Dos días después del potente terremoto que sacudió Haití, matando a más de 1.400 personas, los trabajadores de rescate se afanaban en la búsqueda de desaparecidos posiblemente atrapados en las ruinas, mientras una tormenta amenazaba este lunes con empeorar aún más la situación y los pedidos de ayuda a la comunidad internacional se multiplican.