Este lunes, China confirmó la entrada en servicio del caza furtivo J-35A, el más reciente modelo de quinta generación desarrollado por Shenyang Aircraft Corporation.

Así, el país asiático se convierte en el primero del mundo en producir simultáneamente dos tipos de cazas furtivos de quinta generación: el J-20 y ahora el J-35A.

Las primeras imágenes oficiales muestran a ambos aviones desplegados en la 1.ª Brigada Aérea del Ejército Popular de Liberación (EPL), una unidad que ya operaba el J-20 desde 2021.

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El J-35A, que guarda similitudes en diseño con el estadounidense F-35, marca el cierre de un proceso de desarrollo iniciado en 2012, un año después del primer vuelo del J-20.

A diferencia de su predecesor, el nuevo modelo apuesta por una configuración más compacta, de menor costo y de más fácil operación, lo que responde a la estrategia china de complementar capacidades para cubrir todos los escenarios de defensa y ataque.

Tecnología furtiva y diseño aerodinámico avanzado

El nuevo caza emplea tecnología de sigilo avanzada: recubrimientos absorbentes de radar, fuselaje con baja firma radar y entradas de aire en forma de S que ocultan los motores, todo diseñado para reducir su detectabilidad.

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El J-35 presenta alas trapezoidales, estabilizadores verticales inclinados hacia atrás y un fuselaje con bordes en forma de diente de sierra.

Esta aeronave puede transportar hasta 8.000 kilogramos de armamento, tanto en bodegas internas como en soportes externos. Entre sus opciones figuran misiles aire-aire de última generación, bombas guiadas de precisión, misiles antibuque y armas de penetración profunda.

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Además, en cabina, el J-35 incluye un radar de exploración electrónica activa, sistemas de alerta infrarroja, puntería electroóptica y una gran pantalla táctil multifunción. Y cuenta con un visor montado en casco para el piloto y un sistema de control de vuelo digitalizado con triple redundancia.

¿Una amenaza directa al F-35?

El J-35A nace como un competidor directo del F-35 Lightning II de Estados Unidos, actualmente el único caza furtivo occidental en producción masiva. Aunque más liviano, el J-35 puede alcanzar un alcance operativo comparable al del F-15 y supera al F-35 en ciertas capacidades de despliegue y mantenimiento.

Por eso, su entrada en servicio plantea un desafío estratégico para la superioridad aérea estadounidense, especialmente considerando que China cuenta ahora con dos plataformas de combate de quinta generación operativas, mientras que EE. UU. depende casi exclusivamente del F-35.

Mientras los cazas de sexta generación ya están en fase de pruebas tanto en China como en EE. UU., la llegada del J-35A fortalece la proyección militar china en el Pacífico y marca un nuevo hito en la carrera tecnológica y geopolítica por el dominio del aire. (I)

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