito y desalientan el consumo y la inversión, reduciendo así presiones sobre los precios.

Según los analistas, la volatilidad alcanza hoy niveles no vistos desde los desplomes bursátiles de marzo de 2020, ligados a la declaración de la pandemia de la covid-19, por el miedo a que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) dicte la esperada rebaja de los tipos demasiado tarde.

El analista de mercados Manuel Pinto señaló que los datos hicieron temer a los inversores que la Fed “podría haber esperado mucho para recortar los tipos y que la economía se podría enfrentar a un “aterrizaje forzoso”, que supone un proceso de desaceleración o recesión después de un periodo de rápido crecimiento”.

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Tiffany Wilding, analista de la firma PIMCO, matizó que la economía “aún no se ha hundido” y abogó por seguir “en busca de pistas”: “El próximo informe sobre el empleo y la recuperación de la debilidad de julio serán claves para marcar el tono de la reunión de septiembre de la Fed”, dijo en una nota.

El índice Vix, conocido como “el indicador del miedo” y que mide la volatilidad, se disparaba un 100 %.

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Entre los sectores más perjudicados estaba, con diferencia, el tecnológico (-5 %), y destacaba la caída de Nvidia (-10 %), fabricante de chips líder en inteligencia artificial (IA) que ha tenido una boyante trayectoria los últimos meses.

Todos los valores del Dow Jones estaban en rojo, mientras gigantes tecnológicos como Alphabet, Netflix y Meta perdían en torno a 2,5% y hasta 4%.

En Europa, los principales bolsas abrieron a la baja, lastradas principalmente por los valores bancarios y tecnológicos, siguiendo los desplomes registrados horas antes en Asia.

En las bolsas asiáticas, la caída de los índices fue mucho más acusada.

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Tokio se desplomó. El Nikkei 225, su principal índice, que ya había caído un 5,8% el viernes, perdió un 12,4%, o 4.451,28 puntos, el lunes para cerrar en 31.458,42 puntos batiendo su récord de pérdidas, que se remontaba al desplome bursátil de octubre de 1987.

Taiwán cayó más de un 8% y Seúl más de un 9%. Las bolsas chinas cayeron más moderadamente: el índice Hang Seng de Hong Kong cedió un 2,13% en las últimas operaciones. El índice compuesto de Shanghái cayó un 1,54% y el de Shenzhen un 1,85%.

En América Latina, la bolsa de Sao Paulo, la mayor de la región, tenía a su índice iBovespa en caída de 1,44% a las 13H50 GMT.

Detonante de la situación

“El detonante: un informe sobre el empleo en Estados Unidos” publicado el viernes, que hizo caer “las acciones y los rendimientos de los bonos” en Wall Street, explicó Stephen Innes, analista de SPI Asset Management.

La tasa de desempleo estadounidense subió en julio más de lo previsto, hasta el 4,3%. Es la tasa de paro más alta en el país desde octubre de 2021.

Otros factores detrás de la volatilidad incluyen la anticipación de una posible retaliación iraní tras la muerte de miembros de alto perfil de Hamás y Hezbolá, atribuidas a, o asumidas por, Israel.

A pesar de los temores de recesión en la mayor economía mundial, CFRA Research “continúa prediciendo un ‘aterrizaje suave’” de la economía, esto es, una desaceleración con caída de la inflación, sin recesión, señaló en una nota su jefe de estrategia de inversiones, Sam Stovall, quien indicó que agosto es históricamente un período de debilidad para las acciones.

En otros mercados de activos, el petróleo de Texas comenzó las operaciones oscilando en torno a 72 dólares el barril, y borrando prácticamente todas las ganancias del año, al sumarse al factor de la potencial recesión en EE.UU. las dudas sobre la demanda en China.

El bitcóin, la principal criptomoneda, caía un 11 %, hasta unos 51.750 dólares.

En cuanto a los considerados activos seguros, el rendimiento del bono del Tesoro de EE.UU. a 10 años caía al 3,64 % debido a la demanda, no obstante, el oro, que también suele englobarse en esta categoría, bajaba a 2.430 dólares la onza.