Cuando se trata de tomar medidas radicales, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha demostrado no tener remilgo alguno. Este viernes 26 de febrero dio otra prueba de ello al firmar la Proclama 1107, que modifica los feriados regulares y días especiales no laborables del año 2021. Por orden del mandatario, ahora el Día de Muertos, Nochebuena y el último día del año pasaron a ser “días laborales especiales”. Es decir, esas jornadas hay que trabajar.

“Para que el país se recupere del fuerte impacto económico que ha tenido la pandemia del COVID-19, tenemos la necesidad de fomentar la productividad a través de, entre otras medidas, la reducción de las interrupciones laborales y conmemorando algunos feriados especiales como días laborales especiales”, dice el documento. Todas las otras disposiciones de la Proclama 986, firmada el 31 de julio de 2020 y que regía este aspecto de la vida diaria, “seguirán vigentes”, añade el texto.

De esta forma, los días 2 de noviembre, 24 de diciembre y 31 de diciembre habrá que trabajar como un día normal y sin recibir “una paga extra” por ello, como era la tradición. El Año Nuevo Chino (12 de febrero), la Fiesta de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) y el día de Ninoy Aquino (21 de agosto), entre varias otras fechas, seguirán sin modificaciones.

Publicidad

“Evitar aglomeraciones”

El documento, emitido desde el Palacio de Malacañán, sede del Poder Ejecutivo filipino, dice que la medida considera que el país sigue sometido al estado de calamidad debido a la pandemia, así como el hecho de que las autoridades sanitarias han pedido evitar las aglomeraciones de público, las que normalmente ocurren durante estas celebraciones. (I)