En medio de una guerra comercial con China que ha provocado pánico en los mercados financieros, Estados Unidos ha moderado su postura al eximir a los teléfonos inteligentes, computadoras y otros aparatos electrónicos de los aranceles masivos impuestos por su presidente, Donald Trump.
Según una disposición del Servicio de Aduanas difundida el viernes por la noche, estas exenciones se aplican en particular a los dispositivos electrónicos importados desde China, cuyos productos enfrentan gravámenes de un 145 % a su entrada en Estados Unidos.
Taiwán y Estados Unidos discuten aranceles y barreras no comerciales en plena presión de China
Los semiconductores estarán libres también del impuesto aduanero del 10 % que la primera potencia económica aplica a la mayoría de bienes independientemente del país de procedencia.
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Esta medida beneficiará, principalmente, a gigantes tecnológicos, como Apple, empresa deslocalizada que fabrica su iPhone y otros productos estrella en China, así como a Dell o Nvidia.
Los productos exentos representan más del 20 % de las importaciones procedentes del gigante asiático, según datos de las aduanas estadounidenses transmitidos por Gerard DiPippo, del Centro de Investigación RAND sobre China.
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China “no tiene miedo”
De una guerra comercial global, que provocó esta semana un terremoto en los mercados de todo el mundo, Trump ha pasado a un enfrentamiento cara a cara con China.
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En el mismo momento en que concedía un respiro a alrededor de 60 socios comerciales, liberados de sus recargos durante 90 días, el presidente estadounidense anunció el miércoles un aumento del 125 % de los aranceles a los productos provenientes de China.
El magnate republicano ya había impuesto anteriormente tarifas del 20 % a Pekín por, según la Casa Blanca, albergar en su territorio talleres que desempeñan un papel fundamental en la producción de fentanilo, un opioide responsable de una mortal crisis sanitaria en Estados Unidos.
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Pekín tomó represalias el viernes y elevó al 125 % los aranceles a todos los bienes estadounidenses que entran en su territorio, una medida efectiva desde este sábado.
El presidente chino, Xi Jinping, afirmó entonces que su país “no tiene miedo”.
A pesar de las fuertes tensiones comerciales, Trump afirmó el viernes que es “optimista” respecto a un acuerdo con Pekín.
China no parece tener la misma opinión, al calificar la política aduanera de la Casa Blanca de “farsa” y “juego de números”, y anunció que presentará una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra la última ronda de aranceles estadounidenses. (I)
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