Con premeditación y alevosía actuó un hombre de 80 años detenido por tentativa de asesinato nada más y nada menos que en la persona de un arzobispo de México.

El octogenario llegó hacia el mediodía del domingo 21 de mayo a la iglesia matriz de Durango y buscó sentarse cerca de la sacristía.

En silencio, como el resto de los fieles, escuchó las palabras del arzobispo de Durango, monseñor Faustino Armendáriz Jiménez.

Publicidad

¿Qué hizo el hombre de 80 años en la catedral de Durango?

Cuando la misa de las 12:00 terminó, de manera sorpresiva el hombre de 80 años se acercó al prelado con un arma blanca. Lo interceptó en la entrada de la sacristía.

-¿Usted es el arzobispo?, preguntó el adulto mayor, a Armendáriz, quien estaba acompañado de un sacerdote y dos sacristanes.

- Sí, yo soy, respondió.

Publicidad

En un abrir y cerrar de ojos, el octogenario sacó un cuchillo y trató de herir al arzobispo. Le rasgó la sotana.

Los sacristanes y el presbítero reaccionaron y se abalanzaron hacia el atacante, quedando a salvo el arzobispo.

Publicidad

En El Sol de Durango publicaron que el sujeto trató de matar a monseñor Armendáriz “con un cuchillo de aproximadamente 20 centímetros”.

Desde la Catedral duranguense contactaron a la Policía, que tan pronto llegó, detuvo al agresor.

Qué dijo el arzobispo

El citado medio reprodujo unas declaraciones del vocero de la arquidiócesis Noé Soto, quien acudió a la Fiscalía General del Estado, y adelantó que presentaran la denuncia por el delito que resulte.

En declaraciones de Armendáriz, publicadas en La Jornada, este dio su versión del violento hecho.

Publicidad

“Yo hice lo que cualquier ser humano hace al ver algo así, protegerme y como vi el movimiento del cuchillo me protegí las costillas”, describió.

“Me haló con fuerza (…) alcancé a ver que extendió su brazo a todo lo que da, y le alcancé a ver un arma, un cuchillo en la mano. Y me alcanzó a llegar aquí, a la altura de las costillas”, narró el arzobispo, contó Aciprensa.

Yo sentí el piquete, pero me doblé para que no me hiciera daño y le metí el brazo.

Monseñor Faustino Armendáriz, citado en Aciprensa

Mientras las otras tres personas trataban de inmovilizar al atacante, este gritaba groserías, añadió el prelado.

Según Armendáriz, el adulto mayor fue sacado de la Catedral a través de la sacristía y llevado a las inmediaciones del Museo de Arte Sacro, ubicado detrás del recinto eclesiástico.

Una mujer, apuntó La Jornada, fue quien dio aviso a los uniformados. Hacia las 4:00 de la tarde (16:00) la denuncia quedó formalmente elevada ante la Fiscalía.

Ante la prensa, Armendáriz, quien había lamentado en la misa de las 12:00 que persista “un río de sangre” en México, habló poco de los motivos que habrían llevado al hombre de 80 años a pretender atacarlo. Solo adelantó que pudiera tratarse de una persona “enojada o resentida” con algo relacionado con la Iglesia.

En fotografías publicadas por la prensa mexicana se muestran dos cuchillos, que aseguran llevaba escondidos el octogenario.

Para agradecer a Dios, por cuidar su vida, y bajar la tensión entre la feligresía Monseñor Armendáriz en Twitter manifestó: “Agradezco a Dios, a la Santísima Virgen, la Inmaculada Concepción, y a los Santos Mártires, hoy en su fiesta, me hayan protegido de esta agresión contra mi integridad física, en sacristía de Catedral de Durango. Dios bendiga a todos por sus palabras de solidaridad y sus oraciones”.

(I)

Te recomendamos estas noticias