El último día del 2022 el presidente colombiano Gustavo Petro anunció un cese al fuego bilateral con cinco grupos armados que se encuentran en su territorio. Sin embargo, a las pocas horas uno de estos se tiró para atrás.

El 3 de enero, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) dijo que no había aceptado ningún cese al fuego lo que provocó la reacción del mandatario.

Este miércoles, el Gobierno explicó que el cese bilateral fue una respuesta a las comunidades y organizaciones que piden la paz, esta decisión cuenta con el respaldo del Secretario General de las Naciones Unidas, la Conferencia Episcopal Colombiana, la Defensoría del Pueblo y el Consejo Mundial de Iglesias.

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Añadió que el Estado Mayor Central FARC-EP, FARC-EP Segunda Marquetalia, AGC y las Autodefensas de la Sierra Nevada están comprometidos con el acuerdo y avanzarán con el inicio de conversaciones previstos para los próximos días.

El cese al fuego implica “la suspensión de operaciones militares y operativos policiales” y asegurar “las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos de libertades públicas en todo el  territorio nacional”.

El gobierno de Petro explicó que la situación con el ELN es que el 19 de diciembre declararon un cese unilateral y había pedido que actuara “en consonancia con su voluntad de paz y estudiara la posibilidad de un cese bilateral”.

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Esto, entendió el Ejecutivo, como la intención para declarar el cese bilateral y publicar un decreto con el mismo. Sin embargo, este se suspendió el último martes.

“Dada la voluntad de paz expresada por el ELN y mientras se estudia en la mesa de diálogo el protocolo del cese bilateral invitamos a esta organización a declarar una tregua verificable en respuesta al imperativo llamado de las comunidades étnico-territoriales y campesinas a mantener el cese bilateral y la no violencia en sus territorios”, añadió.

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El hecho ha llevado críticas de la oposición, miembros del partido de derecha Centro Democrático consideran que el presidente mintió sobre los acuerdos a los que supuestamente había llegado con los insurgentes y se equivocó al hacer el anuncio.

El jefe de la delegación negociadora del gobierno con el ELN, Otty Patiño, emitió un comunicado donde explica que la intención de Petro fue “abreviar los tiempos de la negociación armada y estimular al máximo espacios de la negociación política”.

Aunque el proceso de paz queda lastimado luego del tire y afloje entre las partes, el senador izquierdista Iván Cepeda, también negociador del gobierno, se mostró confiado de que las diferencias de esta semana no borren “nada de lo adelantado” en Caracas.

“Se corrigen los errores y se continúa adelante, sin dramatismo”, tuiteó el parlamentario.

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De inspiración guevarista, el ELN opera en al menos 22 de los 32 departamentos de Colombia y obtiene lucros con el narcotráfico y la minería ilegal. (I)