Los retos a los que se enfrenta China, como su seguridad nacional y tensas relaciones internacionales, propiciaron un severo discurso del presidente Xi Jinping con la Comisión de Seguridad Nacional del Partido Comunista.

En la reunión de esta semana, el líder chino enfatizó en los “esfuerzos para modernizar y mejorar la capacidad de la seguridad nacional”, mientras les pedía a sus funcionarios prepararse para los “peores escenarios” y “mares tormentosos”.

El mandatario instó a “seguir siendo muy conscientes de las circunstancias complicadas y desafiantes a las que se enfrenta la seguridad nacional” y a “comprender correctamente” los principales problemas que afronta.

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Aunque no fue explícito en los problemas que amenazan la seguridad de China, la prensa local apunta a las fricciones con Estados Unidos, la tensión en el mar de China Meridional o la cuestión de Taiwán como las principales preocupaciones del liderazgo chino.

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Algunas de las peticiones de Xi Jinping a la Comisión de Seguridad Nacional fueron mejorar la educación en seguridad nacional, gestionar la seguridad de los datos y la inteligencia artificial y construir un sistema nacional de vigilancia de riesgos de seguridad.

Este énfasis en la seguridad no es una novedad de la administración del presidente, que ejerce su mandato desde el 15 de marzo de 2013. Durante su década en el poder, Xi Jinping ha implementado mecanismos de seguridad en casi todos los ámbitos del país.

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Según CNN, el mandatario ha formulado leyes sobre la lucha contra el terrorismo, el contraespionaje, la ciberseguridad, las organizaciones no gubernamentales extranjeras, la inteligencia nacional y la seguridad de los datos.

En la reunión se dijo que el PCCh ha conseguido hasta ahora “proteger resueltamente la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo nacionales”, pero que los problemas hoy son “considerablemente más complejos y mucho más difíciles de resolver”. (I)