“Los caballos no juzgan ni miran diferente a los chicos”: así ayuda la equinoterapia a niños con trastorno del espectro autista o parálisis cerebral

“Nosotros no salvamos a Kiara. Ella nos salvó a nosotros por el amor”, destaca su abuela Nahir. La nena, al igual que Joaquina, la hija Cecilia Fornieles y Mariano Ferreyra, nacieron con parálisis cerebral. A las dos ha traído importantes beneficios la equinoterapia.

A Joaquina, nacida en 2010, “le costaba mover el brazo o seguirte con los ojos. También capaz que giraba mucho la cabeza”, recordó su madre en diálogo con Infobae.

La niña llegó a la equinoterapia y los resultados son grandes. “Joaquina empezó a tomar clases semanales y tuvo grandes avances en su motricidad y en el manejo de su cuerpo”, contó Fornieles.

Narró que Joaquina “iba al jardín y la maestra no lo podía creer. La kinesióloga que la atendía también se sorprendió por sus avances cuando arrancó a estar en contacto con los caballos”.

Daiana, madre de Kiara, contó a Infobae sobre su nena: “Llegó a mi casa cuando tenía un año, estaba en muy mal estado, lo debo decir. En ese momento era trabajar u ocuparme de ella. No lo dudé y no me arrepiento”.

En video difundido por ese medio, se ve a la niña en sus clases de equinoterapia. “Yo solo quiero verla correr, crecer, que estudie, que conozca, que disfrute la vida”, dijo con voz entrecortada la mujer.

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Beneficios de la equinoterapia

Kiara tiene parálisis cerebral y con la equinoterapia va mejorando la reacción de sus músculos, resaltan en Infobae.

“No sé qué energía tendrán los caballos y las personas que están acá. Pero la cambiaron en muchos sentidos. Mi nena hablaba muy poco y hoy te habla hasta por los codos”, narró Daiana.

Kiara nos salvó a nosotros, reitera su abuela, quien dijo tener solo palabras de agradecimientos para todos en El Granero.

Equinoterapia, tratamiento con la ayuda del caballo

¿Qué es El Granero para la equinoterapia?

Mariano Ferreyra y Cecilia Fornieles fundaron El Granero en 2019. “Lo hicieron luego de conocer de primera mano lo que es tener una hija con parálisis cerebral”.

Explicó el papá de Joaquina que para abrir ese espacio lo financiaron en un 100% con aportes benéficos. El Granero “es un predio en el que cuentan con 9 caballos para poder realizar las sesiones de equinoterapia”.

En Pilar, la ciudad de Argentina donde están, ofrecen a los niños y jóvenes un “tratamiento integral que incluye kinesiología, fonoaudiología, terapia ocupacional, psicología, psicopedagogía, osteopatía y musicoterapia”. Las familias son atendidas por igual. “Tenemos desde terapias, hasta bolsa de trabajo”.

Para aquellos frupos familiares que no pueden pagar este abordaje, esta pareka ideó un sistema de becas que vincula a empresas o personas con los chicos que necesitan la equinoterapia para mejorar su calidad de vida. Toda ayuda es bienvenida. La demanda, dijeron a Infobae, es alta.

Vínculo especial genera la equinoterapia

Según Ferreyra, “el chico con parálisis cerebral o con algún trastorno del espectro autista logra un vínculo especial con el caballo que monta. Se convierten en uno solo mientras dan vueltas por el campo con la instructora”.

La equinoterapia va mucho más allá de un simple paseo en caballo, difundió Infobae, que destaca este mensaje de Ferreyra: “Los caballos no juzgan, ni miran diferente a los chicos. Eso lo notan. Muchas veces los padres o familiares tenemos una mirada diferente con ellos, aún con las mejores intenciones. Esto no sucede con los animales. Eso hace que se sientan muy cómodos en la terapia”.

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Generalmente llegan y dicen es mi caballo. Le dan la zanahoria. Lo cuidan y lo acarician. Se logra una gran sensación de pertenencia

Mariano Ferreyra a Infobae

El padre de Joaquina avanza en detalles interesantes: “El andar del animal es parecido al humano. Entonces, el chico siente el movimiento en su pelvis como si estuviera caminando. Eso es una estimulación muy importante de su cuerpo. Además, es un muy buen ejercicio para las piernas y el tronco al tener que mantenerlo erguido o intentarlo al menos”.

Kiara, la niña que habla hasta por los codos, aplaude apenas se empieza a mover el caballo. Esa es la energía de la que habla su madre.

La madre de otro infante dijo en video para Infobae: “No soy la única que está pasando por esto, pero hay gente buena que puede ayudarte”.

“Acá en El Granero te abrazan con el alma entera”, dijo Daiana. “Vengan a conocer la paz que hay acá”.

(I)

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