En una jornada histórica para la Iglesia católica y especialmente para el pueblo venezolano, el papa León XIV encabezó este viernes, 13 de junio, su primer consistorio como sumo pontífice, donde confirmó la fecha oficial de canonización del beato José Gregorio Hernández. La ceremonia se celebrará el próximo 19 de octubre en Roma.

¿Quién fue José Gregorio Hernández?

José Gregorio Hernández, reconocido como “el médico de los pobres”, fue beatificado el 30 de abril de 2021 en Caracas, luego de décadas de fervor popular y testimonios de milagros atribuidos a su intercesión.

Nacido el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, una localidad rural del estado Trujillo, dedicó su vida a la medicina, la docencia y al servicio desinteresado hacia los más necesitados.

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Desde muy joven, destacó en sus estudios en Caracas y, gracias a su desempeño, el gobierno venezolano le otorgó una beca para ampliar su formación en París, donde se especializó en áreas como la histología y la fisiología experimental. Al regresar, compartió su conocimiento como catedrático en la Universidad Central de Venezuela, mientras seguía cultivando su vocación cristiana.

Hombre de múltiples talentos, dominaba varios idiomas, era músico aficionado y tenía una vida profundamente espiritual. Todos los días dedicaba tiempo a ayudar a los más desfavorecidos, ofreciendo consultas médicas gratuitas y comprando medicamentos con su propio dinero.

A lo largo de su vida, José Gregorio intentó varias veces consagrarse a la vida religiosa, ingresando incluso en monasterios en Italia y estudiando Teología en Roma. Sin embargo, problemas de salud recurrentes le impidieron permanecer en la vida monástica.

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Su muerte, ocurrida el 29 de junio de 1919 a los 54 años, fue el trágico resultado de un accidente vial mientras cumplía con una de sus tantas obras de caridad: buscar medicinas para una mujer anciana y enferma.

Con el anuncio oficial del papa León XIV, la figura de José Gregorio Hernández será elevada a los altares, en reconocimiento a su vida ejemplar, su servicio incondicional a los pobres y su profundo compromiso con la fe. (I)