La muerte de la reina Isabel II volvió a centrar la atención a la monarquía británica, si bien el protocolo ya se había armado muchos años antes, es incierto el camino que tomará Carlos III durante su mandato.

Para Occidente la imagen de la monarca estaba más centrada en visitas benéficas y actos más protocolarios, sin embargo, esto no es así.

Isabel II cumplía tres funciones principales: la primera como jefa de Estado, segunda como líder de las Fuerzas Armadas y por último, de la Nación.

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Theresa May honró a la reina Isabel con una divertida anécdota que hizo estallar de risas al Parlamento

Ella era la encargada de inaugurar las sesiones del Parlamento y se reunía semanalmente con el primer ministro. Debía mantener una posición neutral en las decisiones de estos.

La reina era el orgullo nacional por lo que su rostro aparecía en sellos postales y billetes. También es recordado que podía dar títulos honorarios a ciudadanos destacados, ya sea en la música, ciencia, actuación, entre otros.

A nivel militar solo tenía la figura de líder, pero no podía determinar u ordenar un ataque. Se la considera la madre, abuela y esposa de las personas que sirvieron en las Fuerzas Armadas.

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Las veces que la reina Isabel II rompió sus protocolos reales

“La relación de la Reina con las Fuerzas Armadas comenzó cuando, como Princesa Isabel, se unió al Servicio Territorial Auxiliar (ATS) en 1945, convirtiéndose en la primera mujer miembro de la Familia Real en unirse a las Fuerzas Armadas como miembro activo a tiempo completo”, se indicó. (I)