Un Donald Trump “más enojado que nunca” volvió este sábado a los mítines de campaña con la esperanza de impulsar su candidatura a la Casa Blanca con un discurso en el estado clave de New Hampshire antes de viajar a Carolina del Sur.

Dos meses y medio después de anunciar su postulación a las elecciones de 2024, el expresidente estadounidense abandonó los dorados salones de su residencia en Florida para realizar visitas que no deben nada al azar.

New Hampshire y Carolina del Sur estarán entre los primeros en organizar las primarias republicanas a principios de 2024. Una victoria daría a Trump un impulso valioso y necesario para el futuro.

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“Necesitamos un líder que esté preparado para enfrentar a las fuerzas que arrasan nuestro país”, dijo el magnate ante una multitud de varios cientos en la pequeña ciudad de Salem.

Exmandatario insiste que le ‘robaron’ las elecciones

Pero después de reinar durante años en el “Grand Old Party”, como se conoce al Partido Republicano, Trump (76) no estará necesariamente en terreno conquistado.

En New Hampshire, estado fronterizo con Canadá, muchos legisladores locales culpan al exmandatario de haber arruinado las posibilidades de los republicanos en las elecciones de medio mandato de noviembre pasado al apoyar a candidatos considerados radicales.

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“Personalmente, creo que ha perdido mucho de su atractivo y su aura”, dijo a la AFP el parlamentario local Mike Bordes, quien apoyó a Trump en las elecciones de 2020. Ahora, dice estar “listo (...) para considerar otras opciones” para la nominación del candidato presidencial republicano.

Trump volvió a decir el sábado que le robaron las elecciones de 2020 en tanto no ahorró apodos despectivos para sus rivales.

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También promocionó su historial en materia de seguridad pública e inmigración, y prometió salvar al país “de la destrucción por parte de un establishment político corrupto, radical y egoísta”.

“Hoy estoy más enojado y más decidido que nunca”, dijo.

En Carolina del Sur podría encontrar resistencia, pues aunque es el único republicano que hasta ahora lanzó su postulación, varios en este estado se están aprontando para arrojarse al ruedo electoral.

Empezando por la exgobernadora Nikki Haley, quien prometió a sus seguidores un anuncio muy pronto.

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Asimismo, varios de los principales donantes de Trump anunciaron públicamente que no apoyarán su candidatura y en cambio respaldarán la del gobernador de Florida, Ron DeSantis, estrella en ascenso del Partido Republicano, quien tampoco se lanzó oficialmente a la carrera.

Reveses políticos para Trump, quien ya es objeto varias investigaciones judiciales, que podrían ser el mayor obstáculo para su nominación.

“Son fiscales radicales de izquierda que son personas absolutamente horribles”, dijo Trump.

A pesar de estos contratiempos, sus seguidores alertan contra un rápido entierro de Trump. Su caída fue anunciada mil veces, pero hasta ahora sobrevivió a todos los escándalos.

También podría beneficiarse del próximo levantamiento de la suspensión de sus cuentas de Facebook e Instagram, encontrando allí un megáfono considerable. (I)