En las montañas de Mérida, un estado andino de Venezuela, se mantiene la esperanza para proteger al pico Humboldt, el último glaciar del país caribeño. Para tratar de alargarle la vida se activó una cruzada inédita.

El cambio climático le pasó factura. El glaciar del pico Humboldt cubría un área de 337 hectáreas en 1910, de lo que en junio de 2022 quedaban 4 hectáreas, de acuerdo con Instituto Nacional de Parques (Inparques).

Señalaba ese organismo que “la Sierra Nevada de Venezuela contaba con varios glaciares que formaban una masa continua de hielo pero a raíz de los atropellos que ha sufrido la naturaleza como consecuencia del cambio climático, estos glaciares se han ido fragmentando hasta quedar tres grandes picos: El Bolívar, Concha y Humboldt”.

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Solo queda el del Pico Humboldt, advertían desde el 2022. Cuatro años antes en National Geographic decían: “El último glaciar de Venezuela está a punto de desaparecer”

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Operación para salvar el último glaciar de Venezuela

Para tratar de alargar la vida del glaciar el Gobierno nacional lanzó la inédita Operación La Corona del Glaciar Humboldt y el 24 de febrero se activó la tercera fase, anunció el gobernador del estado Mérida, Jheyson Guzmán, junto al alto mando militar comisionado para la citada operación.

En ese despliegue, informaba Radio Miraflores, participó un equipo multidisciplinario conformado por biólogos, Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y el Ministerio para el Ecosocialismo (Minec).

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En diciembre de 2023, Guzmán, a través de sus redes, informó que habían recibido el lote de rollos de mantos térmicos o geotextiles, adquiridos por el Gobierno Bolivariano, para la protección del glaciar en el Pico Humboldt en el Parque Nacional Sierra Nevada del estado Mérida.

Los mantos, explicó en ese entonces el Minec, están compuestos por una fibra reflectante de poliéster y polipropileno, diseñada para el tratamiento térmico de los glaciares, cuya función es aumentar la capacidad de un glaciar para reflejar la luz solar, evadir el calor y generar una microtemperatura.

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Desde la Vicepresidente Ejecutiva de Venezuela añadieron que los rollos de “mantas geotextiles tienen una extensión, cada uno, de 80 metros y pesan 80 kilos. Están hechas con avanzadas técnicas de polipropileno”.

Según el Ministerio de Ecosocialismo, “el moderno método ha sido implementado en Francia y Suiza”.

Esta operación busca reducir la incidencia de los rayos del sol en la roca que rodea al glaciar para evitar el calentamiento de la misma.

Jehyson Guzmán, gobernador de Mérida

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Voz de alerta y resultados

A juicio de expertos, difundió Efecto Cocuyo, esa es una “falsa solución” que podría afectar los ecosistemas cercanos.

Desde el Observatorio Venezolano de Ecología Política (OEP) se advertía de “una posible contaminación por microplásticos derivada de la aplicación de la capa geotextil, así como de la movilización del producto”.

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El Minec explicó que los mantos -habló de 24 rollos- no se colocarían directamente sobre el glaciar, sino en los alrededores en las zonas donde hay debilitamiento de la capa de hielo, que es la que sufre en este momento un nivel de derretimiento.

Sin embargo, la sociedad civil merideña se describe preocupada y recogió firmas para solicitar a la Gobernación “se detenga la denominada Operación ‘Corona del Glaciar Humboldt’ y sea retirado a la brevedad todo el material geotextil que, como es público y notorio, ya ha sido trasladado al Parque Nacional SierraNevada, publicó Frontera Digital.

Alegan que “los supuestos beneficios que pudiera traer al remanente del hoy casi extinto glaciar, son menores a los daños ambientales que sin duda alguna generará la introducción de más de tres toneladas de material geotextil en este delicado ecosistema andino”.

El Minec dio cuenta de la “culminación de las operaciones helitácticas que se desarrollaban en Mérida, para el traslado del material geotextil que permitirá conservar un poco más el “Glaciar La Corona” del Pico Humboldt, el último que queda en Venezuela”.

Los resultados, divulgó Radio Miraflores, “aunque no serán a corto plazo, se espera arrojen mejores proyecciones para el futuro del glaciar venezolano”. Esta cruzada es también contra el tiempo. (I)

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